México se encuentra sumido en una guerra que afecta a los más pobres y que la sociedad mexicana, los partidos políticos y los empresarios no reconocen porque no les importan los más desfavorecidos, dice en entrevista con SinEmbargo Santiago Roel Rodríguez, director de la organización Semáforo Delictivo.
Por ello, quienes deberían rendir cuentas por los resultados de la estrategia fallida en seguridad, pasan de largo y omiten hablar hasta de los desaparecidos ante la fragmentación de una sociedad que no ha logrado unificarse “por sus intereses, incomprensiones y prejuicios”, argumenta Javier Sicilia Zardain, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD).
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Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).– Las últimas cifras de homicidios dolosos en el país sólo revelan una realidad: que a la sociedad mexicana, a los empresarios, a los políticos y a los partidos no les interesa exigirle cuentas a Enrique Peña Nieto, Presidente de la República, y a Miguel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, por la estrategia fallida en seguridad que afecta a los más pobres, dijo Santiago Roel Rodríguez, director de Semáforo Delictivo, en entrevista con SinEmbargo.
Este día la organización dio a conocer que de enero a septiembre de 2017 van 18 mil 505 homicidios dolosos, de los cuales 14 mil 530 corresponden a ejecuciones del crimen organizado, lo que coloca a este año como el peor en materia de inseguridad en la historia de México.
Roel afirmó durante la presentación de los datos de seguridad que no son las cifras las que le preocupan más a su organización, sino un “México inmóvil ante el gran fracaso de la estrategia de seguridad”.
En entrevista afirmó que “estamos en guerra pero la sociedad mexicana no lo reconoce. Los empresarios, los políticos, los partidos políticos y sus precandidatos no lo reconocen, o si lo hacen es a medias. Me parece muy peligroso, no tanto las cifras de que vamos muy mal, sino el no reconocer la gravedad del asunto, el fracaso de la estrategia y las causas de porqué estamos en este problema”.
Ese desinterés se debe a que se trata de una “guerra contra los pobres, que afecta a los más pobres, a los barrios pobres, a los barrios bajos y a los estados pobres”, dijo.
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La administración de Peña Nieto ni siquiera ha podido contener la violencia en el Estado de México, la tierra del Presidente y el coto de poder más importante para su grupo político.
El Estado de México es uno de los más poblados y uno de los más pobres –el 47.9 por ciento de la población (8.2 millones de personas) de acuerdo con el último estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) con datos a 2016 se encuentra en situación de pobreza–y es también la entidad en donde la estrategia de seguridad de Peña Nieto ha fallado con más contundencia, pues se encuentra sumida en homicidios, feminicidios, secuestros, desapariciones, asaltos y extorsiones.
“Esta guerra no afecta a las clases medias; entonces, es muy cómodo voltear para otro lado […]. No veo a los empresarios presionando en el tema. Si ellos entendieran que el 80 por ciento de la violencia que estamos viviendo en México es por el Plan Mérida, estarían presionando por un cambio. Pero no lo veo. No veo a las ONG’s en el tema, salvo unas cuantas. Nadie habla de esto y entonces estamos listos para un cambio de Gobierno donde las cosas sigan igual”, consideró el activista.
Los ejecutados de la guerra contra el narcotráfico no conmueven a México agregó. Los ciudadanos no exigen cuentas y explicaciones al Estado mexicano en medio de un “silencio cómodo o cómplice” de los partidos políticos que no quieren arriesgar su capital.
“No estamos conmovidos como país, cualquier otro país con mas conciencia, más responsabilidad, con mejor ciudadanía, estaría alarmado y presionando por un cambio […]. El Estado mexicano ha eludido su responsabilidad”, dijo.
NI EPN NI OSORIO CHONG DARÁN LA CARA
Lucía de los Ángeles García Henao, coordinadora del Colectivo Solecito –integrado por familiares de víctimas de desaparición y desaparición forzada–, afirmó que el Gobierno de Enrique Peña Nieto no reconoce la rendición de cuentas.
Ejemplo de ello son los desaparecidos, víctimas invisibles para Peña Nieto y su Gobierno, insistió.
“No tenemos un Estado de derecho, no hay garantías individuales y el Gobierno es un simple administrador que no rinde cuentan de los temas relativos a la vida humana, a los derechos humanos; a ellos sólo les interesa la parte económica”, expuso.
La activista explicó que los desaparecidos son tan invisibles para el Presidente de la República, que ni siquiera los menciona. Son un tema incómodo y no se “toman en cuenta con seriedad”.
“El Presidente jamás ha asumido que en México hay desaparecidos. Amnistía Internacional le pidió que firmara un documento comprometiéndose a aceptar la realidad, lo firmó pero jamás ha hecho nada. Espero que Peña Nieto rinda cuentas por toda la acumulación de delitos de su administración”, dijo.
García Henao agregó que en otros países el Secretario de Gobernación ya “habría renunciado”, sin embargo, ni Osorio Chong ni Peña Nieto “darán la cara” por los resultados nefastos en materia de seguridad.
“Si tuviéramos una verdadera democracia, Peña Nieto y Osorio Chong darían la cara. Pero eso no va suceder, Osorio seguro dará sus explicaciones si es que las da, si es que se molesta en hablar de esto”, dijo.
Javier Sicilia Zardain, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), argumentó que el Presidente de la República y cada Gobernador le deben una explicación a los mexicanos sobre los vínculos del crimen organizado y el Estado.
El Gobierno, agregó, ha visto en la administración pública un negocio a través del dinero que proviene de empresas multinacionales y del crimen organizado.
“Por esto tenemos esta violencia que nadie puede contener, el tema es que el crimen organizado, partidos, Estado están coludidos”, dijo.
“HAN LOGRADO INSTALARNOS LA INDIFERENCIA Y EL MIEDO”
Sicilia Zardain, líder de uno de los movimientos que a nivel nacional logró cohesionar, por un tiempo, a las voces y el reclamo de miles de víctimas en el país, reconoció que el Estado “ha logrado instalarnos la indiferencia y el miedo. Cuando eso sucede el crimen puede campear a gusto”.
El escritor y poeta reconoció que a lo que él llama “la reserva moral del país”; líderes como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Emilio Álvarez Icaza, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) entre otros liderazgos y movimientos, está fracturada y no ha logrado llegar a un consenso en el que todos estén de acuerdo.
“Para hacer un cambio y enfrentar a esta política criminal de las partidocracias. Están fragmentados; así no se puede convocar a una sociedad entre el miedo y el desánimo. Hay una falta de voluntad creo. Por una parte parece que sí entienden la problemática del país, pero por otro lado les ganan sus intereses, incomprensiones y prejuicios”, consideró.
Javier Sicilia agregó que la incapacidad de los líderes y las organizaciones de unificarse para exigirle al Gobierno de Enrique Peña Nieto al unísono que rinda cuentas de sus errores y resultados, abona al fortalecimiento de las redes criminales.
“Es una desgracia. No ha sido posible que nos sentemos y eso es muy grave: la fractura abona al desastre. Les hemos exigido cuentas; Movimiento por la Paz, Ayotzinapa, las organizaciones, pero estamos fragmentados, por eso se fueron importantes momentos como Movimiento por la Paz y el Zapatismo que unificó todas las fuerzas. Por eso hubo movimientos políticos que se fueron, que vislumbraban cambios”, dijo.