Tamim Jaboudi es uno de los 21 niños que se encuentran atrapados en Libia. Los menores están en manos de facciones que rechazan negociar con el gobierno de Túnez.
Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo/LaOpinión).-Prácticamente ha olvidado cómo eran sus padres. Ambos murieron en 2016 en un ataque aéreo estadounidense. Eran militantes del Estado Islámico.
Este mes, el pequeño Tamim Jaboudi cumple 3 años de edad, y uno de ellos lo ha pasado en una cárcel de Tripoli, en Libia, conviviendo con delincuentes y con otros niños y mujeres tunecinos en su misma condición que carecen de documentos de identidad válidos.
Durante el año que Tamim ha pasado en prisión, su abuelo, Faouzi Trabelsi, ha podido visitarlo sólo 2 veces para llevarle una chaqueta abrigadora, pero el niño no lo reconoce.
Trabelsi dijo a la agencia AP, que Tamim ha sido criado por una mujer que voluntariamente se unió a la milicia radical. La lucha del hombre por recuperar al niño ha sido infructuosa.
"¿Cuál es el pecado de este niño pequeño para estar en la cárcel con delincuentes? Si crece allí, ¿qué clase de actitud tendrá hacia su patria?", se pregunta el abuelo.
De acuerdo con la agencia, unos 600 hijos de combatientes del EI han regresado a Siria, Libia o Irak, víctimas del caos que azota la región.