El Banco de México presentó los resultados de la encuesta de enero 2017 , realizada entre 34 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero en el que nuevamente se espera un bajo crecimiento económico, pues por segunda ocasión el PIB tiene una expectativa menor al 2 por ciento. El año que corre, 2017, es el penúltimo año de Peña en el gobierno. La mayoría de los indicadores económicos se descompusieron, después de generar una alta expectativa con las reformas coyunturales.
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Ciudad de México, 1 de febrero, (SinEmbargo).- Un menor crecimiento de la economía, un dólar caro y una inflación por arriba del 5 por ciento, son las expectativas que los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) prevén este año y el próximo.
El año que corre, 2017, es el penúltimo año de Peña en el gobierno. La mayoría de los indicadores económicos se descompusieron después de generar una alta expectativa con las reformas coyunturales.
Durante los cuatro años de su gestión el peso se ha deteriorado, la deuda pública se ha elevado, la percepción de inseguridad y corrupción subió mientras que las promesas que hizo en campaña se quedaron en eso, en promesas. La más notoria, quizás por su impacto en la población, fue que no aumentarían los combustibles. No pudo cumplirla. Los economistas dicen que se trata de un gobierno derrochador, que ha pasado el costo de su mala planeación y estrategia a los ciudadanos.
Por segunda vez consecutiva las expectativas para el producto Interno Bruto (PIB) se mantuvieron por debajo del 2 por ciento, al ubicarse en 1.49 por ciento, desde un previo de 1.60 por ciento; mientras que para 2018 los analistas consideran que estará en 2.17, menor al 2.28 previsto en la encuesta de diciembre.
La estimación para la tasa de inflación general para este año pasó de 4.13 por ciento a 5.25 por ciento, mientras que para 2018 se ubicó en 3.85 desde un previo de 3.59.
Para el tipo de cambio los analistas realizaron un marcado ajuste, sus pronósticos pasaron de 21.21 pesos por dólar para 2017 a 21.70; para 2018 prevén que el billete verde baje de precio y llegue a los 21.55 pesos, 45 centavos más caro que su estimado anterior.
La expectativa para la tasa de interés en 2017 es de 7.06 desde un previo de 6.46 por ciento; mientras que para 2018 es de 7.31, desde un previo de 6.81 por ciento.
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Entre los factores que los analistas consideran que pueden obstaculizar el crecimiento económico están, en orden de importancia: la inestabilidad política internacional (17 por ciento de las respuestas); la debilidad del mercado externo y la economía mundial (15 por ciento de las respuestas); la incertidumbre cambiaria (10 por ciento de las respuestas); la inestabilidad financiera internacional (10 por ciento de las respuestas); y las presiones inflacionarias en el país (8 por ciento de las respuestas).
La proporción de analistas que considera que el clima de negocios empeorará aumentó con respecto a la encuesta de diciembre, al tiempo que ninguno de los especialistas consultados piensa que mejorará.
La distribución de respuestas sobre la situación actual de la economía es igual a la del mes previo, de modo que el porcentaje de especialistas que opina que la economía no está mejor que hace un año continúa siendo la predominante.
Respecto a la coyuntura actual para realizar inversiones en México, los resultados son similares a la de la encuesta anterior, de manera que la fracción de analistas que opinan que es un mal momento para invertir continuó siendo la preponderante.
El pasado diciembre, Agustín Carstens Carstens informó que renunciaba al Banco de México para incorporarse como Gerente del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés). Decisión que, dijo, la tomó con “sentimiento encontrados”.
Mediante un correo enviado a los integrantes de la Junta de Gobierno, informó que dejará el cargo en julio de 2017 y asumirá su nuevo puesto a partir del 1 de octubre del próximo año.
Carstens presentó su renuncia cuando la expectativa de crecimiento ha sido recortada por las corredurías, la OCDE (2.2 por ciento para 2016, cuatro décimas menos de lo que calculaba en junio, y en el 2.3 por ciento en 2017, siete décimas menos).
El mes pasado, México redujo su pronóstico de inversión extranjera directa de 25 mil millones de dólares a 21 mil millones de dólares debido a la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, de acuerdo con ProMéxico, un fideicomiso del gobierno mexicano que promueve el comercio y la inversión internacional.
De acuerdo con una entrevista realizada por Bloomberg en Davos, Suiza, durante el Foro Económico Mundial, el director de ProMéxico, Francisco González, dijo que “muchos están esperando” a que haya más claridad sobre las políticas de Trump y cómo afectarán a México. El país tiene mucho que ofrecer además de bajos salarios: tecnología, educación, talento, infraestructura y acuerdos de libre comercio con 45 países, agregó.
Esta es la segunda vez este mes que México reduce el pronóstico inicial de 30 mil millones de dólares citado el 5 de enero. Una semana después del anuncio, el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, dijo que el país esperaba recibir inversión extranjera directa por 25 mil millones de dólares.
El comercio se ha convertido en un chivo expiatorio para todo el odio alrededor del mundo, dijo González, pero ha sido un “salvavidas” para muchos.
Explicó que México está abierto a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y prevé que las conversaciones incluyan muchas de las disposiciones que el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés) habría contenido. “La idea es multiplicar las posibilidades”, dijo.
Por otro lado dijo que no se utilizarán incentivos fiscales para atraer o retener inversión extranjera, más que en las Zonas Económicas Especiales designadas por el Presidente Enrique Peña Nieto para apoyar el crecimiento local.
