El Consejo Coordinador Empresarial alertó que ante la posible reducción en la inversión nacional y extranjera, es necesario establecer una política de estímulos fiscales que tengan un efecto inmediato. El órgano representativo de las empresas mexicanas urgió a establecer acciones emergentes ante factores como la volatilidad financiera, el nivel de endeudamiento público y la llegada de Donald Trump al Gobierno de Estados Unidos.
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Ciudad de México, 5 de diciembre (SinEmbargo).- El sector privado consideró que a México le urgen acciones emergentes para que el próximo año se registre un crecimiento mayor al 2 por ciento.
En su mensaje semanal, Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), refirió que hay diversos factores que presionan a la baja, no sólo la actividad económica y las expectativas de crecimiento, sino los equilibrios fundamentales para la estabilidad macroeconómica del país.
En este contexto, consideró, es fundamental que México asuma una estrategia proactiva, con políticas y acciones que puedan implementarse y dar resultados con la mayor rapidez posible.
Castañón dijo que el nivel de endeudamiento público, así como limitación de la capacidad de inversión del Estado, puede degradar la calificación de riesgo de la deuda, incrementando el costo financiero y, con ello, la presión sobre la balanza de pagos y el tipo de cambio, todo lo cual incide sobre la inflación y sus consecuencias en el consumo.
Explicó que a esto se suma un déficit creciente en la balanza comercial, tanto por la caída de ingresos por exportación de petróleo, como por un menor dinamismo de las exportaciones manufactureras.
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Añadió que para evitar una posible reducción en la calificación crediticia, la deuda del Gobierno federal no debe exceder 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y hoy tenemos niveles cercanos al 50 por ciento, indicó.
De acuerdo con el CEE, estos factores han llevado al país a sostener niveles negativos de cuenta corriente, que no han podido ser compensados ni por las remesas familiares que vienen del exterior, ni por la inversión extranjera directa. "De mantenerse esta tendencia, no sólo ocasionará pérdidas adicionales en las reservas internacionales, sino mayor inflación en el país".
"Al país le urgen políticas y objetivos con visión de largo plazo que puedan tener continuidad, sin importar los partidos políticos en el poder, para generar certidumbre, con un rumbo fijo a seguir para todos los agentes económicos".
También sugirió que se aceleren los procesos de contabilidad gubernamental para que en la rendición de cuentas estén homologadas las contabilidades de todos los estados.
Castañón externó que se debe programar de manera cuidadosa el incremento a las remuneraciones, para que el poder adquisitivo crezca más que los sueldos nominales.
"Desde inicios del próximo año estamos muy a tiempo de ejecutar los ajustes y cambios que no sólo permitan enfrentar los retos inmediatos, sino establecer las bases para un fin de sexenio estable y de prosperidad, sin las presiones electorales que habrá durante 2018", dijo el CCE.
Por último, el CCE señala los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y las repercusiones de la política proteccionista que el ahora presiente electo Donald Trump pudiera implementar.
“Todos estos factores combinados, podrían impedir que creciéramos más del 2 por ciento en el 2017, con afectación importante en el empleo y el bienestar de las familias. Por eso es fundamental llevar a cabo acciones emergentes”.
El CCE propone acordar un paquete de lineamientos y acciones que puedan producir efectos rápidos en materia de inversión y de empleo como buscar que los programas sociales, en los tres niveles de gobierno, se libren de prácticas clientelares y se orienten a crear una infraestructura física e intelectual productiva. La inversión productiva es prioritaria.