Paloma Merodio Gómez, designada por el Presidente Enrique Peña Nieto como miembro de la Junta de Gobierno del Inegi compareció ante las comisiones unidas de Gobernación y de Población y Desarrollo de la Cámara de Senadores. Legisladores de oposición cuestionaron su postulación argumentando la falta de experiencia laboral para ocupar el cargo. Por su parte, los senadores priistas justificaron las fallas en el expediente de la candidata bajo el argumento de que la perfección no existe.
Ciudad de México, 30 de marzo (SinEmbargo).– Senadores de oposición cuestionaron a Paloma Merodio Gómez su poca experiencia para ocupar la vicepresidencia del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Merodio fue propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto.
Los integrantes de las comisiones de Gobernación y Población consideraron que la documentación enviada por el Ejecutivo no permite comprobar que la aspirante cumple con los requisitos de ley para ocupar el cargo.
Al iniciar la comparecencia, el Senador del Partido Acción Nacional (PAN), Juan Carlos Romero Hicks, exhibió un cronograma, el cual comprobó que la información entregada a la Cámara alta no da certeza sobre la experiencia pública y académica de Merodio.
"Las documentales exhibidas no dan evidencia de algunos aspectos, pero sí de inconsistencias. La información no fue documentada y hay lagunas. Es de destacar la mala integración del expediente, porque no vienen las documentales. El tema es la ética en la conducción de los actos personales", mencionó el panista.
El Senador citó las diversas notas que aparecieron en medios de comunicación, las cuales revelaron la credibilidad laboral de Merodio. “Tengo dudas concretas sobre el expediente de la candidata, pues para ocupar el cargo de consultora senior es necesario contar con 10 años de experiencia”, dijo.
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En su turno, el Senador independiente, Armando Ríos Piter, presentó los cuestionamientos planteados por organizaciones de la sociedad civil para determinar si la designada cumple o no con los años de experiencia en cargos de alto nivel o con el prestigio académico que pide la ley.
Ríos Piter pidió a Merodio informar sobre sus reportes de declaración patrimonial, las claves de tabulador de nómina con los que estuvo catalogada en el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), el nombre de los colegios profesionales a los que pertenece y cuántas tesis de licenciatura o postgrado ha dirigido.
Los cuestionamientos y críticas a Merodio provocaron la molestia de los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes denunciaron que la compareciente era objeto de ataques.
Bajo el argumento de que la perfección no existe, los priistas justificaron las fallas en el expediente de la candidata.
"No puede convertirse en un coliseo romano para que los propuestos sean expuestos a los leones y que sea un espectáculo en el que se cuestionen procedimientos", reclamó el Senador Patricio Martínez.
"No se puede tener al Senado como un ariete golpeador con fines políticos. La belleza absoluta, la perfección total, esa nadie la tiene, solamente el Señor, nomás en Dios. Nadie puede presentar su propio currículum con una claridad incuestionable”, añadió.
Por su parte, el también Senador del PRI, Senador Gerardo Sánchez, consideró que las preguntas de los legisladores de oposición sólo buscan exhibir a Merodio.
En su defensa, la candidata aseguró que toda la información plasmada en su currículum es cierta y puede ser constatada por las instituciones en las que laboró.
La ex funcionaria federal reconoció que su participación docente en la Universidad de Harvard fue sólo en calidad de asistente.
Alrededor de 30 organizaciones sociales y especialistas han exigido que se revise la propuesta de Paloma Merodio como Vicepresidenta de la Junta de Gobierno del Inegi por considerar que no cumple con el perfil que la Ley exige.
En diversas posturas han destacado que de ninguna forma se oponen a la modernización del Instituto, y mucho menos a que una mujer ocupe ese cargo, pero consideran que hay muchas mujeres en México que tienen todas las credenciales y trayectoria para hacerlo.
De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) a la información curricular presentada por la Presidencia ante el Senado, la joven de 31 años solamente cuenta con un año 5 meses de experiencia laboral de alto nivel jerárquico, cuando se piden al menos cinco; tampoco cumple con el requisito alternativo de ser académica de reconocido prestigio, y detalló diversos problemas de “falsedad, ambigüedad o inexactitud de la información”.