Entre las principales causas que ponen en peligro al yaguareté se encuentra la caza indiscriminada por parte de los encargados de las fincas ganaderas, por considerarlos un peligro para el ganado.
Asunción, 20 de mayo (EFE).- Las autoridades alertan de la posible extinción del yaguareté (pantera onca) en Paraguay, donde hay entre 300 y 500 ejemplares, que están amenazados por la acción de las empresas ganaderas y por las reducidas multas que se aplican por causar la muerte del felino.
Si bien el número de 500 ejemplares es el mínimo necesario para la supervivencia de la especie, la Secretaría del Ambiente (Seam) cree que la cifra de yaguaratés (jaguar en lengua guaraní) en Paraguay se acerca más a los 300, lo que facilita un aumento de la endogamia.
"Por debajo de 500, suelen ocurrir efectos adversos que tiene que ver con la endogamia, es decir ya se están mezclando entre grupos familiares, por lo cual son más comunes las enfermedades y malformaciones", dijo a Efe Rocio Barreto, directora de Vida Silvestre de la Seam.
Barreto explicó que los cálculos sobre la población de yaguaratés son fruto de estudios llevados a cabo por "cámaras trampa", aparatos ubicados en árboles de los bosques, o cercanos a aguadas, que detectan su movimiento y toman una fotografía del ejemplar, que sirve luego para identificar y contabilizar al felino.
Añadió que la identificación de los ejemplares es posible debido a las manchas o rosetas de la piel, las cuales son diferentes en cada yaguareté y esto posibilita identificar al espécimen, como lo haría una huella dactilar en los seres humanos.
Barreto dijo que entre las principales causas que ponen en peligro al yaguareté se encuentra la caza indiscriminada por parte de los encargados de las fincas ganaderas, por considerarlos un peligro para el ganado.
Además, Barreto indicó que la multa por matar un yaguareté es de un millón de guaraníes (200 dólares), un monto ínfimo por la vida de un animal que es el emblema nacional.
Barreto subrayó que la Seam busca trabajar con la Asociación Rural del Paraguay (ARP), el gremio agroganadero más importante del país, para concienciar a los empresarios rurales sobre la necesidad de preservar el yaguareté.
En ese sentido, mencionó alternativas como mantener el hato ganadero lejos del ecosistema de los felinos o establecer las aguadas dentro de los bosques para que no busquen el agua en las fincas.
Y también incrementar las medidas de alarma en esas fincas ganaderas ante la presencia del yaguareté.
"Usar por ejemplo animales que puedan avisar de la presencia de la pantera, colocar campanas, colocar luces que se enciendan en cuanto divisen un animal que se encuentra fuera del cercado", dijo Barreto.
También mencionó la posibilidad de posicionar a las fincas ganaderas que son zonas de influencia del yaguareté como destinos de ecoturismo.
"¿Cuánto pagaría un turista por conocer a la pantera onca? Si se sabe que en una propiedad determinada existe (un yaguareté) se pueden hacer programas que sean rentables", dijo Barreto.
Barreto agregó que se trata de una problemática regional, ya que anteriormente la zona de influencia de la pantera onca llegaba incluso hasta el Uruguay, pero que se fue extinguiendo.
Destacó que se realizan trabajos a nivel regional, como en el de "Chiqui", el ejemplar macho que fue exportado por Paraguay a la provincia argentina de Corrientes para participar de un programa que busca reintroducir a la especie en los Esteros del Iberá, donde se encuentra extinta desde hace casi 50 años.
En Argentina quedan menos de 200 ejemplares, ubicados en su mayoría en pequeñas zonas de bosque de Salta y de Jujuy y en la reserva de Misiones.
Los yaguaretés son animales solitarios que tienen entre dos y tres crías y recorren una superficie de algo más de 25 kilómetros por día.