Hasta la fecha se desconoce la cifra exacta de personas desaparecidas en Veracruz. Familiares de las víctimas han llevado a la Corte Penal Internacional (CPI) una denuncia para que se juzgue a Duarte de Ochoa y Arturo Bermúdez por crímenes de lesa humanidad.
Solalinde Guerra afirmó que desde el Gobierno del priista Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) la seguridad en Veracruz ha ido a pique, y que las desapariciones en la entidad no han cesado ni en la actual administración, a cargo del panista Yunes Linares.
Ciudad de México, 26 de agosto (SinEmbargo).- El sacerdote y activista Alejandro Solalinde Guerra aseguró que el Veracruz de Miguel Ángel Yunes Linares sigue siendo una "máquina de desaparecer personas", como lo fue en tiempos de Javier Duarte de Ochoa.
El defensor de los migrantes se presentó ayer a una conferencia de prensa en Xalapa, Veracruz, previo a una charla privada que sostuvo con estudiantes de la Universidad de las Naciones.
Solalinde Guerra afirmó que desde el Gobierno del priista Fidel Herrera Beltrán (2004-2010) la seguridad en Veracruz ha ido a pique, y que las desapariciones en la entidad no han cesado ni en la actual administración, a cargo del panista Yunes Linares.
“¿Creen que lo que se hizo durante el Gobierno de Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa va a parar porque venga alguien de otro color? Las mafias se están recomponiendo, pero también acuérdense que está el crimen autorizado [...] y Veracruz, lo dije una vez, es una máquina de desaparecer personas”, señaló.
El activista reiteró que los delitos que persisten en Veracruz desde hace más de una década son la operación de las mafias del crimen organizado, el tráfico de drogas y robo de combustibles, causando a su vez más ejecuciones y las desapariciones forzadas.
El presbítero mexiquense recordó que presentó ante el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sus denuncias sobre la inseguridad que viven los migrantes que atraviesan por Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Tamaulipas, entre otros estados. En respuesta, el funcionario federal, dijo, le ofreció dinero, mismo que él rechazó.
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Hasta finales de 2016, Veracruz ocupaba el cuarto lugar en desapariciones forzadas. Además, en los primeros seis meses de este año, ya con Yunes como Gobernador, su taza de homicidios superó a la de Tamaulipas, una de las entidades más violentas del país.
De acuerdo con una investigación periodística de BlogExpediente, una célula de la delincuencia organizada que estaba apoyada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en los tiempos de Arturo Bermúdez, hoy preso por posible corrupción, desapareció a unos 60 jóvenes de 2012 a 2013.
El modus operandi, que concuerda con la mayoría de los casos de desapariciones en el estado retomados por la prensa nacional, era el siguiente:
Uniformados interceptaban a las víctimas. La mayoría de las veces las capturaban solas, pero en otras, se las llevaban con quienes estuvieran acompañadas, la debieran o no, y jamás se volvía a saber de ellas. Una o dos patrullas de la policía ingresaban en una predio abandonado a las afueras de Cardel, donde ya eran esperados por civiles armados. Se quitaban los uniformes y se los entregaban a los civiles, que eran miembros de la delincuencia.
Esta práctica se cometió con mayor frecuencia en el Gobierno duartista, sin embargo, también se denunciaron casos durante la administración de Fidel Herrera, que para entonces, según informes oficiales, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Zetas, las organizaciones criminales más sanguinarias del país, ya operaban en el estado.
Hasta la fecha se desconoce la cifra exacta de personas desaparecidas en Veracruz. Familiares de las víctimas han llevado a la Corte Penal Internacional (CPI) una denuncia para que se juzgue a Duarte de Ochoa y Arturo Bermúdez por crímenes de lesa humanidad.
La Corte de La Haya desglosa 15 formas de considerarse un crimen contra la humanidad enumeradas en el Estatuto de Roma, entre los que se incluyen delitos como el asesinato, la violación, el encarcelamiento, las desapariciones forzadas, la esclavitud especialmente de mujeres y niños, la esclavitud sexual, la tortura, el apartheid y la deportación.
De ser admitida la querella, los jueces podrían condenar a Javier Duarte, Arturo Bermúdez Zurita o a quien resulte responsable de las desapariciones forzadas en Veracruz, hasta por 30 años de prisión, y en circunstancias excepcionales, cadena perpetua.
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Pese a que el Gobernador Yunes aseguró desde su campaña que no daría un paso atrás en su determinación de ir contra la mafia, las cifras oficiales indican que su promesa quedó sólo en eso.
En mayo de 2016 cuando era candidato de la alianza “Unidos para rescatar Veracruz”, el mandatario estatal se comprometió a que si llegaba al gobierno estatal recuperaría la seguridad para los veracruzanos en seis meses. En otros mensajes, “viendo a cámara”, prometió que en apenas 60 días.
La violencia con Yunes podría alcanzar a la registrada con su predecesor. Durante el primer año de Javier Duarte se contabilizaron 890 homicidios dolosos y septiembre fue el mes con más muertes con 101 decesos. De enero a julio de este 2017 hubo un total de 931 homicidios dolosos, siendo junio el más violento de la entidad en este año con 165 ejecuciones.
De seguir la tendencia a lo largo de los meses restantes, para diciembre se habrán rebasado el número de muertes violentas del peor año del ahora ex priista.