Alec Baldwin, que ha tenido éxito como invitado en "Saturday Night Live" por su interpretación satírica de Donald Trump desde las últimas semanas de campaña electoral, presidió el programa del sábado como conductor invitado del programa de humor de NBC.
Por Frazier Moore
Nueva York, 12 de febrero (AP).- A juego con el nuevo gobierno de los hechos alternativos, los espectadores han recibido con los brazos abiertos a un cómico Presidente alternativo.
Alec Baldwin, que ha tenido éxito como invitado en "Saturday Night Live" por su interpretación satírica de Donald Trump desde las últimas semanas de campaña electoral, presidió el programa del sábado como conductor invitado del programa de humor de NBC.
En su escena, el Presidente Trump cumplía su promesa tuiteada de "los veo en la corte", que había dirigido a los tres jueces del Noveno Circuito que la semana pasada mantuvieron una orden de suspensión de sus restricciones migratorias.
Su lugar elegido, "la Corte del Pueblo", donde demandaba a los tres jueces.
"Yo tengo razón, ellos se equivocan", proclamó el falso Trump. "Quiero reinstaurar las restricciones migratorias. También quiero 725 dólares".
Entonces llamaba como testigo al Presidente de Rusia, Vladimir Putin (Beck Bennett), que elogió a Trump como "mi pequeña Cajita Feliz estadounidense", en referencia al Happy Meal, el menú infantil de McDonald's.
En otro sketch, Baldwin, que batía un récord con su 17ma aparición como conductor del programa, llevó la relevancia social a un nivel absurdo como un creativo publicitario dando ideas para un aviso de Cheetos para el Super Bowl. En otro encarnaba a un ginecólogo que examinaba a Beyoncé, embarazada de gemelos (interpretados por un charlatán Kenan Thompson y Tracey Morgan, invitado sorpresa).
Pero si bien Baldwin era el cebo para los espectadores que buscaran sátira política, la noche fue para la versátil Kate McKinnon, miembro del reparto habitual del programa.
En "Weekend Update" interpretó a la senadora Elizabeth Warren, a la que el líder de la mayoría en la cámara, Mitch McConnell, ordenó guardar silencio la semana pasada en el debate final sobre la confirmación de Jeff Sessions, el candidato de Trump a secretario de Justicia.
En el mismo programa, McKinnon apareció casi irreconocible como el mismo Sessions, interpretado como un hombre siniestro de acento sureño.
En otro sketch retomó su popular papel como la asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway, que en esta ocasión aparecía como una enloquecida acosadora que perseguía al presentador de CNN Jake Tapper (Bennett).
Al principio del programa, Melissa McCarthy volvió a ponerse en la piel del irascible secretario de prensa de la Casa Blanca Sean Spicer que entusiasmó a los espectadores en el programa de la semana pasada.
"Lo dije mal cuando lo dije", dijo enfurecido el falso Spicer cuando se le preguntó por una frase confusa. "Después ustedes lo escribieron. Eso les hace a ustedes estar equivocados".
Finalmente, perdiendo el control por completo, aplastó a los periodistas con su estrado motorizado.