Con poco apoyo público, directores latinos usan sus ahorros para filmar

23/04/2017 - 10:27 pm

El primero de la familia (2016), ambientada en un barrio de Santiago de Chile, cuenta la historia de un joven como Carlos, que es el primero en llegar a la universidad en su familia y en viajar al exterior para estudiar Medicina en Londres como una beca. El director, Leiva Barahona, tuvo que poner de sus ahorros para rodarla.

Chicago (EU), 23 de abril (EFE).- El director chileno Carlos Leiva Barahona tuvo que invertir los ahorros de su vida, y de tres amigos, para financiar su primer largometraje, El primero de la familia, muy parecido a muchos de los jóvenes talentos que presentan sus óperas prima en el Festival de Cine Latino de Chicago (EU).

"Me cansé de mendigar fondos públicos durante cuatro años y nos lanzamos con mis amigos", declaró Leiva a Efe, al recordar el laborioso proceso que tuvo que seguir para conseguir los 15 mil dólares necesarios para filmar lo que para muchos es una comedia, pero que él define como drama.

El primero de la familia (2016), ambientada en un barrio de Santiago de Chile, cuenta la historia de un joven como Carlos, que es el primero en llegar a la universidad en su familia y en viajar al exterior para estudiar Medicina en Londres como una beca.

Al escribir el guión incluyó muchos momentos de su propia vida y familia, que vive hacinada en una casa de un barrio periférico de la capital, para "metaforizar la gran crisis" que vive Chile, señaló.

"Por fuera y para los demás, Chile es un país en constante progreso y un ejemplo para América Latina, pero cuando se despega la primera capa se nota una desigualdad brutal, donde el 1 por ciento de la población es muy rica y el resto vive en condiciones muy difíciles", agregó.

Según Leiva, Chile estrena anualmente unas 50 películas propias, de las cuales solo 6 son financiadas con fondos públicos.

A pesar de sus antecedentes exitosos que abarcan cinco cortometrajes, entre ellos "Ambiente familiar" (2009), que fue exhibido en los festivales de San Sebastián, Milán, San Pablo y Bruselas, y ganó muchos premios, la industria cinematográfica de su país no lo apoyó y tuvo que convencer a los actores y personal técnico para que trabajaran sin cobrar.

El primero de la familia. Foto: Especial.

"La idea era repartir más adelante, si ganábamos algo", explica.

Otro director, Christian de la Cortina Castañeda, hijo de chilenos pero nacido y crecido en Canadá, presentó Generación Lobo (2016) en esta trigésima tercera edición del festival, que arrancó el pasado jueves.

El largometraje, un thriller que ha tenido buena acogida en festivales y salas comerciales, también ha sido financiado con fondos propios como forma de escapar de los estereotipos "que la industria asigna a los actores y directores latinos", dijo en una entrevista.

"Me cansé de interpretar papeles de maleante, cuando yo estaba interesado en mensajes sociales o en películas que hablaran cosas bellas de nuestra cultura latina", expresó el actor, productor y director.

Nacido en Cowansville, en la provincia canadiense de Quebec, De la Cortina estudió comercio porque sus padres "querían una carrera que ofreciera algún respaldo", ante los avatares de una vida dedicada al cine, que era en el fondo su pasión.

Con la productora The Walk of Fame, creada con un amigo, y con dinero aportado además por su esposa, De la Cortina produjo su primera película en 2009, "Transit", que fue distribuida en seis países.

"Los grandes productores siempre le dan dinero a las mismas personas", señaló, por lo que en el caso de "Generación Lobo" tuvo que volver a apelar a los recursos propios para filmar y además interpretar el papel principal en su segundo largometraje.

De la Cortina considera que el mercado del cine latino no ha sido bien explotado todavía en Estados Unidos y es el momento de exigir "más productos y películas con personajes latinos".

El venezolano Jorge Thielen Armand, radicado en Toronto (Canadá), consiguió estrenar a fines de julio en su país su película "La Soledad", otra de las atracciones en Chicago que llegó precedida de éxitos en otros festivales.

"La distribución es una lucha", dijo a Efe, al recordar que uno de los grandes problemas que tienen los realizadores latinos es conseguir que sus películas sean vistas, por lo menos en sus propios países.

Thielen tiene una productora, llamada La faena, dedicada a cine de autor e interesada en historias de gran impacto social y con la que espera concretar su próximo largometraje, que será interpretado por actores no profesionales en la selva venezolana, según reveló.

El Festival de Cine Latino de Chicago, que se extenderá hasta el 4 de mayo, presentará este año 71 largometrajes de realizadores de Latinoamérica, España, Portugal y Estados Unidos.

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