Santiago de Chile, 13 jun (EFE).- Alumnos de enseñanza secundaria mantienen ocupados hoy un centenar de colegios en Chile, mientras que los universitarios han convocado para este jueves un paro nacional y una marcha para exigir mejoras en la educación pública.
Los estudiantes de secundaria, que el pasado viernes ocuparon unos 40 establecimientos en todo el país, lograron hoy paralizar unos 120 colegios, según indicó el portavoz de la Federación Metropolitana de Estudiantes Secundarios (Femes), Freddy Fuentes.
En tanto, fuentes de Carabineros indicaron a Efe que en la capital la cifra de colegios ocupados asciende a alrededor de 60 y precisaron que hasta ahora no ha habido desalojos, aunque a las puertas de muchos colegios se han apostado policías para controlar las protestas.
El subsecretario de Educación, Fernando Rojas, indicó en tanto que 98 establecimientos están en toma y cerca de 40 en paro en todo el país, y opinó que "el paro, las tomas y las manifestaciones no ayudan a un diálogo constructivo".
Con ellas los escolares piden que la educación pública pase de manos de los municipios al Estado para que se repartan mejor los recursos, ya que ahora dependen del dinero con que cuenta cada ayuntamiento, lo que refuerza la desigualdad en un país con una fuerte estratificación social.
También exigen que se mejoren las infraestructuras y que el pasaje reducido para el transporte público se aplique todo el año.
Actualmente los estudiantes pagan casi una tercera parte del precio de un billete normal, pero solo durante el periodo escolar.
Además, Laura Ortiz, portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aced), que es una de las entidades que agrupa a estos alumnos, anunció que pretenden convocar para el miércoles una marcha por el centro de Santiago.
Un día después también pretenden manifestarse por el centro de la capital los estudiantes universitarios, que además han convocado un paro nacional para el mismo jueves.
Al solicitar permiso para esa marcha, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), Camila Vallejo, acusó al ministro de Educación, Joaquín Lavín, de minimizar las movilizaciones.
"Es una vergüenza que hoy se tilde a este movimiento como un movimiento que no es representativo, que es de minoría, que es violento, que no tiene demandas claras", apuntó Vallejo.
La dirigente estudiantil insistió en que su objetivo es "respetar la educación pública y que se termine el lucro en la educación."
Esto debido a que, aunque la norma establece que las universidades son corporaciones sin fines de lucro, en la práctica obtienen ventajas tributarias, subsidios y, en ocasiones, beneficios procedentes de negocios montados gracias a subterfugios legales.
Una de esas instituciones privadas, la Universidad del Desarrollo, fue fundada, entre otros, por el actual ministro de Educación.
Por otra parte, el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, que hoy se reunió con dirigentes del Colegio de Profesores, descartó ejercer por el momento de mediador entre los estudiantes y el Gobierno de Sebastián Piñera.
Ezzati, que también es arzobispo de Santiago, opinó además que "las manifestaciones democráticas son siempre legítimas" mientras se realicen de forma pacífica.
En los últimos dos meses los estudiantes han protagonizado casi cada dos semanas masivas movilizaciones, algunas de las cuales terminaron con desmanes, en demanda de mejoras educativas, que ya amenazaron con poner en jaque a anteriores gobiernos.
Los estudiantes de secundaria, cuyos uniformes les han valido el apelativo de "pingüinos", protagonizaron en 2006 la llamada "revolución pingüina", que puso contra las cuerdas al gobierno de la entonces presidenta, Michelle Bachelet. EFE