Desde el 2011, tras el divorcio de la pareja y el respectivo juicio, a la madre le fue entregada la custodia de los tres pequeños, y desde aquella fecha, Leopoldo, el padre de las víctimas, interpuso recursos en contra de la mujer; de acuerdo con un argumento para esta resolución, reveló este día el diario Reforma, la madre tuvo dos intentos de suicidó anteriormente y, añadió, se negó a hacerlos públicos. Debido a esta negativa, a Mireya le fue girada una orden de arresto y multas.
Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).- Un juicio para decidir la custodia de tres pequeños terminó en tragedia: cinco muertos y una persona herida.
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Según los reportes, este trágico final fue derivado de la resolución debido a un proceso jurídico por obtener la custodia tres pequeños; por una parte, la madre denunció que sus hijos sufrían abuso sexual por parte del padre de estos, por otra, el acusado aseguró que la madre sufría problemas mentales, pues ésta intentó quitarse la vida anteriromente.
El diario Reforma reveló que dentro del juicio de la custodia, un juez familiar exhorto a los padres de los pequeños, un niño de 10 años y unas gemelas de 6, a llevarlos a la Dirección y Evaluación Psicológica para Apoyo Judicial del Tribunal Superior de Justicia capitalino para que se analizara su estado mental y así ayudar a esclarecer los hechos para decidir quién debería cuidar a los niños.
Además, en estas sesiones es posible determinar si alguien ha sufrido alienación, un condicionamiento de la personalidad impuestos al individuo por alguien, en este caso por los padres, para que los niños tomen partido por alguna de las dos partes, y en el caso de que se encuentre rastros de esta especie de manipulación, puede ser castigado hasta con seis años de carcel.
Así pasaron seis largos años, los últimos de su vida, según lo relatado por la propia Mireya, madre de los pequeños a los que decidió arrancarles la vida.
Desde el 2011, tras el divorcio de la pareja y el respectivo juicio, a la madre le fue entregada la custodia de los tres pequeños, y desde aquella fecha, Leopoldo, el padre de las víctimas, interpuso recursos en contra de la mujer.
Principalmente, trascendió, por no llevarlos a la Dirección y Evaluación Psicológica.
Ayer, Excélsior difundió un fragmento del programa de Francisco Zea en ImagenTV donde Mireya denuncia en octubre pasado su situación. Acusa que las juezas que llevaron su caso omitieron los estudios que realizó el DIF y otras asociaciones civiles en defensa de los derechos de la niñez y decretaron “alienación parental” de los niños.
“He estado luchando contra un pederasta, contra un sistema de corrupción”, dice la madre. Explicó que vivió 6 años con el agresor de sus hijos y, cuando estaba embarazada de las niñas, su hijo comenzó a dar señales de ser abusado.
Mireya dijo en el programa que el padre, abogado de profesión, les hizo amenazas de muerte y continuaba abusando de una de sus hijas. “Mi hija sigue siendo abusada en el centro de convivencias”, denunció entonces.
Tras las sesiones y recopilación de otros estudios psicológicos, el 30 de mayo pasado, Cristina Espinosa, la juez 10 familiar, decidió dar al padre la custodia de los pequeños.
De acuerdo con un argumento para esta resolución, reveló este día el diario Reforma, la madre tuvo dos intentos de suicidó anteriormente y, añadió, se negó a hacerlos públicos. Debido a esta negativa, a Mireya le fue girada una orden de arresto y multas.
Tras este presunto desacato de la madre, se dio a conocer que los niños ya no fueron llevados más a la escuela y permanecían encerrados en casa, orando.
Ahí fue cuando Mireya, de 38 años decidió matarlos y suicidarse en su casa en la delegación Magdalena Contreras con sustancias tóxicas. Los padres de la mujer, Enrique y Rosa María, a quienes también les habrían prohibido ver a los niños, también ingirieron las sustancias, sin embargo, la abuela sobrevivió y permanece internada.
Ayer, Joaquín González Rivas, abogado de Mireya, acusó en entrevista con Radio Fórmula, al sistema de Justicia capitalino de “arcaico y deshumanizado”.
De acuerdo con González, Mireya había recurrido a él en la asociación Desarrollo Integral de Personas Violadas A.C., donde denunció que el padre de sus tres hijos abusaba física y sexualmente de ellos, razón por la que la mujer peleaba la custodia de los menores.