El Gobierno español, que declaró la consulta inválida e ilegal, dijo que haría todo lo necesario para mantener la unidad del país y controlar la región de 7.5 millones de habitantes, que tiene su corazón en la ciudad portuaria de Barcelona.
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Madrid, 3 de octubre (AP).- La región nororiental de Cataluña, una de la comunidad autónomas españolas, amenaza con declarar su independencia de España tras un disputado referendo que, según el gobierno catalán, le concede un mandato para separarse del país.
El Gobierno español, que declaró la consulta inválida e ilegal, dijo que haría todo lo necesario para mantener la unidad del país y controlar la región de 7.5 millones de habitantes, que tiene su corazón en la ciudad portuaria de Barcelona.
Ambos parecían navegar por aguas desconocidas. A continuación, un vistazo a cómo llegó España a este punto y qué podría pasar ahora.
DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA
El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, dijo que mantendría su promesa de declarar la independencia de forma unilateral tras anunciar una victoria del “sí” en el cuestionado referendo del domingo.
El líder independentista dijo que según una ley catalana, una victoria del “sí” con más de un 50 por ciento de los votos activa una declaración de independencia en las 48 horas posteriores a la votación, independientemente del hecho de que la votación se celebrase en circunstancias precarias y que la participación _si los datos son reales_ fue de menos de la mitad del electorado. Esa ley fue suspendida por el Tribunal Constitucional español, algo que Puigdemont y su gobierno parecen decididos a ignorar.
La declaración de independencia podría ocurrir el miércoles o el jueves cuando se reúna el parlamento regional.
¿SERÍA RECONOCIDO CATALUÑA COMO UN PAÍS SEPARADO?
Por ahora ningún país ni organismo internacional ha expresado su apoyo a la campaña independentista del gobierno catalán, de modo que es probable que cualquier declaración de independencia se vea rechazada, al menos al principio. La Unión Europea se ha mantenido firme en su apoyo al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y afirma que Cataluña sería expulsada del bloque y de la moneda única, el euro.
A nivel económico es imposible predecir si podría sobrevivir. Cataluña tiene un producto interior bruto de unos 215 mil millones de euros (257 mil millones de dólares), el mayor de las regiones españolas y más alto que el de Grecia, pero muchos de sus productos proceden del resto del territorio español.
¿QUÉ CAMBIOS INMEDIATOS PUEDEN ESPERARSE?
Aparte de la retirada de las banderas españolas de los edificios oficiales, es difícil imaginar qué podrían hacer las autoridades españolas. La impresión es que la declaración sería de naturaleza simbólica. Cataluña no tiene suficiente fuerzas de seguridad para establecer fronteras y asuntos clave como los impuestos, asuntos exteriores, defensa, puertos, aeropuertos y trenes están en manos del gobierno central en Madrid.
Además, el gobierno español tomó el control hace poco de casi todo el gasto de la administración catalana.
LAS OPCIONES DE ESPAÑA
España tiene dos opciones principales y ambas serían dolorosas. El Artículo 155 de la Constitución permite al gobierno suspender, total o parcialmente, el autogobierno de una región si incumple sus obligaciones constitucionales o vulnera los intereses generales del país. Cataluña recibiría primero una advertencia, y si no rectifica el Senado tendría que aprobar la medida, un trámite sencillo para Rajoy porque su partido tiene mayoría en la cámara.
Las posibles medidas podrían incluir que la policía regional quedara bajo control del gobierno español. En caso necesario, la policía española podría ejecutar las medidas.
La otra alternativa, más extrema, sería declarar un estado de sitio si se considera que la soberanía española está bajo ataque _como implicaría una declaración de independencia_ y esto podría permitir la suspensión de los derechos civiles y una imposición de la ley marcial. La medida tendría que debatirse y aprobarse en la cámara baja del Congreso, algo complicado porque Rajoy no tiene mayoría allí.
No es probable que ninguna opción se concrete de un día para otro.
“La situación es muy seria en España ahora”, dijo el profesor de derecho constitucional Fernando Simón, de la Universidad de Navarra, que señaló que Cataluña ya está básicamente en estado de rebelión. Cualquiera de las dos opciones sería territorio desconocido en España.
UN COMPROMISO
Este es el escenario más deseable dada la situación actual, pero también es el más improbable porque ningún bando cede terreno.
Ambas partes dicen estar abiertas al diálogo pero plantean condiciones inaceptables para la otra. Rajoy había insistido que no hablaría de referendo a menos que se cambiara la Constitución e invitó a Cataluña a trabajar para cambiarla. El gobierno catalán dijo que su derecho a la autodeterminación debe respetarse antes iniciar las conversaciones.
Ahora Cataluña quiere que la Unión Europea intervenga, una perspectiva improbable, y ha pedido mediación internacional, algo que difícilmente aceptaría España.