Las poco habituales acciones en la capital iraní llevaron al Ministerio de Interior a convocar una reunión de seguridad de emergencia, según la agencia de noticias estatal IRNA. Las autoridades pidieron a la población que evite viajar en transporte público hasta nuevo aviso.
Teherán, Irán, 7 de junio (AP).- El asedio al parlamento de Irán, que duró varias horas el miércoles, terminó con 12 muertos y 42 heridos, según una agencia noticiosa oficial. El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó la autoría este ataque y otro al mausoleo del ayatolá Ruhola Jomeini en la capital del país, Teherán.
Esta es la primera acción en suelo iraní reivindicada por la milicia radical, que está en guerra con fuerzas respaldadas por Irán en Siria e Irak. En un mensaje publicado a través de su agencia de noticias Aamaq, el grupo aseguró que sus combatientes estaban detrás de los asaltos.
El asalto comenzó a media mañana cuando los extremistas, armados con rifles Kalashnikov, entraron por la fuerza en el parlamento. Uno de ellos se inmoló en el interior, donde se celebraba una sesión, según un comunicado emitido en la televisora estatal.
El viceministro de Interior, Mohammad Hossein Zolfaghari, dijo a la televisora estatal que los agresores, que parecían ser hombres, vestían ropas femeninas.
La agencia noticiosa Mizan Online, filial del poder judicial, atribuyó las cifras de víctimas al jefe del departamento de emergencias, Pirhossein Kolivand.
Un video de 24 segundos de duración publicado por Aamaq muestra supuestamente el sitio desde el punto de vista de uno de los autores. La grabación, distribuida por SITE Intelligence Group, muestra a un pistolero y el cuerpo inerte y ensangrentado de un hombre tendido en el piso junto a una mesa.
En las imágenes, una voz alaba a dios y dice, en árabe: “¿Creen que nos iremos? Nos quedaremos si Dios quiere”. Otra voz repite las mismas palabras. Los dos parecen repetir un eslogan muy extendido de EI.
Un reportero de The Associated Press vio varios francotiradores de la policía en las azoteas de los edificios próximos al parlamento. Las tiendas de la zona estaban cerradas y podían oírse el sonido de los disparos. Según testigos, los asaltantes disparaban desde la cuarta planta del edificio de la cámara a la gente que pasaba por la calle.
"Yo pasaba por una de las calles. Pensé que se trataba de niños jugando con fuegos artificiales, pero me di cuenta de que la gente se estaba escondiendo y tumbándose en las calles”, dijo a la AP Ebrahim Ghanimi, que estaba en las inmediaciones del parlamento en el momento del asalto. "Con la ayuda de un taxista, llegué a un callejón cercano".
Helicópteros policiales sobrevolaban el edificio del parlamento y las líneas de telefonía móvil desde el interior quedaron inhabilitadas. Todas las entradas y salidas del inmueble estaban cerradas y los legisladores y periodistas recibieron la orden de permanecer en el interior de la cámara, reportó la agencia de noticias semioficial ISNA.
El presidente del parlamento iraní, Ali Larijani, calificó el asalto de acto cobarde.
“Irán es un pilar activo y efectivo en la lucha contra los terroristas y ellos quieren dañarlo”, dijo.
Poco después de inicio del ataque al parlamento, un suicida y otros asaltantes atacaron el mausoleo, ubicado justo a las afueras de Teherán, según la televisora estatal. Un guarda de seguridad murió en el asalto al mausoleo, uno de los agresores fue abatido por guardas de seguridad y una mujer fue detenida, agregó.
Además de las víctimas, el ataque al mausoleo de Jomeini tiene una importancia simbólica. Como primer líder supremo de Irán, Jomeini es una figura destacada en el país y fue el líder de la revolución que derrocó al sha en 1979.
Un periodista de AP vio a efectivos de las fuerzas de seguridad, algunos uniformados y otros vestidos de civil, alrededor del enorme y ornamentado mausoleo, en las afueras de la capital.
Estado Islámico suele atribuirse ataques en todo el mundo, incluso aunque los vínculos con el grupo no puedan confirmarse o parezcan dudosos. Las autoridades iraníes no dijeron quien estuvo detrás del ataque.
Extremistas suníes, entre los que se incluye EI, desprecian a la República Islámica, que en el pasado fue atacada también por insurgentes árabes.
Las poco habituales acciones en la capital iraní llevaron al Ministerio de Interior a convocar una reunión de seguridad de emergencia, según la agencia de noticias estatal IRNA. Las autoridades pidieron a la población que evite viajar en transporte público hasta nuevo aviso.