Siete de cada 10 diabéticos sufren amputaciones de alguna extremidad inferior, por lo que investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) proponen esta solución como una alternativa farmacoterapéutica en el tratamiento de esas lesiones, pues además de efectivo, es más barato y su rango de seguridad mucho mayor.
Ciudad de México, 6 de mayo (SinEmbargo/Infobae).– Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en México, mostraron lo exitoso que puede ser el uso de la baba de caracol para tratar a enfermos de diabetes mellitus que tienen lesiones en alguna de sus extremidades derivadas de este mal.
Los científicos sintetizaron óxido de zinc, adicionado con tres gramos de secreción de un caracol de jardín de la especie Cryptomphalus aspersa para elaborar un polvo que salvó a un paciente de la amputación de una pierna, luego de haber sido tratado con la mezcla.
Siete de cada 10 diabéticos sufren amputaciones de alguna extremidad inferior, por lo que los investigadores proponen esta solución como una alternativa farmacoterapéutica en el tratamiento de esas lesiones, pues además de efectivo, es más barato y su rango de seguridad mucho mayor.
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UNA ESPERANZA
En un comunicado, la casa de estudios detalló que el enfermo mostraba una úlcera profundamente infectada con cambios de coloración en la piel, el riesgo es que cuando la infección se propaga a otras partes del cuerpo, la única opción es la amputación.
El paciente sufría un cuadro clínico severo de úlcera varicosa, es decir muerte celular a nivel superficial y profundo, provocada generalmente por una insuficiencia venosa y la falta de nutrientes en las venas.
Ante dicho cuadro clínico, sus médicos sugirieron la amputación de la pierna.
Pero a los 46 días de haberse aplicado el llamado "mucus/ZnO-3-40", como lo denominaron los científicos, apreciaron una disminución en la longitud de la úlcera, pero también cierta regeneración de tejido y un cambio en la coloración de la piel, hacia su estado normal.
Después de tres meses con 15 días de la primera aplicación, observaron que el tamaño era significativamente menor, por lo que ya no sería necesaria la amputación.
Durante cinco meses aplicaron la solución como un complemento o alternativa al tratamiento que recibía el paciente en la institución clínica que lo atendía.
Albino Moreno Rodríguez, científico de la BUAP, explicó que el papel de la baba de caracol en este proceso fue el de ayudar como catalizador en el proceso de regeneración de la piel, gracias a su contenido de taninos que aceleran la cicatrización y a la formación de tejidos.
Moreno Rodríguez indicó que ya se han reportado los principios activos contenidos en el extracto de la baba de caracol, los cuales actúan como inmunoestimulantes al incrementar de 15 y hasta 50% la fagocitosis (proceso por el cual ciertas células y organismos unicelulares capturan y digieren partículas nocivas).
"Su empleo en la medicina tradicional muestra excelentes resultados en el tratamiento de úlceras e inflamación. Sus principales componentes han sido aislados y han demostrado su efecto curativo en lesiones superficiales en conejos. En este sentido, el empleo de un nanomaterial formado de zinc más el extracto de mucus (la secreción del caracol) potencializan el efecto cicatrizante y ayudan a eliminar las heridas en los pacientes con pie diabético", sostuvo.
En cuanto al zinc, forma parte de las sustancias presentes en el organismo que tienen un papel central en la reconstrucción de piel lesionada, por lo que es esencial para la actividad de muchas enzimas involucradas en la cicatrización.
Esto indica que el zinc forma parte de los nanomateriales más importantes para la regeneración celular, debido a que estimula la síntesis de proteínas, así como de células del sistema inmune, como los macrófagos, que en conjunto contribuyen a acelerar este proceso.