En respuesta a la acción opositora, varios centenares de empleados públicos y seguidores del Gobierno salieron a marcha en el centro de Caracas. Además, 14 estaciones del metro fueron cerradas por seguridad; "¡Fuera la dictadura!", gritaron los manifestantes.
Venezuela
El pueblo vuelve a tomar las calles para rechazar el golpe ejecutado por Maduropic.twitter.com/PthTj4KNyD
— Venezolano en pie (@venezolanoenpie) 6 de abril de 2017
Por Fabiola Sánchez
Caracas, 6 de abril (AP).- Decenas de miles de opositores marcharon este jueves en la capital venezolana y otras ciudades del interior en rechazo al Tribunal Supremo de Justicia y al Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, que enfrenta tensiones políticas en medio de una severa crisis económica.
Al grito de "¡fuera dictador!" miles de manifestantes que portaban banderas venezolanas y de los diferentes partidos opositores desbordaron algunas vías de Caracas en una nueva jornada de protestas que se ha extendido por más de una semana en rechazo a las sentencias del máximo Tribunal contra la Asamblea Nacional, que a pesar de que fueron revertidas continúan generando tensión.
Varios centenares de guardias nacionales y policías, con equipos antimotines, se apostaron en algunos puntos de la principal autopista de la capital en prevención de posibles disturbios.
"Lo que nos queda es resistir y luchar en las calles para enfrentar esta dictadura. No hay poderes que nos escuchen porque todos están controlados por el gobierno. No tenemos más opción que la calle", afirmó a The Associated Press Ricardo Machado, un ingeniero agrónomo de 61 años, mientras marchaba por la autopista principal de Caracas.
En #Venezuela todos con la etiqueta #VzlaTrancaContraElGolpe no te quedes en tu casa tu eres el mayor protagonista. #VenezuelaLibre pic.twitter.com/aHlU50l8EO
— Voces Colombia (@VocesColombia) 6 de abril de 2017
Levantando un cartel que decía "fuera la dictadura", Luis Ignacio Ruíz, un sociólogo de 72 años, salió junto con su esposa a marchar. "Somos mayoría y es importante que el mundo lo sepa. Ya la mayoría no quiere a este gobierno que nos tiene postrados pasando necesidades", aseguró Ruíz a la AP.
En respuesta a la acción opositora, varios centenares de empleados públicos y seguidores del Gobierno salieron a marcha en el centro de Caracas.
Horas antes del inicio de las movilizaciones las autoridades cerraron 14 estaciones del metro por razones de seguridad, lo que obligó a centenares de personas a caminar largos trayectos para llegar a sus trabajos.
Las principales autopistas que comunican el oeste y este del país con la capital se vieron limitadas por fuertes congestionamientos de vehículos generados por los puestos de vigilancia que instalaron las autoridades.
El dirigente opositor Henrique Capriles llamó a los venezolanos a unirse a la lucha por la "vigencia de la constitución" y para enfrentar al gobierno de Maduro, que aseguró que entró en una "dictadura".
Capriles dijo en una entrevista con la emisora Unión Radio que ante la suspensión de los procesos electorales la oposición entró en una nueva etapa que implica la lucha desde las calles para recuperar la democracia y restablecer las competencias del Congreso, que el Tribunal Supremo de Justicia ha limitado con más de medio centenar de sentencias dictadas en los últimos 15 meses.
El líder del oficialismo, el diputado Diosdado Cabello, denunció la noche del miércoles que las movilizaciones forman parte de un plan que busca impulsar acciones violentas en las calles y hacer "insostenible" la situación para policías, militares, jueces y magistrados.
Cabello dijo en su programa que difunde la televisora estatal que el plan contempla atacar las sedes del Tribunal Supremo de Justicia, la Defensoría del Pueblo y el Consejo Nacional Electoral, señalados de estar controlados por el oficialismo.
El Diputado difundió la grabación de una supuesta conversación telefónica entre un presunto agente encubierto y el dirigente socialcristiano Eduardo Vetancourt en la que hablaban de planes desestabilizadores para marzo y abril. El supuesto complot contaría con el apoyo de representantes del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Vetancourt fue detenido el 31 de marzo por los cuerpos de seguridad e imputado de los delitos de traición a la patria e instigación a la rebelión. A raíz de ese proceso el presidente electo del partido socialcristiano Copei, Roberto Enríquez, desapareció el domingo y apareció la víspera en la residencia del embajador de Chile en Caracas donde se encuentra en calidad de huésped, indicó la Cancillería de ese país.
El Canciller chileno, Heraldo Muñoz, dijo a la presa, durante una visita a Buenos Aires, que hasta el momento Enríquez no ha pedido asilo, pero sostuvo que de hacerlo el gobierno de Chile se lo otorgará. "Chile no califica inocencia o culpabilidad, no califica incluso las condiciones políticas, sino que el acto de concesión de asilo es una acción humanitaria", agregó.
El vicepresidente de comunicaciones de Copei, Rogelio Díaz, dijo a The Associated Press que Enríquez permanecerá en la residencia del diplomático chileno como "medida de protección" hasta que sus abogados puedan tener acceso al expediente que le abrió la justicia.
A pesar de que el Máximo Tribunal de país revirtió el fin de semana dos sentencias en las que asumía las competencias legislativas del Congreso y limitaba la inmunidad de los diputados, los cuestionamientos internacionales a la Corte no han cesado ni las tensiones políticas que generaron.
La Asamblea Nacional, dominada por la oposición, aprobó la víspera la activación del proceso de remoción de los siete magistrados de la Sala Constitucional del máximo tribunal que emitieron los polémicos dictámenes.
Desde hace más de una semana se reportan protestas en Caracas y otras localidades contra el Tribunal Supremo y el gobierno. En las ciudades de Valencia y San Cristóbal se registraron el miércoles violentas manifestaciones estudiantiles que dejaron casi una treintena de lesionados, dos de ellos por disparo de arma de fuego.