El ex gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, está siendo investigado por la PGR, acusado por tener nexos con el crimen organizado y haber protegido al Cártel de Juárez durante su administración, señala una investigación de Reporte Índigo.
Reyes Baeza se suma a Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, ex gobernadores priistas de Tamaulipas que están bajo investigación por sus nexos con organizaciones del narcotráfico.
La investigación PGR/SIEDO/UEIDCS/313/2010 se basa en las declaraciones de un testigo protegido que señaló ser el contacto entre Vicente Carrillo Fuentes, hermano del desaparecido capo Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, y el ex gobernador priista.
Reporte Índigo señala que José Antonio Jagou García, ex socio del gobernador Reyes Baeza en su despacho de abogados y uno de sus hombres más cercanos, fue quien contactó al político con un grupo de supuestos empresarios vinculados con el Cártel de Juárez para que lo apoyaran en su campaña de 2004, cuando contendió por la gubernatura de Chihuahua
“Entre los meses de enero y febrero de 2004, al estar seguros que José Reyes Baeza buscaría la gubernatura por parte del PRI, acordamos apoyarlo en su candidatura con la cantidad de tres millones de pesos, los cuales aportaría yo”, declaró Ramiro Chávez -nombre clave para el testigo protegido y quien estuvo dentro del círculo de los empresarios.
El trato consistió en que cuando fuera gobernador, los dejara –entre otras cosas– nombrar al jefe de la policía estatal para facilitarles la operación de sus negocios. Una vez electo, Reyes Baeza respetó la petición de los seudoempresarios. El elegido fue Lauro Abelardo Venegas Aguirre, quien fue nombrado director de la Agencia Estatal de Investigación.
De acuerdo con el testigo protegido- quien se presume se presume es Julio Porras Chávez, supuesto empresario que coordinó la relación entre el Cártel de Juárez, con Vicente Carrillo Fuentes a la cabeza, y la Central de Inteligencia (CIPOL) del gobierno de Chihuahua desde 1990 conoció a Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”, a través del policía judicial Otoniel Tarín Chávez, uno de los incondicionales del general Arturo Acosta Chaparro, quien fue asesinado el 20 de abril pasado.
A partir de esas relaciones con ex judiciales y lugartenientes de capos, Ramiro Chávez conoció a Vicente Carrillo, a quien años más adelante le administró los nexos con el gobierno estatal en turno, el de José Reyes Baeza, a quien conoció cuando éste era presidente municipal de Chihuahua, señala la investigación de Reporte Índigo.
El testigo señaló que uno de sus logros fue que Vicente Carrillo Fuentes le entregara 60 mil dólares mensuales para pagar la nómina de las corporaciones policiacas, fundamentalmente la de los mandos que tenían rango de comandantes. El arreglo se concretó con la intermediación de Pablo Rodríguez, “El JL”, lugarteniente de Vicente Carrillo en Ciudad Juárez y en toda la región.
“Habiéndole puesto al Cártel de Juárez a través del ‘JL’ la condición de que el único enlace sería yo y que por ningún motivo él ni nadie del Cártel tendría contacto con ningún comandante ni elemento de la policía, lo cual tenía conocimiento el Gobernador José Reyes Baeza, Raúl Grajeda, secretario de Seguridad Pública del estado y Fernando Rodríguez Moreno, secretario de Gobierno”, precisó el testigo protegido.
Sin embargo, señala Reporte Índigo, el pacto comenzó a fallar. El ‘JL’, lugarteniente de Carrillo Fuentes, dejó de respetar los acuerdos entre el cártel y el gobernador lo que ocasionó que se disparará una ola de crímenes en la entidad como resultado de los ajustes de cuentas entre grupos rivales entre 2005 y 2007.
“Quería tomar el control de todo el Estado respecto a la venta de droga y derecho de piso, esto es evitar que la policía persiguiera delitos de distribución de droga al menudeo, venta de objetos robados y giros negros, a efecto de cobrar él, derecho de piso”, explicó Chávez.
En mayo de 2006, la mafia tocó al círculo más íntimo del propio gobernador Reyes Baeza al ser acribillado el director administrativo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Juan Carlos Jagou García, hermano gemelo de José Antonio Jagou, ex socio del gobernador.
En mayo de 2006, Julio Porras Chávez -supuestamente la verdadera identidad del testigo protegido- sufrió un atentado en su domicilio ubicado en San Felipe. Participaron cerca de 15 sicarios y murieron cuatro personas, entre ellas, dos policías municipales.
Tras este atentado, el pacto entre el gobierno estatal y el Cártel de Juárez se vino abajo, señala Reporte Índigo.
“El gobierno de Reyes Baeza negó que yo tuviera alguna relación de trabajo con el Estado, manejándose en la opinión pública mi calidad de empresario, posteriormente se empezó a generar la versión de que me dedicaba al narcotráfico y que el atentado había sido porque quería adueñarme de la plaza, deslindándose el gobierno del estado de mi función de enlace entre éste y el Cártel de Juárez o la Línea”, dijo el hoy testigo.
El atentado lo puso bajo los reflectores, así que el gobernador Reyes Baeza terminó por desconocerlo pese a que Julio Porras ofreció sentarse a renegociar las condiciones de un nuevo pacto con Vicente Carrillo.
“En su momento le informé al licenciado José Reyes Baeza, gobernador del Estado a través de José Antonio Jagou García, que yo me entrevistaría con Vicente Carrillo Fuentes, para proponerle que relevara de enlace al ‘JL’ y pusiera en su lugar a Mayito (Mario Núñez), en virtud de que el ‘JL’ no estaba respetando los acuerdos que habíamos celebrado”, detalló el testigo.
A pesar de los intentos hechos para restablecer las negociaciones entre el Cártel de Juárez y el gobernador Reyes Baeza, este último se negó tajantemente a retomar el contacto con quien hoy es conocido como Ramiro Chávez.
Más de una vez, José Reyes Baeza negó conocer a Julio Porras Chávez y, sobre todo, tener algún vínculo o relación de trabajo con él. Fue entonces cuando Ramiro Chávez recurrió a los medios de comunicación para enviarle un mensaje al gobernador y por medio de Enrique Perea Quintanilla, entonces director de la revista local Dos caras, publicaron el artículo titulado “Miente el gobernador”.
A través de esa entrevista, Ramiro Chávez le dijo al entonces mandatario estatal que, tarde o temprano, saldrían a la luz pública todos sus nexos con el narcotráfico y la protección que le brindaba a Vicente Carrillo Fuentes.
Dos semanas después de la publicación del artículo, Enrique Perea Quintanilla desapareció, y más tarde fue encontrado muerto en la periferia de la ciudad de Chihuahua, señala Reporte Índigo.
El crimen causó revuelo en la entidad, mientras el Gobierno del Estado se apresuró a emitir un comunicado para expresar sus condolencias e informar que el homicidio podría estar vinculado con el crimen organizado debido a las características de la ejecución los periodistas locales.