Donald Trump, el Presidente electo de Estados Unidos agradeció, ayer durante su primera conferencia de prensa, a la industria automotriz estadounidense que aceptara "volver", construir plantas y generar empleo en su país en lugar de en otros. Además, planteó la necesidad de que la industria farmacéutica, también importante en el mercado mexicano, regrese. Ambas industrias dan empleo en el sector manufacturero nacional, el cual registró más de 8 millones de puestos en el tercer trimestre del 2016. Ante la amenaza del republicano, ¿qué tipo de empleos quedan?
Ciudad de México, 12 de enero (SinEmbargo).– Analistas coincidieron que en el marco del retiro de plantas automotrices por las amenazas del Presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, la burbuja se ha reventado y ha mostrado la verdadera cara del empleo en México: sin acceso a seguridad social, mal pagado y con jornadas largas no proporcionales a la productividad.
Esta "alta precariedad", dijeron, continuará si no hay una "certidumbre macroeconómica" para hacerle frente a las necesidades de empleo de la población. Para eso se necesita una industria nacional fortalecida, ya que genera mayor volumen de puestos de trabajo que las firmas multinacionales, las cuales requieren sus servicios para la cadena de suministro.
"México necesita de políticas acertadas y certidumbre macroeconómica para hacerle frente a las necesidades de empleo de la población. No hay país que pueda disfrutar de salarios y empleos crecientes que no haya tenido un crecimiento maecroeconómico sostenido por varios años", expone el estudio "El empleo en México en el siglo XXI" publicado por una revista de la Universidad Autónoma de México (UAM).
Pero el Banco Mundial estima que México crecerá en 2017 un 1.8 por ciento debido a que la inversión en el país disminuirá a causa de la incertidumbre política en Estados Unidos. En tanto, 2016 cerró en alrededor del 2 por ciento y 2015 en 2.5 por ciento. Poca cosa.
FUENTE DE EMPLEO: LO INFORMAL Y LOS SERVICIOS
En el tercer trimestre del 2016, 52 millones 43 mil 100 mexicanos tenían un empleo. En contraste, 2 millones 183 mil 702 millones de personas estaban desempleadas, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La principal fuente de trabajo en México es el sector informal, en el cual se emplea el 57 por ciento de los mexicanos económicamente activos (32 millones 511 mil 403 personas).
En este sector, se priva a los trabajadores de seguridad social y beneficios laborales. "No es sano tener esta proporción de informalidad", aseguró la investigadora María Fonseca Paredes, del Tecnológico de Monterrey, porque este fenómeno impacta a las finanzas públicas en materia de recaudación de impuestos lo cual "encarece" a la economía interna.
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"Si un negocio es formal, debe pagar renta, sueldo a empleados, servicios e impuestos. Debe sumar sus costos al precio de venta del producto para no tener pérdidas. En un negocio similar, pero en la informalidad, los costos son menores y permiten un producto más barato. Además, no pagan impuestos y mientras menos contribuyan, el porcentaje de impuestos a pagar cada ciudadano es mayor y también el precio del bien [gravado]", explicó la también directora de la Escuela de Graduados en Administración y Dirección de Empresas.
Para disminuir el número de mexicanos en la informalidad, las investigadoras de la UNAM, María Elena Cardero y Guadalupe Espinosa, aseguraron en el estudio "Empleo y empleo informal de hombres y mujeres", que "es indispensable impulsar las fuentes nacionales de crecimiento y no depender sólo del sector externo".
A raíz del crecimiento demográfico, afirmó Fonseca Paredes, la otra mayor fuente de empleos en México es el sector terciario: 31 millones 780 mil trabajando en comercio, restaurantes, hoteles, transporte, gobierno, organismos internacionales y otros servicios, reportan cifras oficiales.
"A mayor población, mayor demanda de necesidades básicas resueltas a través de servicios y comercio. Todo lo que el ser humano requiere para subsistir", dijo.
MAL PAGADOS Y LARGAS JORNADAS
De los más de 52 millones de empleos registrados en el tercer trimestre del 2016, en un país con un crecimiento estancado como México, más de 7 millones 850 mil ganó sólo el salario mínimo (hoy en 80.04 pesos); más de 14 millones 804 mil trabajó más de 48 horas a la semana, y 4 millones 35 mil 512 afirmaron tener la necesidad de un trabajo adicional (están en subempleo), de acuerdo con el Inegi.
Los mexicanos son los trabajadores que más horas laboran durante el año, en comparación con todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Hacen en total 2 mil 228 horas (2 mil 327 los que tienen más de un puesto), pero también son los que tienen los salarios más bajos (12,850 dólares anuales), evidenció el estudio de Perspectivas del Empleo de este organismo.
"Los salarios reales promedio en México se caracterizan por su bajo nivel y también por su flexibilidad en épocas de crisis. Durante la crisis de 1995 el ingreso real promedio de la fuerza laboral de las áreas urbanas se redujeron 27.1 por ciento respecto a 1994. Esta tendencia continuó en los siguientes años y en 1997 la reducción era de 35 por ciento a 1994", documentó el estudio "El empleo en México en el siglo XXI".
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En entrevista, la académica María Fonseca Paredes coincidió al afirmar que "hay una alta precariedad en el empleo formal, es decir, son mal remunerados, de mala calidad y de poco valor al proceso productivo. Se habla de un aumento en la tasa de empleos, pero queda oculto el subempleo, el cual es aquel en el que el empleador está más calificado que lo que exige el puesto ya sea en habilidades o en término de horas de trabajo".
Por ejemplo, aunque la industria automotriz genere en México un millón 100 mil empleos directos e indirectos para la fabricación de unidades, están interesadas en la mano de obra barata nacional. De acuerdo con el informe del Inegi "Estadísticas a propósito de la Industria Automotriz”, un trabajador en el área de fabricación de partes de autos gana en promedio 10 mil pesos mensuales y en la manufactura alrededor de 11 mil.
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"No son suficientes las reformas laborales, es necesario un compromiso de la clase empresarial, de la productividad de la población económicamente activa y del gobierno, en función de políticas públicas que garanticen el desarrollo económico, implementen la inversión y que las instituciones educativas impulsen las capacidades de competencia que requiere el mercado laboral", añadió la académica.
Sin embargo se han registrado relativas tasas bajas de desempleo, al menos en las áreas urbanas, no ha sido mayor del 7 por ciento aún en las épocas de crisis económicas violentas, como 1983 y 1995, de acuerdo con el investigador del ITAM Gonzálo Hernández Licona, actualmente el director del Consejo Nacional de Evaluación de Desarrollo Social (Coneval).
Sin embargo, el estudio "El empleo en México en el siglo XXI" enfatizó que en un país sin seguro de desempleo y con ahorros familiares pequeños o casi nulos, "es difícil" que una persona promedio pueda mantenerse desempleada por mucho tiempo, por lo que toma "cualquier trabajo", incluyendo el informal, "para sobrevivir sin importar la calidad".