El día de hoy, el Presidente Enrique Peña Nieto se refirió por primera vez a las denuncias sobre el uso de tecnología para intervenir ilegalmente telecomunicaciones de personas vinculadas al trabajo periodístico, a investigar y denunciar la corrupción, y a la defensa de los derechos humanos.
Las mismas víctimas de este espionaje y ONGs consideraron que las expresiones del Primer Mandatario condenan al fracaso de la investigación que exigieron, además de que exhiben la debilidad del Estado mexicano.
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Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- El Presidente Enrique Peña Nieto ordenó a la Procuraduría General de la República (PGR) investigar el espionaje, pero a la vez exoneró al Estado de la culpa y amenazó a las víctimas, periodistas y defensores de derechos humanos respondieron hoy organizaciones civiles al discurso que el mandatario dio este día sobre el escándalo #GobiernoEspía.
Hoy, en México y en el mundo, desde Naciones Unidas hasta el PEN, organización internacional de defensa de la libertad de expresión, presionaron al gobierno mexicano para que responda a las acusaciones de que utiliza el malware Pegasus para espiar a sus críticos y opositores.
El mandatario dijo en un evento que su gobierno no es culpable, pero a la vez pidió a la PGR investigar, y también le ordenó que encuentre a lo que él llamó "responsables" por haber difundido lo que también él considera "mentira".
En ese mismo discurso, el Jefe de Estado dijo que él mismo era víctima de espionaje, pero que "tenía cuidado".
Estas declaraciones han puesto en alerta a los grupos civiles que señalan como culpable del espionaje al Gobierno de México.
Pegasus, un software de espionaje producido por una empresa israelí, sólo puede ser vendido a los gobiernos.
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"En su discurso, el Presidente Peña Nieto rechazó la vulneración de la privacidad de todas las personas y ordenó una investigación. Asimismo, aceptó que el Estado mexicano efectivamente cuenta con la tecnología de espionaje en cuestión. Al mismo tiempo, sin embargo, el Primer Mandatario realizó diversas expresiones impropias de su investidura y en extremo preocupantes", condenaron las organizaciones CentroProdh, Artículo 19, SocialTic, El Poder del Consumidor, Red en Defensa de los Derechos Digitales y el Instituto Mexicano para la Competitividad.
En su primera reacción pública por el escándalo, señalaron, Peña Nieto condenó al fracaso la indagatoria al afirmar que “[…] Resulta muy fácil señalar y apuntar; resulta muy fácil convocar para que se señale al gobierno como alguien que espía, como una entidad que espía. Nada más falso que eso”.
"Es decir, el Titular del Ejecutivo calificó, sin que mediara una indagatoria, como falsas las denuncias y exoneró de antemano a su gobierno de cualquier responsabilidad. Dado que la investigación aún no ha comenzado, el Mandatario carece de elementos técnicos y jurídicos para afirmar que las denuncias son falsas y, por el contrario, los informes científicos realizados hasta ahora apuntan en otra dirección.
"Que el Presidente de la República descarte a la ligera una denuncia de esta gravedad, pone en entredicho la posibilidad de que se conduzca una investigación seria, objetiva, transparente y efectiva; de nada sirve que se instruya a que se realice una indagatoria si el Presidente anuncia con antelación su posterior y fallido resultado", expresaron.
Además, agregaron, el Presidente de la República normaliza la gravedad de las denuncias y minimiza las consecuencias en la vida de las personas que han denunciado las intervenciones, al señalar que “ninguna de las personas que se sienta agraviada puede afirmar o mostrar o evidenciar siquiera que su vida se haya visto afectada por esas supuestas intervenciones y por ese supuesto espionaje”.
La expresión que más grave les pareció a las organizaciones fue cuando Peña Nieto aceptó que él mismo podría ser objeto de espionaje, lo que "confirma que en México la vigilancia está fuera de control y debería motivar una profunda investigación".
Por último, refirieron, el Presidente profirió una muy preocupante amenaza a las personas denunciantes.
"En suma, al condenar al fracaso las investigaciones, al normalizar el impacto de los intentos de espionaje en la vida de las personas, al restar importancia a las intervenciones y, sobre todo, al proferir una preocupante amenaza a las y los denunciantes, el Presidente Peña Nieto ha mostrado que no será capaz de investigarse a sí mismo".
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A su vez, Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió "a las autoridades mexicanas que investiguen cuanto antes este caso y se pronuncien públicamente".
Recordó que en su informe publicado el pasado 12 de marzo ya había señalado el riesgo de que las autoridades mexicanas estuvieran "abusando" de la vigilancia, tras las primeras revelaciones de compra y uso de esta tecnología.
"La cibervigilancia, un negocio muy lucrativo, es una de las armas preferidas de los predadores de la libertad de prensa", sentenció la organización.
En tanto, la periodista Carmen Aristegui, víctima del espionaje,señaló que Peña Nieto ha dado una respuesta inaceptable.