De acuerdo con testimonios, Gaspar Gómez Jiménez, el ex Alcalde de Hueyapan de Ocampo, empleaba a la policía municipal “para reprimir a quienes consideraba sus enemigos”. Y el jefe de esa policía era Sergio Cervando Montalvo López, “El Cachorro”, un ex elemento del Ejército mexicano que después de renunciar, fue ejecutado.
“El Cachorro” estaba señalado desde 2012 en diversas denuncias interpuestas por Cándido Ríos Vázquez, el último periodista asesinado en Veracruz. Ríos lo relacionaba al entonces Alcalde, Gaspar Gómez Jiménez, a quien acusó de perseguirlo.
El periodista estaba bajo protección de la Secretaría de Gobernación. No sirvió de nada.
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Por Laura Rojas
Veracruz, 25 de agosto (BlogExpediente/SinEmbargo).- Los amigos de Cándido Ríos Vázquez, "Pabuche", asesinado el martes por la tarde en Juan Díaz Covarrubias, acusan que cuando era Alcalde por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gaspar Gómez Jiménez empleaba a la policía municipal para reprimir a quienes consideraba sus enemigos, "Pabuche" entre ellos.
“El brazo armado para reprimir era su jefe de la Policía Municipal, Sergio Cervando Montalvo López, ‘El Cachorro’, un ex elemento del Ejército mexicano que se metió de policía municipal en Hueyapan de Ocampo, y terminó como operador para el cártel de Los Zetas, en el sur de Veracruz”, dijo uno de ellos a BlogExpediente.
Además de ser señalado como autor de varias golpizas y detenciones injustificadas contra “Pabuche”, el ex militar es mencionado en las investigaciones por el homicidio, en 2014, del periodista Gregorio Jiménez, en Coatzacoalcos.
Los cinco sicarios detenidos junto con Teresa de Jesús Hernández como autores materiales e intelectual del homicidio del periodista Gregorio Jiménez, operaban para un grupo que era coordinado por el ex jefe de la Policía de Hueyapan.
El mando policial renunció seis meses antes de que Gaspar Gómez terminara el cargo de Alcalde. En ese tiempo, de acuerdo con datos oficiales, se dispararon los secuestros, robos, extorsiones y tránsito de personas armadas por los caminos de Hueyapan.
Los detenidos por el caso Gregorio Jiménez afirmaron que respondían a órdenes de “El Cachorro’. Pero que el encargo de dar muerte al periodista, había sido por órdenes directas de su “suegra”, Teresa de Jesús Hernández, madre de una joven con quien “El Cachorro” sostenía una relación amorosa.
Teresa de Jesús Hernández está detenida. Operaba un bar, El Palmar. De acuerdo con distintas fuentes consultadas, “[el bar] nunca fue cerrado, era intocable. Amenazaba con levantar, desaparecer o golpear a quien le generara problemas”.
“En ese bar trabajaban centroamericanas que eran conectadas en la zona de Coatzacoalcos para laborar como ficheras, meseras o prostitutas mientras juntaban recursos para seguir con el viaje a los Estados Unidos, y Teresa de Jesús Hernández aprovechaba para exprimirlas”, dijo la fuente.
En la región se cuenta que después de presentar su renuncia al cargo, “El Cachorro” ingresó de lleno a las filas de los Zetas. Operaba, se dice, “toda clase de negocios en la región de Hueyapan hasta Coatzacoalcos”.
“Sólo había una persona por encima de él: su jefe, Hernán Martínez Zavaleta, ‘El H’”.
Martínez Zavaleta fue detenido en junio pasado a raíz del multihomicidio de cinco miembros de una familia en la colonia Nueva Calzadas, de Coatzacoalcos.
“Cuando había operativos del Mando Único en donde se detenía y desaparecía a miembros del grupo Los Zetas, o ‘La Raza’, como se les conoce en el bajo mundo de Coatzacoalcos, ‘Cachorro’ era el encargado de organizar bloqueos en los principales accesos de la ciudad, enviando halcones, adictos y huéspedes frecuentes de los separos del penal Ostión Duport para presionar a las autoridades”, dijo un cercano al periodista.
El Veracruz, como en gran parte del país, hablar abiertamente sobre temas de seguridad puede costar la vida. Por eso, los entrevistados optaron por no revelar sus identidades.
“La ciudad era bloqueada por docenas de personas que llegaban de las colonias de Coatzacoalcos y de otros municipios, traída en camiones que por lo regular eran pagados por el ex mando de Gaspar Gómez Jiménez”, agregó.
La carrera de Montalvo López, de 31 años, terminó en marzo del 2015 en Yanga, Veracruz. Allí apareció asesinado junto a su chofer. "El Cachorro" murió como murieron muchos de sus enemigos: a golpes en la cabeza con un objeto contundente.
Días después de su muerte, el ex Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras declaró que “El Cachorro” no estaba implicado en el homicidio de Gregorio Jiménez. La Fiscalía no contaba con orden de captura para él.
“El Cachorro”, sin embargo, sí estaba señalado desde 2012 en diversas denuncias interpuestas por Cándido Ríos Vázquez por presuntos ataques ordenados por el ex Alcalde Gaspar Gómez Jiménez, a quien la familia del periodista señala como el autor del homicidio.
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UN VIDEO AMENAZADOR
En un video que subido a redes sociales por el ex Edil, horas antes del homicidio de cuatro disparos contra “Pabuche”, afirma:
“Te voy a partir la madre”, como “ya te la partí una vez estando en el municipio”.
Ciertamente, el periodista denunció ante el Mecanismo de Protección de la Secretaría de Gobernación que le habían puesto más de una paliza. El autor: el Alcalde priistA.
En la última detención, la policía de Gaspar Gómez le propinó a “Pabuche” una golpiza que lo dejó lisiado. Cojeaba de una pierna. Además, presentaban una hernia en un costado que le generaba malestar en los costados.
La familia cuenta que por esa última golpiza, “‘Pabuche’ fue obligado a caminar sobre espinas, vejado y golpeado por oficiales de la municipal, y horas después, lanzado al monte, semidesnudo”.
"Pabuche" se alegó un tiempo de los medios de comunicación para recuperar su salud, y regresó con el mismo ímpetu, lanzando críticas Gaspar Gómez.
Lo criticaba duramente por ir en su tercer intento por ser Alcalde del pueblo, en el pasado proceso electoral, en el cual quedó en el sexto lugar, con 2 mil 808 votos.
La familia del tercer comunicador asesinado en el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, del Partido Acción NAcional (PAN), acusan incluso que el ex Alcalde arribaba a la casa del “Pabuche” para amenazarlo y pedirle que dejara de escribir material en su contra, que le pesaría. Nunca iba solo, siempre con sus policías.
LA UNESCO CONDENA EL ASESINATO
La Unesco condenó hoy el asesinato de Cándido Ríos, quien gozaba de protección del Gobierno federal, y pidió a las autoridades mexicanas que "mejoren" la seguridad de los periodistas para que puedan informar al público "sin miedo por sus vidas".
Así lo anunció hoy en un comunicado la directora general de la Unesco, la búlgara Irina Bokova, quien también demandó a las autoridades que lleven ante los tribunales a los que cometieron el asesinato.
Ríos, corresponsal del Diario de Acayucán y fundador de La Voz de Hueyapan, fue asesinado el pasado día 22 a tiros en el municipio de Hueyapan de Ocampo (sur del estado de Veracruz) junto al ex inspector de la policía municipal de Acayucán Víctor Antonio Alegría y a otra persona.
México, considerado uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas, registra nueve informadores asesinados en lo que va de 2017: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez, Filiberto Álvarez, Javier Valdez, Jonathan Rodríguez, Salvador Adame y ahora Ríos.