Tortilla de esperma de pescado, la nueva exquisitez de la gastronomía española y japonesa

31/08/2017 - 10:30 pm

En japonés, la esperma de pescado se llama shirako. En buen español, lecha, o lechada. la tortilla de lechada de carpa era el plato favorito de Jean Anthèlme Brillat-Savarin, el autor de "La fisiología del gusto".

Por Caius Apicius

Madrid, 31 agosto,  (EFE).- ¿Les apetecería probar el semen de pescado, o de algún molusco marino? Dicho así suena un poco brutal; pero el que un cocinero español con tres estrellas Michelin haya anunciado en las redes sociales que había probado, en Japón, semen de pulpo y que le había gustado ha puesto el tema en el candelero.

Sin embargo, no es nada nuevo. En Japón, desde luego, menos; en Japón se comen todo lo que nada, y toda la casquería marina imaginable.

Por ejemplo, el semen de bacalao, rape y hasta del peligrosísimo fugu o pez globo, cuya ingesta (la del pez, no la de su esperma) se lleva por delante a unos cuantos gastrónomos nipones cada año.

En japonés, la esperma de pescado se llama shirako. En buen español, lecha, o lechada. Que yo sepa, sólo la lechada de carpa, un pez de agua dulce, tiene alguna referencia culinaria en España.

Los italianos también tienen su especialidad, tradicional en Sicilia y Cerdeña. Se conoce como figatello o lattume, y se prepara con lechada de atún o de pez limón. Sería el equivalente masculino de la botarga, de la que se diferencia en el gusto y el en color, anaranjado en la bottarga y rosado en el figatello.

El Larousse gastronomique nos informa de que la tortilla de lechada de carpa era el plato favorito de Jean Anthèlme Brillat-Savarin, el autor de "La fisiología del gusto". Él la llama, quizá para no desanimar a los aprensivos, tortilla de atún, "omelette de thon". Ahí va la receta.

Dispongan, para seis personas, dos lechadas de carpa escrupulosamente lavadas y blanquéenlas cinco minutos en agua hirviendo ligeramente salada. Corte un pedazo de atún del tamaño de un huevo de gallina, y pique a lo invisible una chalota pequeña. Reduzcan todo junto a picadillo, mezclando bien.

Pongan todo en una cacerola, con un trozo de mantequilla de primera calidad, y salteen hasta que la mantequilla se funda, pero sin que hierva; según Brillat Savarin, esa es la clave del plato. Mezclen mantequilla con perejil y cebollino, y pónganla en la fuente en la que servirán la tortilla. Rocíen con zumo de limón y reserven al calor.

Batan una docena de huevos e incorpórenles la mezcla de lechadas y atún, batiendo hasta homogeneizarlo. Hagan entonces la tortilla por el método tradicional, dejándola ovalada, espesa y jugosa. Pásenla a la bandeja caliente y sírvanla inmediatamente.

Eso es lo que hay: nada menos que una receta salida de la pluma de Brillat Savarin, que se refiera a ella como "la tortilla del cura". Ustedes verán si, después de leer esto, se animan con la esperma de pescado. Por cierto: ni el ámbar gris ni la llamada esperma de ballena, productos usados en perfumería, tienen nada que ver con el semen de estos cetáceos.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas