Estados Unidos obtuvo 236 mil millones de dólares por sus exportaciones a México en 2015, 468 por ciento más que antes del TCLAN (NAFTA, en inglés), de acuerdo con cifras del gobierno de ese país. Ese negocio bilateral genera 6 millones de empleos al otro lado de la frontera. Aunque la mayoría de las exportaciones de México van a EU, el 40 por ciento de su contenido está hecho en Estados Unidos.
Sin el TLCAN, que el Presidente Donald Trump planea cancelar si no resulta "justo" tras la renegociación con los países miembros, la potencia verá con dificultad la posibilidad de consumir guacamole, jitomate o tequila. Además, si se considera la similitud de su impuesto fronterizo con una Ley arancelaria del pasado, podría reproducir la depresión económica de la década de los años 30.
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— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 5, 2016
Ciudad de México, 28 de enero (SinEmbargo).– A menos de un mes del encuentro entre Patriots y Falcons en el Super Bowl 51, los productores michoacanos han aumentado a 24 mil toneladas sus exportaciones semanales de aguacate a Estados Unidos para que los aficionados del fútbol americano puedan disfrutar el juego comiendo guacamole.
Para 2018, esta tradición podría arruinarse por las medidas aislacionistas del Presidente Donald Trump. En su intento de hacer "America great again" con políticas proteccionistas, también podría dejar a los estadounidenses sin jitomate, cerveza o un trago de tequila.
México se ha beneficiado del ahora agonizante Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por lo que más de la mitad de sus exportaciones se ven en riesgo a corto plazo. El Presidente de Estados Unidos planea renegociar o cancelar el acuerdo si no le resulta "justo" porque lo considera "el peor de la historia". Y además, como adelantó esta tarde el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, Trump planea imponer un arancel del 20 por ciento a las importaciones mexicanas para financiar la construcción del muro.
Pero para Estados Unidos, la muerte de TLCAN también será un golpe. Su acceso a productos agrícolas cultivados en tierras mexicanas se verá afectado, además la generación de empleos en Estados Unidos,justo lo que Trump pretende defender, también se podría en riesgo. Su salida del Tratado incluso podría causar una depresión económica parecida a la de la década de los 30, además de que con esta acción, Trump podría autosabotear su reelección en cuatro años, expusieron expertos.
"Todas las decisiones y acciones ejecutivas de Donald Trump afectan a su país por mucho en temas vinculados a la salud y seguridad, si no se canalizan los presupuestos adecuados en cada caso. Está dando un revés a la propia historia de Estados Unidos, que era el campeón del neoliberalismo y el principal impulsor de la globalización. Está generando una atrofia de esta dinámica al decidir establecer medidas proteccionistas y aislacionistas que en poco ayudan a la economía y sociedad estadounidense", afirmó en entrevista Jesús Gallegos Olvera, internacionalista y especialista en sistema político de Estados Unidos.
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Este acuerdo de más de dos décadas ha hecho posible una de las regiones más competitivas y dinámicas en el mundo. Pero desde la visión de Donald Trump –lo dijo durante su visita a México–, "ha sido de mayor beneficio para México de lo que ha sido para Estados Unidos; debe ser mejorado para poder asegurarnos que los trabajadores, y esto es muy importante, en ambos países, salgan beneficiados de un comercio justo y recíproco”.
Las cifras pintan un panorama distinto. De acuerdo con datos de la Oficina del Representante de Comercio del Presidente de EU, el vecino del norte generó 236 mil millones de dólares por sus exportaciones a México en 2015, un 468 por ciento más que antes del TCLAN.
Es una cantidad que rebasa más de lo que exporta a China, Japón y Alemania, documentó en noviembre Jodi Hanson Bond, vicepresidenta para las Américas de Chamber of Commerce.
Y aunque un 80 por ciento de lo que México exporta va a EU, el 40 por ciento de lo que le envía contiene insumos de Estados Unidos. Eso permite la generación de empleos en el vecino del norte.
El dato ha sido repetido este miércoles en un texto del diario británico Financial Times.
"México envía alrededor de 80 por ciento de sus exportaciones al norte de la frontera, pero esos bienes contienen hasta 40 por ciento de contenido estadounidense, con lo cual genera 5 millones de empleos en Estados Unidos", escribió la periodista Jude Webber.
De acuerdo con Hanson Bond son 6 millones de empleos estadounidenses los que dependen de las exportaciones a México.
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Además, después de Canadá, México es el segundo cliente de los productos estadounidenses y su segundo proveedor, destacó María Fernanda Garza, de la Organización Mundial de las Empresas (ICC, por sus siglas en inglés).
Los datos de la Oficina del Representante del Comercio revelan que en 2015, Estados Unidos exportó a México principalmente maquinaria (42 mil millones de dólares); maquinaria eléctrica (41 mil millones); vehículos (22 mil millones); combustibles fósiles (19 mil millones) y plásticos (17 mil millones).
En cuanto a productos agrícolas, nos vendió maíz (2.3 mil millones), habas de soya (1.4 mil millones), productos lácteos (1.3 mil millones), puerco (1.3 mil millones) y productos de carne de vaca (1.1 mil millones).
Por su parte, sin el TLCAN, Estados Unidos tendría mayores dificultades para recibir de México: vehículos y autopartes, maquinaria eléctrica, maquinaria, combustibles fósiles e instrumentos médicos y ópticos. México es el segundo país que lo surte de productos agrícolas: frutas y vegetales frescos (sobre todo aguacate de Michoacán y jitomate); además le envía vino, cerveza y tequila.
El Departamento de Agricultura estadounidense documenta que 81 de cada 100 aguacates que se consumen en Estados Unidos provienen del exterior, de los cuales el 90 por ciento son comprados a los productores michoacanos. México le exporta entre 500 mil y 600 mil toneladas de aguacate al año y un millón de toneladas de jitomate.
Asimismo, de acuerdo con el Consejo Regulador del Tequila, Estados Unidos importó 150 millones de litros de destilado mexicano. Más que cualquier otro país.
EN CAMINO A LA DEPRESIÓN Y A LA NO REELECCIÓN
En 1930 ocurrió el debate más comprometedor entre republicanos y demócratas en la historia de Estados Unidos. Giró en torno a la aprobación de la Ley arancelaria Smoot-Hawley, expuso el economista de la UNAM, José Esteban Hernández, en su investigación sobre la política comercial de Estados Unidos.
En términos generales, la Ley habría de aumentar las tarifas arancelarias (en hasta un 59 por ciento).
El Presidente republicano Herbet Hoover reiteró la importancia del proteccionismo comercial fundamentado en esa Ley. Pero el documento explica que la legislación "arruinaría las exportaciones debido a que los demás países seguirían tomando represalias". En efecto, una vez implementada en 1930, "contribuyó a agudizar la crisis financiera por la que atravesaba Estados Unidos durante la gran depresión de la década de los 30".
Al ser altamente proteccionista, la legislación fue catalogada por el comercio mundial como representativa de "una política discriminatoria" hacia los países que comerciaban con Estados Unidos. Ante ello, Holanda, Reino Unido, Bélgica, Italia, Canadá, Suecia, Francia, Austria y España decidieron también discriminar las exportaciones estadounidenses a través de la llamada "política real de contrapartida", la cual consistió en aplicar cuotas compensatorias para defenderse de los fuertes aranceles que les imponía a sus productos. Sin embargo, a esos países esta acción les trajo una reducción en sus reservas en dólares.
El economista Hernández Salas afirma que algunos estudiosos argumentan que el arancel Smoot-Hawley causó la gran depresión de los años treinta, mientras que otros señalan que no hizo sino más que contribuir a alentar el proceso de recuperación económica.
Décadas después, el periodista Sergio Sarmiento escribió sobre la legislación en su columna de Reforma: "La economía, en lugar de mejorar, se hundió en la mayor depresión registrada en la historia. [...] Si Donald Trump crea hoy 'un impuesto fronterizo' de 35 por ciento no solo estaría violando las reglas del Tratado de Libre Comercio y de la Organización Mundial de Comercio sino impulsando una repetición de lo ocurrido en los años treinta".
A nivel estatal, California –por sí mismo la sexta economía a nivel mundial, según la OCDE– podría afectarse porque es la sede de empresas tecnológicas establecidas en Silicon Valley, conectadas con China y Japón, destacó el internacionalista Gallegos Olvera.
Texas, estado petrolero, es la decimoctava economía a nivel global.
"Se está buscando una grandeza de América a dos velocidades: la que establece, por un lado, el discurso oficial de Trump con sus visiones nacionalistas, y la velocidad que ofrece la realidad internacional interdependiente que establece la presencia de muchas economías vinculadas al sector productivo que en Estados Unidos tienen un referente", detalló Olvera.
El experto en el sistema político estadounidense destacó que Trump podría sentir un impacto por estos actos durante las elecciones parciales, cuando se renovará el Congreso de Estados Unidos, en dos años por el contrapeso existente.
"Políticamente hay un escenario que para Trump no es el más atractivo", dijo.
Cuando se celebren las elecciones parciales, la mayoría del Congreso, actualmente republicana, podría cambiar y si continúa con su actual política exterior, "no tendría la oportunidad de una reelección dada la oposición existente por parte de congresistas (incluso republicanos empresarios afectados por las restricciones como Ford), y gobernadores, así como en las calles de Estados Unidos".
Por lo pronto, Trump dijo en su conferencia de prensa del miércoles: "tengo una gran admiración por los mexicanos [...] una economía saludable en México también lo es para Estados Unidos".