Tatyana Humle, de la Universidad de Kent señaló que el infanticidio, así como el canibalismo entre los chimpancés es extremadamente raro, y cree que estos brotes de violencia podrían deberse a la competencia por los recursos.
Ciudad de México, 19 de octubre (RT/SinEmbargo).- Las chimpancés que se aprestan a ser madres abandonan su manada cuando están a punto de dar a luz y se retiran a las profundidades de los bosques, donde permanecen varias semanas o incluso meses después del parto. Hasta hace poco se desconocía el motivo de su desaparición temporal, pero un nuevo estudio apunta a que esta especie de 'baja por maternidad' es dictada por un instinto maternal de salvar a las crías de los machos de la manada.
El 2 de diciembre de 2014, Hitonaru Nishie y Michio Nakamura, investigadores de la Universidad de Kioto, fueron testigos de una escena espeluznante en los montes Mahale, en Tanzania. Una chimpancé parió frente a 20 miembros de su manada y enseguida su cría recién nacida fue arrebatada por un macho agresivo, que devoró el cuerpo entero del pequeño en una hora, reseña la revista New Scientist.
La agresión en Tanzania fue el primer caso reportado de canibalismo hacia los chimpancés recién nacidos y, según Nishie, explica los motivos de la 'baja por maternidad' de las hembras, que se esconden de la manada hasta que sus crías se vuelvan lo suficientemente fuertes. Se sabe poco sobre los partos de chimpancés, de hecho, solo cinco de ellos han sido observados en la naturaleza, pero ahora la razón de una estadística tan escasa se esclarece.
Tatyana Humle, de la Universidad de Kent (Reino Unido), sostiene que el caso descrito por los científicos podría haber sido el primer embarazo de aquella hembra, que aún no sabía lo de la 'baja por maternidad'. De hecho, a la hora de parir a su siguiente cría, la chimpancé desapareció por un mes.
Humle señaló que el infanticidio, así como el canibalismo entre los chimpancés es extremadamente raro, y cree que estos brotes de violencia podrían deberse a la competencia por los recursos. Nishie también sostuvo que la cría de la chimpancé podría haber sido una fuente nutricional para el agresor.