Los cambios físicos que evidencian diversos capos de la droga en el país no sólo son producto de la vanidad, sino también de una estrategia para escabullirse de las autoridades policiales.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Amado Carrillo Fuentes, mejor conocido como "El señor de los cielos", quien en su afán de huir tanto de la justicia mexicana como de la estadounidense, decidió someterse a una cirugía de reconstrucción facial en un presunto quirófano de la Ciudad de México.
Ciudad de México, 30 de diciembre (RT/SinEmbargo).- Son los personajes más poderosos, pero también los menos fotografiados. Se trata de los narcotraficantes mexicanos, quienes aparecen pocas veces en instantáneas oficiales de las instancias de procuración de justicia del país, pero cuando son capturados o abatidos muestran cambios evidentes en su apariencia física.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Amado Carrillo Fuentes, mejor conocido como "El señor de los cielos", quien en su afán de huir tanto de la justicia mexicana como de la estadounidense, decidió someterse a una cirugía de reconstrucción facial en un presunto quirófano de la Ciudad de México.
Algunas versiones sugieren que "El señor de los cielos" salió ileso de aquella operación médica, pero al presentar fuertes dolores en el rostro, le fue suministrado un sedante que provocó su muerte al instante.
Amado Carrillo Fuentes, Family Relation, Career, Juárez Cartel https://t.co/hrikotJkdp pic.twitter.com/X6RnuZSyq9
— Augustine (@augustinebrad14) 21 de noviembre de 2017
Otros relatos aseguran que el ex líder del Cártel de Juárez logró concluir satisfactoriamente su cirugía y, actualmente, permanece en EU colaborando en el programa de testigos protegidos de las agencias de seguridad norteamericanas.
Vicente Carrillo Leyva, hijo de "El señor de los cielos", heredó de su padre la afición al bisturí. En diversas fotografías que circulan en la Red, es posible apreciar los cambios estéticos en el rostro de "El ingeniero", quien corrigió su frente y afiló su nariz pero no escapó de la justicia, ya que fue aprehendido por autoridades mexicanas en 2009, tras ser acusado por los delitos de narcotráfico y lavado de dinero.
CAMBIOS DE PIES A CABEZA
Pero, sin duda, uno de los casos más emblemáticos es el de Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien permaneció durante años en el anonimato y del que se rumorea tiene un largo historial de intervenciones quirúrgicas. De acuerdo con el periodista mexicano José Reveles, "El Chapo" "alteró su quijada y afiló su rostro".
En entrevista con RT, el también especialista en temas de seguridad en México reveló que "los capos mexicanos acuden a cirugías de cara o liposucciones para ocultarse de sus enemigos e incluso de las autoridades". Reveles no descartó que los narcotraficantes realicen este tipo de modificaciones médicas "por vanidad propia y para demostrar que tienen dinero de sobra".
Y agregó: "Aunque yo creo que la principal razón es mantener el anonimato y un bajo perfil, después podríamos considerar la vanidad o el gusto que tienen los capos por verse bien. Recordemos que los narcos tienen poder y, en muchas ocasiones, ese poder lo demuestran a través de su galanura, es por eso es que quieren lucir atractivos para las mujeres que conquistan o pretenden enamorar".
Reveles dijo a RT que, hasta ahora "no se conoce el paradero de los cirujanos que, presuntamente, efectuaron estas prácticas médicas". Y añadió: "Hay un caso célebre, el de Humberto Rodríguez Bañuelos, apodado 'La Rana', quien mandó secuestrar médicos para reconstruirse el rostro. Según relatan algunas versiones, luego de dichas intervenciones Bañuelos mandó a asesinar a los doctores porque lucía, a su parecer, peor que antes".
Otras de las cirugías a las que recurren los barones de la droga en México para escabullirse de la ley, es la modificación de huellas dactilares de las manos, mismas que son reemplazadas con la piel de los dedos de sus pies. Esto, con el fin de pasar desapercibidos en los controles migratorios e incluso para no ser reconocidos por las autoridades policiales de distintos países.
Tal es el caso de Jesús Martín Mirón, alias "El Kalimba", quien fungía como líder de una banda dedicada al robo y venta de hidrocarburos, en el estado mexicano de Puebla. De acuerdo con Sin Embargo, este delincuente fue ejecutado por un comando armado de dicha entidad momentos antes de que le realizaran una cirugía para cambiarse el rostro y las huellas dactilares en la clínica EPMAC.
Un personaje más del mundo del hampa que ha recurrido a las cirugías es Ignacio "Nacho" Coronel, ex integrante del Cártel de Sinaloa, quien fue abatido en 2010 en una de sus casas de seguridad en Jalisco, luego de que autoridades mexicanas arremetieran con lujo de violencia contra el capo de la droga.
Según algunas versiones extraoficiales, el enfrentamiento que provocó la muerte de "Nacho" Coronel se dio luego de que integrantes de la Marina mexicana captaran al otrora delincuente realizándose un cambio estético en el mentón, las mejillas y la boca.