Nairobi, 16 ago (EFE).- El número de muertos en el accidente que sufrieron el pasado domingo tres helicópteros de combate de Uganda en territorio keniano ascendió a ocho, después de que se encontraran hoy otros cinco cuerpos de los militares que viajaban en los aparatos.
Según la edición digital del diario keniano "The Standard", los cinco cadáveres han sido encontrados en el Monte Kenia, en el centro del país, después de cuatro días de búsqueda efectuada por efectivos del Ejército de Kenia, policías y miembros del Servicio de Protección de la Fauna y Flora (KWS), que finalizó hoy.
Además, un cuerpo fue hallado el martes pasado junto a uno de los aparatos accidentados en el Monte Kenia, mientras que ayer se encontraron otros dos cadáveres, a los que se unen los cinco de hoy.
Por otra parte, hasta la fecha se han rescatado otros 15 soldados.
Las condiciones meteorológicas adversas dificultaron la búsqueda de los helicópteros de combate, que desaparecieron el domingo del radar mientras se encontraban en el espacio aéreo keniano.
Los tres helicópteros, formaban parte de un grupo de cuatro MI-24 de fabricación rusa que se dirigía hacia territorio somalí para llevar a cabo una supuesta ofensiva contra los radicales islámicos de Al Shabab.
El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha anunciado que formará una comisión de investigación para aclarar las causas del siniestro, aunque inicialmente se apuntaba a las malas condiciones metereológicas.
Aunque Uganda no ha confirmado cuál era la misión de los helicópteros, el accidente se produjo poco antes de un ataque planificado de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), formada en parte por soldados ugandeses, en el sur del país.
La semana pasada, AMISOM anunció que iniciaría de manera inminente una ofensiva para avanzar hacia el sur de Somalia, donde se encuentran los mayores bastiones de Al Shabab.
Los islamistas combaten desde 2006 al Gobierno Federal de Transición somalí, a AMISOM y a milicias progubernamentales para instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando cayó el dictador Mohamed Siad Barré y el país quedó sin un gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.
De manera paralela a la lucha militar contra Al Shabab, el país africano está inmerso actualmente en un proceso para terminar con la transición política, que debería finalizar el próximo 20 de agosto con la elección de un nuevo presidente. EFE