Los efectos de propagación de las políticas entre países pueden tener repercusiones mundiales. Por ello "la importancia de normalizar la política monetaria de manera gradual y sostenida, pero también el riesgo de actuar demasiado tarde", dijo el director general del BPI.
Por Arantxa Iñiguez
Fráncfort (Alemania) 25 de junio (EFE).- El Banco de Pagos Internacionales (BPI) considera que los bancos centrales deben continuar con la normalización de sus políticas monetarias de una manera gradual y transparente.
El BPI, que celebra hoy su asamblea general anual y tiene su sede en la ciudad suiza de Basilea, también ha publicado su informe anual, en el que analiza la situación de la economía global y de los mercados financieros en el último año, que ha mejorado en ambos casos.
El director general del BPI, Jaime Caruana, dijo en la asamblea que "aunque el ritmo y el momento de dicha normalización dependen de las circunstancias particulares de cada país, algunos retos son comunes".
"Los niveles de deuda han seguido creciendo en todo el mundo y numerosos activos parecen estar sobrevalorados", advirtió Caruana.
"La combinación de bajos niveles de volatilidad en los mercados y escasos rendimientos de los títulos de deuda podría apuntar a posibles riesgos de reversión", dijo ante el peligro de que se tomen riesgos excesivos.
Los efectos de propagación de las políticas entre países pueden tener repercusiones mundiales.
Por ello "la importancia de normalizar la política monetaria de manera gradual y sostenida, pero también el riesgo de actuar demasiado tarde", dijo el director general del BPI.
La política monetaria, dice el BPI, continuó muy acomodaticia, "con tasas de interés nominales y reales todavía en niveles muy bajos y con los balances de los bancos centrales aún voluminosos o, incluso, en expansión".
Hay un riesgo de actuar demasiado pronto y demasiado rápido pero también de hacerlo demasiado tarde porque después habría que hacerlo de forma más abrupta e intensa para evitar el calentamiento de la economía, según el BPI, que asiste a los bancos centrales.
El jefe del departamento Monetario y Económico del BPI, Claudio Borio, dijo al presentar el informe que en un año las cosas han cambiado mucho y que tras el referéndum en el Reino Unido a favor de abandonar la Unión Europea (UE), "el pesimismo dio paso a la confianza".
"Las elecciones presidenciales en Estados Unidos fue el detonante de un vuelco en los mercados financieros", que ganaron dinamismo y mucho mayor apetito por el riesgo, añade Borio.
"Ha bastado un año para que las condiciones económicas pasen a ser las más favorables desde la Gran Crisis Financiera", dijo Borio.
El crecimiento se ha reforzado considerablemente y se prevé que pronto regrese a sus promedios de largo plazo, las tasas de desempleo han vuelto a niveles consistentes con el pleno empleo, en algunos casos, y la inflación se ha acercado a los objetivos de los bancos centrales.
En EU y el Reino Unido, países muy afectados por la crisis, el desempleo ha vuelto a niveles anteriores a la crisis y en Japón se ha situado muy por debajo.
Pero el BPI advierte de que "el hecho de que el reciente repunte de la inflación se haya debido fundamentalmente a la subida de los precios del petróleo no es motivo para relajarse, ya que estas señales podrían augurar repunte mayo más adelante".
La debilidad de la inflación subyacente ha sido el argumento usado por el BCE para mantener los estímulos.
Aunque el BPI reconoce que no parece que la inflación vaya a subir de manera sustancial y duradera.
Si la política monetaria se endurece demasiado rápido en EU, con la consiguiente apreciación del dólar, muchas economías emergentes que están muy endeudadas en esta divisa verían incrementar mucho la devolución de la deuda.
Entre 2009 y finales de 2016, el crédito en dólares a bancos en otros países creció un 50 por ciento, hasta 10.5 billones. En el caso de las emergentes se duplicó, hasta los 3.6 billones de dólares.
La Reserva Federal (Fed) incrementó en junio los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta entre el 1 y el 1.25 por ciento, y dijo que prevé una subida de los tipos de interés este año y tres en 2018.
El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo los tipos de interés en el mínimo histórico del 0 por ciento y seguirá cobrando a los banco un 0.4 por ciento por el exceso de reservas pero dijo que no prevé bajar más las tasas.
El Banco de Japón (BoJ) y el Banco de Inglaterra (BoE) también dejaron inalteradas sus tasas cerca del 0 por ciento.
El Banco Popular de China ha dejado los tipos de interés a un año en el 4.35 por ciento.
El BPI prevé que la normalización se produzca "en rachas" y que los bancos centrales tanteen el terreno en función de cómo evolucione la situación.
Brasil, Indonesia, Austria, Nueva Zelanda bajaron los tipos tras la caída de la inflación, pero México y Turquía los subieron porque sus divisas se depreciaban con fuerza.