La medida del Gobierno federal de incrementar los precios de las gasolinas y el diésel a partir del 1 de enero generará un impacto económico negativo en varios sectores de la economía, que no será asumido por los partidos de oposición que firmaron el Pacto por México, instrumento que posibilitó la aprobación de las reformas estructurales del Presidente Enrique Peña Nieto. Al contrario, consideraron analistas, el PAN y PRD le endosarán el costo político al Tricolor.
Ciudad de México, 29 de diciembre (SinEmbargo).- El "mega gasolinazo" anunciado para enero de 2017 es un factor negativo que se sumará a la ya deteriorada imagen presidencial, que será aprovechado por aquellos que acompañaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Pacto por México para deslindarse y “echarle la culpa al Gobierno” del golpe a la economía de los mexicanos que esta alza traerá, dijeron economistas y analistas políticos a SinEmbargo.
El aumento de 20 por ciento –más de dos pesos por litro– a las gasolinas y el diésel anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que entrará en vigor a parir del 1 de enero impactará en la inflación, a los productores, y a toda la cadena de valor que se mueve a través del transporte carretero y al consumidor final.
“Tendrá una repercusión no sólo en el transporte, sino en toda la economía. En el transporte de pasajeros, de bienes y productos, todo lo que se realiza vía carretera. Las empresas que hacen uso del transporte no tendrán gran margen para absorber ese 20 por ciento, sino que acabarán por pasarlo a otros sectores de la economía”, explicó José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios en el Tecnológico de Monterrey.
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El economista adelantó que no sólo las clases media y alta saldrán perjudicadas debido a que el Gobierno federal eliminará el subsidio a las gasolinas, como sugieren algunos, sino también a las clases bajas que consumen todo tipo de productos.
De acuerdo con los empresarios del sector gasolinero, la SHCP encareció los combustibles con el elevado impuesto del IEPS que, sumado a otros impuestos, da un total de 6 pesos por cada litro de gasolina que van para recaudación fiscal.
Sin embargo, agregó José Luis de la Cruz, el Gobierno mexicano no está en posibilidades de revertir ese impuesto, debido a la “destrucción de las finanzas públicas” y la necesidad de “flujo para empezar el año que viene con los gastos que tiene”.
Ayer, Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), dijo a través de un comunicado que el gasolinazo generará “más presión a los costos que enfrentan los productores de todos los sectores productivos del país”.
“Los industriales del país reciben con inquietud esta noticias, pues estamos concluyendo un año 2016 de nulo crecimiento en el conjunto de la industria mexicana, prevemos un panorama complicado para 2017 y estas noticias vienen a reafirmar que será un año complicado para la industria mexicana”, dijo el industrial.
Herrera Vega pidió al Gobierno federal que se cumpla una de las promesas de la Reforma Energética: incentivar el fortalecimiento de las empresas mexicanas, la generación de empleos y el dinamismo de las compañías.
Pero para los empresarios gasolineros y los economistas, una de las promesas de la Reforma Energética fue disminuir el precio de las gasolinas y terminó por ser una “mentira podrida”.
“Fue una fantasía el decir que los precios de las gasolinas se iban a bajar. Esas son cosas políticas, las gasolinas baratas se acabaron”, afirmó Juan Pablo González Córdoba, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), en entrevista con este medio digital.
Raymundo Tenorio Aguilar, director de las carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, consideró que el incremento en el precio de las gasolinas es para la “población en general una verdadera cachetada y una ofensa a la inteligencia, porque la llamada promesa energética es una verdadera tontería de corto plazo, de largo plazo es un engaño; una verdadera mentira podrida”.
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PARTIDOS DEL PACTO POR MÉXICO CULPARÁN AL PRI
De acuerdo con los analistas políticos consultados, los partidos de oposición que formaron parte del Pacto por México, instrumento que materializó las reformas estructurales del Presidente Enrique Peña Nieto, deberían asumir su responsabilidad en las decisiones que se tomen en torno a la Reforma Energética, sin embargo no lo harán y culparán al PRI del impacto por el "mega gasolinazo".
“La responsabilidad es parcial, porque el Gobierno en 2015 prometió que no habría incrementos ni en la luz eléctrica, ni gasolinas. Esta medida de los gasolinazos se viene a sumar a la maltrecha imagen del Presidente”, dijo Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA).
El Pacto por México fue firmado el 2 de diciembre de 2012 en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; Gustavo Madero Muñoz, entonces presidente del Partido Acción Nacional (PAN); Jesús Zambrano Grijalva, quien era dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Cristina Díaz Salazar, entonces presidenta interina del PRI.
El PRD y el PAN apoyaron al PRI para votar las reformas Educativa, la Financiera y la de Telecomunicaciones. El diálogo se rompió cuando los perredistas no apoyaron la Reforma Energética en los términos que planteó el titular del Ejecutivo Federal.
El Sol Azteca abandonó el Pacto por México tras oponerse a la propuesta de Reforma Energética del Presidente, pero lo hizo cuando el resto de las reformas planteadas en el acuerdo, habían sido aprobadas.
Sin embargo, la Reforma Energética no requirió del voto perredista en el Congreso de la Unión, pues fue avalada por una avasalladora mayoría del PAN y del PRI, y otros partidos como el Verde Ecologista de México (PVEM).
Acuña Murillo opinó que el PRD podría recuperar su posición como partido de oposición, debido a que fue la fuerza política no apoyó finalmente la Reforma Energética.
“El PRD ha perdido fuerza, el Pacto por México le dio oxígeno, principalmente a ‘Los Chuchos’ [corriente interna perredista] los primeros años de las reformas estructurales, pero ahorita yo los veo más preocupados por frenar el avance de Morena [Movimiento Regeneración Nacional], que por oponerse a las medidas del Gobierno”, dijo.
En el caso del PAN, agregó la analista, está más preocupado por la elección de 2018 y la definición de las candidaturas, que por presionar al Gobierno de Peña Nieto para cambiar sus políticas públicas en materia energética.
Nicolás Loza Otero, analista político de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), consideró que el papel de la oposición no es ayudarle al Gobierno a salvar la crisis por la que pasa el país, por lo que aprovechará para endosarle el costo político al partido en Los Pinos.
“[La oposición] Debería ser responsable y expresar públicamente su postura sobre el asunto. El PAN debería dar las razones por las que apoyó esta medida, porque cuando votaron la Reforma Energética ya venía esta medida, no es una novedad, no es una arbitrariedad del Gobierno de Peña Nieto. Pero el PAN no lo hará y buscará echarle todo el costo político al PRI”, dijo.
Loza Otero añadió que en el caso del PRD, no “puede echarse en el mismo saco que el PAN y el PRI”, debido a que finalmente no apoyó la Reforma Energética.
“El PRD tendría que explicar porqué apoyó el Pacto por México, y lo que podría hacer el PRD, y cualquier partido de oposición, es poner el dedo en el asunto, de que no necesitamos consumir más gasolina en el país y que ese subsidio que se ahorrarán, vaya al gasto social, aplicado sin corrupción”, finalizó.