Los rescatistas del edificio colapsado de Álvaro Obregón 286 trabajan de manera muy lenta, pues no pueden meter maquinaria pequeña, ni siquiera taladros debido a que las vibraciones podrían provocar derrumbes que pongan en peligro a las víctimas atrapadas.
Sin embargo, la búsqueda por vida mantiene a a los cuerpos de emergencia sin parar. De hecho, uno de los rescatistas explicó que en el lugar trabajan en estos momentos 18 equipos de rescate entre isarelíes, panameños y de diversas partes del mundo, quienes reiniciaron la búsqueda después de la lluvia que se dio esta tarde.
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Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo).- En el edificio colapsado de Álvaro Obregón 286 los rescatistas encontraron tres puntos en donde las cámaras termográficas que miden temperatura detectaron 36 grados, es decir vida, informó a las familias de las víctimas atrapadas entre los escombros, esta noche, Humberto Morgan, un trabajador del Gobierno de la Ciudad de México.
"Las cámaras termográficas que son las que miden, independientemente que no tenemos contacto con sus familiares, miden la intensidad del calor y ahí tenemos tres espacios donde hay una temperatura de 36 grados, eso implica que hay vida, pero no sólo es una persona o dos, puede haber varias, no se puede precisar porque no se tiene la visión", les dijo.
En el lugar, informó, se utiliza un equipo del Ejército "una especie de plancha que detecta el movimiento a través de las paredes", y un equipo de la Policía Federal que detecta la señal celular; sin embargo, en estos momentos ya no es funcional porque ya no hay celulares con pila.
Morgan, en compañía de un voluntario, explicó que en el lugar trabajan en estos momentos 18 equipos de rescate entre isarelíes, panameños y de diversas partes del mundo, quienes reiniciaron la búsqueda después de la lluvia que se dio esta tarde.
El emisario del Gobierno dijo a los familiares que aunque hay vida en esos tres puntos, se desconoce cuántas personas pudieran ser las que emiten el calor que se detecta y explicó que se trabaja a través de nueve huecos desde la parte de arriba, pues ya se agotó el poder rescatar a las personas por los lados.
Los rescatistas trabajan de manera muy lenta, pues no pueden meter maquinaria pequeña, ni siquiera taladros debido a que las vibraciones podrían provocar derrumbes que pongan en peligro a las víctimas atrapadas.
Morgan explicó que no se pueden meter más cuadrillas a la zona, pues con la lluvia podría desplomarse todo el cuerpo del edificio.
"Tenemos cubierto el 100 por ciento del edificio en cuanto apuntalamiento, sin embargo después de la lluvia se dio la instrucción de que se apuntalen los edificios laterales de la derecha y de la izquierda para evitar desplazamiento. Nada nos garantiza que no pase eso, pero sí tenemos dos barreras de contención, hasta donde desgraciadamente no sabemos. Nosotros tenemos mucha confianza de que no quedaron muy dañados los edificios de al lado", les dijo.
Una de las preocupaciones de las familias es si se meterá maquinaria pesada. Se les informó que el protocolo indica que deben pasar 72 horas; pero que aún no se contempla que pasado ese tiempo se meta maquinaria.
En Chimalpopoca se solicita comida para los perros rescatistas, ya que en este punto se están desmayando luego de jornadas largas de búsqueda.
También solicitan urgentemente alguien que sepa utilizar equipo de sonido que sirve para hacer contacto con la gente que está bajo escombros. Ayer un joven que sabía utilizarlo, ayudó al rescate de dos mujeres.