Economía

El salario mínimo no aguanta a diciembre: debe aumentar ya 14 pesos, demandan más de 80 ONGs

01/07/2017 - 12:30 pm

Aunque las autoridades negaron a finales de 2016 cualquier posibilidad de un segundo aumento al salario mínimo para 2017, una nueva posibilidad se asoma: la Coparmex y organizaciones civiles alzaron la voz para continuar con la exigencia de que se llegue a los 94 pesos diarios, como lo marca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social aventaron el balón a otra cancha y aseguraron que ellos abogarán por ese aumento cuando el sector empresarial se ponga de acuerdo al respecto.

El objetivo principal de la exigencia de la sociedad civil es que para en diciembre de este año el aumento de 2018 se analice a partir de una base de 94 pesos diarios, ya que así el debate no se centraría en cubrir la canasta básica, sino en la recuperación del poder adquisitivo.

Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).– La evidencia muestra que aumentarle 14 pesos al salario mínimo de manera gradual es posible, viable y necesario. Y no sólo para los que ganan esa cantidad de dinero sino porque el monto ya se convirtió en un freno de mano para la economía del país, planteó el colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.

En estas últimas semanas se reanudó el debate que busca aumentar el salario mínimo y ahora no hay argumento oficial documentado que permita decir que no es conveniente, sino todo lo contrario, aseguró Héctor Rubio Trejo, coordinador de Relaciones Institucionales de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, colectivo que conforman más de 80 organizaciones civiles.

El pasado jueves se realizó una protesta a las afueras de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) para entregar la propuesta de aumentar 14 pesos el salario mínimo. Antes, la Confederación Patronal de la República mexicana (Coparmex) instó a la misma entidad a considerar el aumento de los 14 pesos para este mismo año.

De acuerdo con Rubio Trejo, Basilio González Núñez, titular de la Conasami, aseguró en la entrega de la propuesta que existen condiciones para el aumento sin que éste desate la inflación, pero que se dará luego de que todas las partes involucradas lleguen a un consenso.

Lo mismo, agregó, dijo Alfonso Navarrete Prida, Secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS): primero los empresarios tienen que estar de acuerdo, para luego sentarse a la mesa a negociar.

“En México el monto del salario mínimo es tan bajo que el efecto que genera es un freno de mano para toda la economía y la señal que se manda a la sociedad es mucho más grave, porque lo que nos dice es el valor que le damos al trabajo y para las personas que trabajamos, si el trabajo es o no el medio para procurase una vida digna y oportunidades en el futuro. Ese es el peso de esta discusión”, comentó Rubio Trejo.

A finales de 2016, el aumento al salario mínimo fue uno de los debates más importantes para la sociedad civil y académicos. Finalmente el salario pasó de 73.04 pesos a 80.04, conformado por 3 pesos de aumento anual y 4 pesos derivados del Monto Independiente de Recuperación (MIR). La cantidad fue considerado como positivo, porque significaba una recuperación gradual del salario.

Sin embargo, cuatro semanas después, el aumento a las gasolinas y el aumento del precio del dólar aniquiló los planes.

Pero al mismo tiempo también acabó con uno de los argumentos que por años se utilizó para no aumentar el salario: la inflación. Desde diciembre a la fecha, ninguna minuta del Banco de México ha señalado que el aumento salarial contribuyó al crecimiento inflacionario.

Para Acción Ciudadana, en diciembre de 2016 se dio por primera vez un incremento al salario mínimo que rompía una tendencia de más de 40 años y que consistía en el empobrecimiento de los trabajadores como política laboral desde el Gobierno federal; significó una ruptura con esa tendencia y abrió el proceso abierto y permanente de revisión del salario mínimo para lograr progresivamente su recuperación.

Los 14 pesos que se exigen son los necesarios para estar a la par de la línea ede pobreza establecida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

De acuerdo con la última medición de 2014, una de cada cinco personas recibió un salario tan bajo que aunque lo hubiera destinado íntegro para comprar la canasta básica, ésta seguiría inalcanzable, por su valor de mil 243 pesos mensuales por persona; más de la mitad de la población tiene un ingreso inferior a los 2 mil 542 pesos mensuales.

“Dadas todas las condiciones y la evidencia, se tiene que pensar en las personas que trabajan diario y que están obligados a vivir en condiciones de pobreza por culpa del monto del salario. Se debe revisar y se debe definir esta ruta gradual de recuperación salarial entre autoridades, empresarios, sindicatos y demás especialistas en el tema”, sostuvo Rubio Trejo.

SIN ARGUMENTOS PARA NO HACERLO

En entrevista con SinEmbargo, Héctor Rubio comentó que uno de los principales argumentos para promover el aumento es la violación flagrante a la Constitución, ya que esta establece que el salario debe representar lo suficiente para la vida del trabajador y de su familia y el monto que se ha definido del salario no es suficiente para eso.

También se recurrió a las cifras del Coneval como un órgano del Estado mexicano que define una línea de bienestar, que es lo mínimo necesario para cubrir la canasta alimentaria y la no alimentaria, que incluye transporte, vivienda, educación, todo en un nivel mínimo.

El monto que definió Coneval es 94 pesos y por eso la exigencia es subirlo 14 pesos.

“Hemos visto desde diciembre de 2016 que se ponen sobre la mesa dos tipos de argumentos en contra del aumento al salario. El primero es que si se incrementa, incrementará la informalidad, el desempleo y afectará a los empleadores y patrones. Pero tras el incremento de diciembre del año pasado, de acuerdo con datos del IMSS y del Banco de México, muestra que no ha crecido la informalidad ni el desempleo y, por el contrario, se han generado más”, comentó Rubio.

En consecuencia, agregó, son los propios empleadores como la Coparmex y otros más que están avalando un mayor incremento al salario mínimo porque han visto que de esta manera se fortalece el mercado interno.

“Argumentan que aumentar el salario mínimo detonaría un aumento inflacionario. Y de nuevo: revisando las minutas mensuales del Banxico se plantea que sí ha habido un incremento inflacionario, pero por la variación de la moneda con respecto al dólar y el alza de gasolinas y energía eléctrica. Esos son los factores que explican el aumento inflacionario. No hay una sola mención al salario mínimo en las minutas del Banco de México, ni siquiera como un elemento de alerta”, agregó.

El documento de la propuesta prevé que el aumento pueda ser progresivo; que sean varias entregas hasta llegar a los 14 pesos revisando todos los factores económicos y la viabilidad.

De acuerdo con el especialista, México se ha quedado rezagado en dos aspectos a nivel internacional: en el monto del salario (que es el más bajo de Latinoamérica) y en cuanto al debate, “hay experiencias internacionales lejanas y cercanas y vemos que los argumentos que aquí se utilizan para no subirlo, ya están prácticamente derrotados. Hay evidencia que dice que el resultado es positivo para mejorar la calidad de vida no solo de las personas que reciben el salario mínimo, sino del grueso de la economía. En México persisten muchas voces en tratar de argumentar en contra del salario mínimo sin evidencia, sino a partir de mitos, dogmas y posiciones ideológicas que no tienen evidencia que las respalde”.

Ahorita la bolita está en la cancha de los empresarios. Rubio Trejo llamó a estar atentos sobre las discusiones que haya en ese gremio para que se conozcan de manera abierta los argumentos y las preocupaciones para tener la posibilidad de revisarlos y dar una discusión al respecto.

El asunto, dijo, será sentar a dialogar a los órganos empresariales y luego defender, de entrada, los 14 pesos.

“Lo que habría que esperar es que esta decisión y este aumento se puedan dar lo más pronto posible, antes de diciembre, para que ese mes se dé la nueva discusión de cara al salario mínimo de 2018 y a partir del umbral de 94 pesos. Urge lograr esos 14 pesos en los meses próximos para que en diciembre la nueva definición del salario mínimo sea arriba de la línea de bienestar que define el Coneval y, entonces sí, empezar la discusión sobre la recuperación del poder del salario”, concluyó.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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