"Ayer nos dijeron que la caridad era algo bueno, hoy entendemos que es insuficiente", la premisa de Mi Valedor y el resto de las revistas que dan empleo a miles de personas en situación de calle en 35 países alrededor del mundo, es sacarlos de la exclusión mediante la reinserción en la sociedad, no sólo a través de las ganancias que obtienen de sus ventas, sino por los talleres en los que aumentan sus capacidades para relacionarse y trabajar.
Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– Tan solo en la Ciudad de México, la Secretaría de Desarrollo Social local calcula que entre 3 mil 700 y 4 mil 500 personas viven en las calles, la mitad de ellas, en la delegación Cuauhtémoc. La mayoría sufre discriminación a causa de su pobreza, la cual se refleja en indiferencia, rechazo, maltratos e incluso violencia.
Además de la constante marginación, las personas en situación de calle viven enfrentamientos con las autoridades y el rechazo en actividades laborales por su falta de documentos o educación.
Ante esta situación, María Portilla y su equipo compuesto totalmente de mujeres crearon Mi Valedor, la primera revista de México que emplea a personas en situación o riesgo de calle; les da talleres para que aprendan nuevas técnicas y tomen confianza en sí mismos y les da un espacio para escribir su historia y expresarse artísticamente a través de fotografías o collages.
Regina Rivero, encargada de relaciones públicas y administración de este street paper mexicano, charló con Magazine sobre el proyecto que vio la luz en marzo de 2015.
– ¿Cómo definirían Mi Valedor?
Mi Valedor es una herramienta editorial que le da empleo a gente en situación de calle o que está en alto riesgo de vulnerabilidad o exclusión social.
Es una revista o street paper, un modelo que funciona en más de 110 ciudades en todo el mundo y lo que busca es justo eso, que por un lado da empleo y el ingreso a las persona que lo requiere, pero también es una publicación donde se invita a participar a las personas que lo venden, también es un medio de expresión para este sector excluido.
– ¿Cómo se da el acercamiento a las personas en situación de calle?
– Nosotros tenemos una metodología que busca la reducción del daño, nos acercamos a albergues públicos, privados, de alguna institución religiosa, o comedores públicos. Ofrecemos chamba a las personas que la estén buscando, el primer contacto es ofrecerles el trabajo y posteriormente se les da una capacitación, acompañada de los talleres creativos en nuestras oficinas, que a través de diferentes disciplinas artísticas o talleres de ventas, lo que buscamos es también fomentar habilidades que han perdido por esta vida en exclusión.
Lo que sale de esos talleres después se publica en la revista, pero también el objetivo primordial de esos talleres es fomentar el trabajo en equipo, responsabilidad, respeto a sí mismos, autoconfianza, para hablar en público, relacionarse con los clientes y con las demás personas en la vida cotidiana, esas habilidades que además que se ven reflejadas en sus ventas, se ve en su calidad de vida.
– ¿De qué manera obtienen ellos la ganancia?
– Cuando un nuevo vendedor se acerca a nosotros, se le da la capacitación y la primera venta es acompañada para que vayan tomando confianza y conociendo, para que también ellos sepan cómo acercarse a la gente, qué ofrecerles, etc. Las primeras cinco revistas se las damos de forma gratuita, el primer empujón. A partir de eso, ellos regresan a la oficina, compran la revista a cinco pesos y la venden en $20, que es el precio de portada y automáticamente la ganancia es suya.
Ellos son sus propios jefes, ellos deciden cuántas revistas quieren comprar, en conjunto también decidimos horarios y puntos de venta para que también ellos sean como microempresarios, cada uno va a su ritmo y va ganando dependiendo el esfuerzo y la habilidad que le ponga para vender la revista.
– ¿Cómo se define la revista editorialmente?
– Es una publicación bimestral que básicamente habla de la vida cotidiana de la Ciudad de México, es monográfica, entonces cada edición es de un tema específico. Procuramos que la revista sea muy visual para que sea atractiva y accesible para un público amplio. También invitamos a colaboradores externos, escritores, entonces hay cuentos, crónicas, una columna relacionada con la comida, pero todo gira en torno al mismo tema.
Ahorita la que está próxima a salir el tema es Fantasía y entonces tanto el cuento, como las fotografías, la ilustración va en torno a la fantasía, a la imaginación, de todos esos momentos cotidianos que pueden ser utópicos o irreales en la Ciudad de México. Hay partes chuscas, pero también de crítica, pero lo que buscamos es resaltar la vida cotidiana.
Muchos de los talleres giran en torno de los temas de la siguiente revista. En la próxima edición habrá textos de ellos y unos collages que hicieron y también fotografías. Lo que más les gusta a ellos es colaborar con fotografías, entonces tenemos continuamente talleres de foto.
La idea es que poco a poco el contenido esté hecho en cierta medida por ellos pero también involucrando colaboradores profesionales, para que también sea un producto que por sí mismo sea atractivo para el público. Combina su colaboración también con la del equipo de Mi Valedor, la editora, la fotógrafa.
– ¿Actualmente cuántos 'valedores' colaboran con ustedes?
– Ahorita hay 15 vendedores que son constantes, ellos son los que vienen a los talleres, los que normalmente están a diario vendido. Pero también tenemos una población flotante de alrededor de 30 o 40 que son menos constantes, vienen cuando les hace falta un poco de dinero o algunos que por diferentes circunstancias los perdemos y regresan después de dos meses a seguir chambeando.
En marzo vamos a cumplir dos años de que se publicó la primera edición, estamos por imprimir nuestro noveno volumen. El proyecto lo empezamos hace cuatro años pero estuvimos un par de ellos conociendo cómo funcionaba el modelo que inició hace 25 años en Inglaterra con la revista Big Issue, el primer street paper del mundo y poco a poco se fue replicando en otros países.
Entonces durante estos años previos a que saliera Mi Valedor estuvimos mucho en contacto con esta red internacional de periódicos callejeros (INSP, por sus siglas en inglés) a la que todos pertenecemos y ya después de que conseguimos en una campaña de Fondeadora el recurso para poder empezar a imprimir fue que en marzo de 2015 salió el año cero y de ahí no hemos parado.
– ¿Aceptan colaboraciones?
– Sí, como son tan pocas ediciones al año, tenemos ya definidos los seis temas del año que entra y en caso de que alguien quiera colaborar, se les manda la información. Muchas veces ya se tienen elegidos a los fotógrafos invitados o al cronista, pero definitivamente hay espacio para colaborar y en caso de que no se pueda en la versión impresa, también estamos empezando a armar una versión en línea, a la cual también invitamos a quien guste.
Al mail [email protected], ahí es donde nos escriben para hacer un primer contacto y ya de ahí hacemos la canalización, depende si es colaboración fotográfica o con la editora de textos.
STREET PAPERS EN EL MUNDO
"The Big Issue es una revista vendida por personas sin hogar o desempleados a largo plazo. Lo compran en 1.25 libras y lo venden en 2.50 libras. Están trabajando, no mendigando", es como se presenta a 25 años de su creación el primer street paper del mundo: The Big Issue, el cual ha vendido 200 millones de copias y donde trabajan actualmente más de dos mil vendedores en todo Reino Unido.
De acuerdo con el sitio de Mi Valedor, todo comenzó cuando el fundador de la cadena de tiendas The Body Shop viajó a Nueva York y se topó con una revista vendida por un "homeless" afuera de una estación del metro, llamada Street News, una publicación fundada en 1989 que buscaba concientizar a la población acerca de la situación se calle en la ciudad. La iniciativa le pareció interesante y pensó que algo similar se podría desarrollar en su país. De vuelta a Londres contactó a un viejo conocido, John Bird, un escocés con un pasado de calle a quien de inmediato dio las riendas del proyecto. Con una gran inversión y el apoyo de un grupo de expertos en el mundo editorial fueron construyendo y adaptando su propia revista de calle.
De su experiencia en las calles, John sabía que el costo de mantener a la gente sin hogar era más grande que hacerlos parte de la sociedad y mantenerlos contribuyendo y trabajando. Él creía que si la gente tenía los medios para obtener un buen ingreso y no mendigar, aquellos que estuvieran más estables saldrían de su situación. Fue entonces que creó un modelo que busca ir más allá del asistencialismo, un modelo de auto-ayuda. En septiembre de 1991 The Big Issue surgió con la misión de ser un negocio con conciencia social; una oportunidad para la gente de la calle de generar un ingreso, invertir sus ganancias en beneficio de la comunidad de calle, y con el fin de darles una voz en los medios a través de una revista de interés general.
Actualmente, la International Network of Street Papers, que lleva 20 años trabajando con estas asociaciones, se compone de 112 revistas callejeras, distribuidas en 35 países, en 24 idiomas.