"A las autoridades, al Gobierno de la Ciudad de México, nos les importa una más, pero no voy a descansar hasta encontrarla. ¡Quiero a mi hija! ¡Quiero a mi hija, por favor! ¡Ayúdenme! No se cansen en difundirla, por favor. Es buena hija, es buena hermana. Somos una familia humilde, pero con grandes principios. No quiero que sea una más de las que se cansa la gente en buscar'', clama María del Carmen, madre de Guadalupe Pamela Gallardo Volante, quien desapareció el pasado 5 de noviembre, luego de asistir a un concierto en la Delegación Tlalpan, acompañada de su novio.
Familiares de Pamela y activistas que apoyan el caso han denunciado la falta de apoyo de los funcionarios de instituciones encargadas de impartir justicia en la capital del país.
“Resulta extraño que, a 20 días, la autoridad no se haya tomado la molestia de ir a esa zona [donde la joven desapareció] y buscar algún indicio'', destacó Karla Michel Salas, del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos).
Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo).- Tres semanas después, Guadalupe Pamela Gallardo Volante no ha regresado a su casa. Lo haría al atardecer del 5 de noviembre, luego de asistir a un festival de música electrónica en la Delegación Tlalpan, pero las horas y los días pasaron y su familia, con escasa ayuda de las autoridades capitalinas, aún busca indicios sobre su paradero.
Gallardo Volante, de 23 años, es una mujer trabajadora. Labora como mesera en un restaurante cerca de su casa. Indecisa, sí, pues nunca terminó por seleccionar la carrera en la que quería desenvolverse, pero muy noble. "Pambolera" y amante del ritmo. Simplemente desapareció.
“Pamela es una hija de familia. Pamela es una hija honrada. Es una hija que no se puede desprender de la familia. Nos ama demasiado. Salió con su novio y no regresó'', lamentó María del Carmen, la madre de la joven.
Guadalupe apartó el sábado 4 de noviembre para asistir al SOUL TECH, organizado por XDCMusic en el kilómetro 13.5 de la autopista Ajusco-Picacho. Pidió permiso y lo obtuvo. Regresaría hasta el día siguiente, el domingo 5.
En la Sport Área, en la colonia San Miguel Ajusco, bandas de los géneros Deep, House, Minimal y Techno dieron la bienvenida a la joven, a su novio, Jesús Zamora, y a dos amigos más, Enrique y Julieta.
Pamela vistió pants gris, playera y tenis blancos ese sábado. Viajó desde la Delegación Gustavo Á. Madero, donde vive, rumbo al evento. El domingo, ya en el concierto, tuvo una discusión con Zamora quien, de acuerdo con su declaración, la vio formarse para tomar un camión en el perímetro bardeado y no volvió a saber de ella.
La falta de reportes preocupó a su círculo cercano.
María del Carmen intentó contactar a la joven, sin embargo, no hubo réplica.
Esteban Gallardo, consanguíneo de Pamela, acudió ante las autoridades de Tlalpan y la Gustavo A. Madero, quienes lo enviaron al Centro de Apoyo de Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), donde le entregaron una ficha con los datos y características de la joven y le pidieron esperar 36 horas antes de levantar un acta.
Familiares y amigos recorrieron hospitales, delegaciones y Servicios Médicos Forenses (Semefos) en la Ciudad de México. No hubo suerte.
El expediente AYO/4294/2017 describió a la desaparecida de complexión regular, tez blanca, frente y boca medianos, cejas pobladas, ojos cafés oscuros, cabello ondulado, castaño y oscuro. Mide 1.50 metros. Cara ovalada, nariz respingada. Labios regulares. Entre sus señas particulares se resaltó un tatuaje de dos ciruelas color rojo atrás de la oreja derecha.
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EL LUGAR DE LOS HECHOS
En medio del frío de noviembre, las personas que quieren y comparten recuerdos con Pamela crearon un grupo en Facebook con la intención de difundir su rostro y obtener pistas sobre su paradero.
Para el lunes 23, la búsqueda se dirigió al lugar de los hechos, en el kilómetro 13.5 de la Ajusco-Picacho, zona que, de acuerdo a información obtenida –de forma extraoficial– por el Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, es considerada de alto riesgo por “la presencia del crimen organizado, narcotráfico, cabañas donde hay explotación de mujeres, de niñas. Hay secuestros, violaciones, homicidios, delitos de alto impacto''.
“[Fuimos para] entender la zona, entender sus delimitaciones. Sí vimos muchas cosas. Sí se siente esta sensación de inseguridad. Hay calcetines, hay bolsas, hay blusas, hay pantalones en determinada zona boscosa. Eso hace suponer agresiones o ataques, ¿no? Si preguntas a las personas de la localidad, la mayoría ariscas, no cuentan mucho. Parece como si tuvieran miedo de hablar. No es algo que yo pueda confirmar, pero fue la sensación que me dio'', relató Esteban, el hermano de Pamela, a SinEmbargo.
El viaje al lugar lo hicieron sin funcionarios.
“Resulta extraño que, a 20 días, la autoridad no se haya tomado la molestia de ir a esa zona y buscar algún indicio'', destacó Karla Michel Salas, del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, desde el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos).
Sin embargo, la Procuraduría capitalina informó a SinEmbargo que "sí se ha acudido al lugar y se trabaja de manera institucional con las víctimas colaterales".
“¡TE PIDO QUE ME DEVUELVAS A MI HIJA!''
La madre de Guadalupe Pamela habló con Jesús Zamora, quien había tenido una relación sentimental con la desaparecida desde hace 3 meses. Le exigió que le regresara a la joven. Después de todo él fue el último que la vio:
“¡Te pido que me devuelvas a mi hija!'', dijo María del Carmen. “¡Vale verga!'', respondió el joven, se tomó la cabeza y se sentó en silencio.
Zamora se presentó ante Capea y ha estado en contacto con la familia de Pamela.
“Si hay alguna otra institución, alguna otra instancia que lo llame, pues él (Jesús) ya sabrá si ir o no. Dice que está desesperado por hallarla'', contó Esteban Gallardo sobre el asunto.
“¡AYUDEN!''
La familia de Pamela, dolida y rota por la ausencia, sólo espera su regreso, el cual podría lograrse con un poco de ayuda y con el acceso a mecanismos oficiales más veloces.
“Lo único que le he pedido a las autoridades es que me ayuden a buscarla, pero hemos tenido muchos tropiezos. Por favor, ayuden a buscarla. Por favor que no sea una más de las mujeres y niñas que se pierden en este país. No quiero que pasen años sin encontrar a mi hija. Lo único que pido, por favor, es que se den cuenta'', rogó María del Carmen. “A las autoridades, al Gobierno de la Ciudad de México, nos les importa una más, pero no voy a descansar hasta encontrarla. ¡Quiero a mi hija! ¡Quiero a mi hija, por favor! ¡Ayúdenme! No se cansen en difundirla, por favor. Es buena hija, es buena hermana. Somos una familia humilde, pero con grandes principios. No quiero que sea una más de las que se cansa la gente en buscar'', clamó la mujer.
Sheila, prima de la joven desaparecida, exigió que la búsqueda se haga como si se tratara del familiar de algún político. “¡Busquen por cielo, mar y tierra! ¡Regrésenla!'', dijo a este diario digital. Además, lamentó la estigmatización del que ha sido víctima Pamela a través de redes sociales por ser originaria de Tepito.
De acuerdo con David Peña, experto en derechos humanos, las autoridades deberían estar investigando a la empresa que realizó el evento, a los chóferes, autobuses y elementos de seguridad que cuidaron a los cientos de asistentes del SOUL TECH.
“Una de las principales dificultades es que la búsqueda ha recaído en la familia. La autoridad se concretó a hacerlos esperar 36 horas, lo cual es absolutamente violatorio de la ley, de los propios protocolos de la Procuraduría (General de Justicia). Cuando hay una desaparición, la búsqueda debe iniciarse inmediatamente. Hay un acuerdo que así lo establece, sin embargo, las autoridades han sido omisas. Las primeras 24 horas son fundamentales para localizar a una persona'', expone Michel Salas.
Si algún lector tiene información sobre el paradero de Pamela, puede comunicarse con la familia a través del correo electrónico [email protected].