Dos delincuentes armados siguen a enfermeras, una de ellas recién pensionada, que acaban de regresar del banco e ingresan al ‘seguro viejo’ donde las someten en el sótano; al parecer se llevan 300 mil pesos.
Ciudad de México, 20 de diciembre (SinEmbargo/Noroeste).-Al menos dos hombres armados entraron a la Unidad de Medicina Familiar 45 del Instituto Mexicano del Seguro Social durante la mañana donde asaltaron a un grupo de enfermeras; las sometieron en el sótano, poco antes de llegar al elevador de uso común, ahí les quitaron cerca de 300 mil pesos.
El atraco ocurrió poco después de las 08:00 horas de ayer cuando tres enfermeras regresaron de un banco, al parecer entraron al Seguro Social (llamado seguro viejo) por la puerta que se ubica al pie de la calle Rotarismo, en la Colonia Reforma, atrás iban los asaltantes.
De acuerdo con testimonios de trabajadores, los delincuentes ocultaron las armas para pasar la caseta de vigilancia donde había un guardia, avanzaron unos 100 metros hasta el sótano, y sometieron a las enfermeras antes de que llegaran al elevador, ahí les quitaron el dinero.
“Ya las venían siguiendo, una de ellas se acaba de pensionar, traía una cantidad importante... Los que salieron de turno nos pasaron el reporte que los asaltantes llegaron hasta aquí, que se metieron con las pistolas”, comentó un empleado del IMSS.
El atraco ocurrió en minutos, los delincuentes salieron corriendo por el mismo lugar que entraron. El botín fue de unos 300 mil pesos en plena institución pública, ubicada frente al Malecón.
“Se perdieron en la calle, no se sabe si los estaban esperando, o si traían moto, de eso no sabemos, lo grave es que entraron como si nada”, comentó una trabajadora.
Un vigilante aseguró que supieron hasta que las enfermeras avisaron para que activaran la alarma, a esa hora sólo había una persona de seguridad en la entrada al sótano, el resto se encontraba en Guardería, en la entrada principal, y en Urgencias. Nadie resultó herido.
De la Subdelegación del IMSS se informó que no tienen autorización para comunicar sobre el hecho por seguridad de las empleadas.
Sin embargo, esto obligó a reforzar la seguridad interna en la puerta principal, y en el acceso al sótano, pues más tarde llegó medicamento, justo en la zona donde ocurrieron los hechos.
De las víctimas sólo se confirmó que son tres enfermeras, una de ellas recién pensionada.
El asalto ocurrió cerca de los elevadores que cientos usan todos los días por ser acceso directo a Urgencias y a consultorios; la mayoría de los usuarios son personas adultas y madres de familia que no pueden subir escaleras.
