Durante el "Foro sobre trabajo sexual y trata de personas", realizado en la en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Rita María Hernández, directora de la Comisión Unidos vs Trata A.C. dijo que la industria sexual promueve el mito de que la sexualidad masculina debe ser satisfecha con una oferta de personas que puedan ser compradas. “Esto exige la creación de un grupo de mujeres que son legítimamente escogidas para ser violentadas”.
Ciudad de México, 15 de febrero (SinEmbargo).- El 82 por ciento de la víctimas de trata con fines sexuales son mujeres, y más del 50 por ciento son menores de edad, dijo la directora de la Comisión Unidos vs Trata A.C., Rita María Hernández, este día. La defensora expuso que, de acuerdo con un estudio que lleva a cabo la organización en conjunto con otras universidades, el 83.3 por ciento de ellas inició cuando tenían menos de 16 años de edad.
Durante el "Foro sobre trabajo sexual y trata de personas", realizado en la en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Hernández recordó que más de 3 millones de personas viajan por el mundo esperando tener encuentros sexuales con menores de edad, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Situación que ha crecido durante los últimos 15 años en México, segundo lugar mundial en turismo sexual infantil.
Aseguró que 20 por ciento de los turistas tienen el sexo como uno de sus objetivos, y de este porcentaje, el tres por ciento confiesa tener tendencias pedófilas.
La directora de la asociación civil agregó que el turismo sexual es una de las tres modalidades alarmantes de explotación sexual que se pueden identificar en México; las otras son la pornografía y la esclavitud sexual. México es fuente, tránsito y destino de trata de personas; que a nivel mundial es el segundo negocio ilícito más lucrativo, destacó Hernández.
Los estudios arrojan de manera constante que entre las explotadas por la industria del sexo, aquellas que se dicen no ser tratadas han experimentado depresión económica, abuso sexual, falta de un hogar estable, adicciones, enfermedades mentales y emocionales, que las llevan a entrar en situación de prostitución.
“La desigualdad de género, la globalización, la pobreza, el racismo, la migración y el colapso de la estabilidad económica de la mujer; todos estos contribuyen a crear las condiciones en que una mujer es impulsada a la industria sexual”, explicó.
La defensora criticó que "en México la prostitución no está reglamentada ni prohibida; en realidad está tolerada”. Reveló los resultados de una investigación que realizó la asociación para la que trabaja, en conjunto con el Colegio de la Frontera Norte, la Universidad Xochicalco (Tijuana), la Universidad de Columbia Británica (Canadá), la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos) y la Iniciativa VIH/Sida del Consejo de Salud de Vancouver (Canadá).
De 400 mujeres que fueron entrevistadas, el 83.3 por ciento de ellas inició cuando tenían menos de 16 años de edad; el 96 por ciento de ellas ha experimentado situaciones traumáticas y de violación y su educación máxima es de sexto grado de primaria.
“Yo he trabajado muchos años en Tijuana, donde la situación está que se desborda… en un fin de semana podemos contar hasta 380 o 400 mujeres que están en situación de calle. Pero la peor situación es la que está adentro, porque cuando tú trabajas y caminas los callejones de la zona de tolerancia de Tijuana no vas a contar menos de mil puertas, y sabes que detrás de cada una de esas puertas hay una jovencita, hay una mujer que ha sido engañada”, relató la activista.
De acuerdo con Hernández, la industria sexual promueve el mito de que la sexualidad masculina debe ser satisfecha con una oferta de personas que puedan ser compradas. “Esto exige la creación de un grupo de mujeres que son legítimamente escogidas para ser violentadas, explotadas y violadas”, a quienes proxenetas y tratantes escogen con el fin de explotarlas en el mercado local e internacional, tras convencerlas de que para ganarse la vida no hay otra alternativa.
“Contrario a lo que dicen aquellos que buscan reglamentar la prostitución, a los compradores de sexo no les interesa la diferencia entre prostitución y trata. Nunca le preguntan a una chica si está siendo tratada. Y los testimonios que conocemos hoy en día, de más de 200 mujeres, nos indican que aunque ellas les compartan esta verdad, ellos poco se conmueven, pues han pagado por un servicio que ahora exigen”, aseguró Rita Hernández.
¿LA PROSTITUCIÓN ES UNA DECISIÓN LIBRE?
Las legislaciones -o su falta- que promueven la industria del sexo como un negocio legítimo y una carrera profesional estable para ellas permiten a los proxenetas asegurar un suministro de mujeres y niñas para ser explotadas. Quitar candados legales al proxenetismo da pie al funcionamiento de negocios que promueven la prostitución, como los table dance y las casas de masajes, señaló Hernández.
La presidenta de Comisión Unidos vs Trata A.C. manifestó que los conceptos de consentimiento y decisión son constantemente mal usados por quienes pretenden legitimar la explotación sexual. “Se malinterpretan y son engañosos porque no toman en consideración el contexto en el que las mujeres, las adolescentes y las niñas son engañadas o forzadas a prostituirse. Usan el vocabulario de la liberación sexual y los derechos de la mujer. Pero la realidad es que no podemos tener el derecho de ser violentadas y violadas; sólo el derecho de vivir una vida libre de violencia”.
Además, al no tomar las medidas necesarias para desalentar la demanda, y dar legitimidad a la venta de mujeres y niñas para actos sexuales, se quitan barreras ético-sociales y se acepta culturalmente que ellas pueden considerarse mercancía, y que la prostitución es un pasatiempo divertido o necesario.
Rita María Hernández comentó que en los países donde se ha legalizado o regularizado la prostitución el aumento de casos de trata de personas es importante. Por ejemplo, en Alemania la prostitución fue legalizada y considerada como un trabajo legítimo, con pago de impuestos y planes de retiro, desde el año 2002.
Hoy en día en Alemania se estima que existen 150 mil mujeres ejerciendo la prostitución -un número 60 veces mayor que en Suecia-, por lo que la nación germana es conocida como el país con el mercado más grande de prostitución en Europa, pero se estima que el 70 por ciento de quienes trabajan en el sexoservicio llegaron como resultado de un engaño y como víctimas de trata.