Donald Trump advirtió hoy que las empresas que salgan de Estados Unidos enfrentarán "consecuencias". El aviso lo realizó durante su recorrido por planta de Carrier en Indianapolis. Trump hizo de “salvar los empleos en Carrier” una promesa central de su campaña. Esta semana se llegó a un acuerdo para mantener 800 empleos en la planta. Pero centenares de trabajadores van a perder aún sus puestos.
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Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo/AP).– El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió hoy durante su recorrido por planta de Carrier en Indianapolis que todas las empresas que salgan de Estados Unidos enfrentarán "consecuencias".
“Las compañías no van a abandonar Estados Unidos sin consecuencias. No va a pasar”, amenazó.
"La gente está diciendo: '¿Piensas que Trump va a construir el muro?' Créanme, vamos a construir el muro", dijo.
Trump, acompañado por su compañero de fórmula Mike Pence, recorrió una sección de la fábrica de aires. El republicano saludo a algunos trabajadores, habló con ejecutivos e inspeccionó una línea de ensamblaje.
Trump hizo de “salvar los empleos en Carrier” una promesa central de su campaña. Esta semana se llegó a un acuerdo para mantener 800 empleos en la planta. Pero centenares de trabajadores van a perder aún sus puestos.
Un portavoz de Carrier dijo el jueves que la compañía recibió un incentivo de impuestos de 7 millones de dólares de Indiana para seguir operando la planta.
En un texto publicado hoy en The Washington Post, el ex precandidato presidencial Bernie Sanders criticó la avaricia de United Technologies, el corporativo detrás de Carrier.
“Seamos claros: United Technologies no está en quiebra. El año pasado, obtuvo ganancias de 7 mil 600 millones de dólares y recibió más de 6 mil millones de dólares en contratos de defensa. También ha recibido más de 50 millones del Banco de Exportación-Importación y muy generosas exenciones fiscales. En 2014, United Technologies dio a su ex jefe ejecutivo Louis Chenevert un paracaídas de oro por valor de más de 172 millones. El año pasado, los cinco ejecutivos mejor pagados de la compañía tuvieron salarios por más de 50 millones. La firma también gastó 12 mil millones en inflar el precio de las acciones en lugar de usar ese dinero para invertir en nuevas plantas y trabajadores”, dijo Sanders.
“Hoy, alrededor de mil trabajadores del transporte y sus familias deben estar regocijándose. Pero el resto de los trabajadores de nuestra nación debe estar muy nervioso”.
EU SERÍA EL MÁS AFECTADO
Los consumidores y negocios estadounidenses pagarán —literalmente— si el presidente electo Donald Trump cumple su promesa de campaña y aplica altos impuestos a las importaciones provenientes de China y México.
Trump dijo durante la campaña presidencial que impondría aranceles de 35 por ciento a las importaciones mexicanas y 45 por ciento a las chinas para proteger los trabajos estadounidenses de la injusta competencia extranjera. Las empresas que importan estos bienes pagarían los impuestos en la frontera.
Muchas de esas empresas probablemente traten de pasar lo que más puedan del costo a sus clientes. El resultado es que los consumidores estadounidenses terminarán pagando más por prendas hechas en el extranjero, tablets y otros productos electrónicos.
Un arancel de 45 por ciento a los bienes chinos podría aumentar los precios al menudeo de esos mismos productos en Estados Unidos en promedio 10 por ciento, calculó Capital Economics. Y a los consumidores se les dificultará escapar de dichos incrementos.
"Hay pocas fuentes alternas para los productos principales que Estados Unidos compra de China", dijo Mark Williams, jefe economista para Asia de Capital Economics. Por ejemplo, destaca, China abastece un 70 por ciento del equipo mundial de sistemas de redes, celulares, laptops y tablets.
Después de la elección, el equipo de Trump ha bajado el énfasis sobre los aranceles, describiéndolos como herramienta potencial para usarlos a fin de ganar concesiones de los socios comerciales de Estados Unidos.
"Todo mundo hablará sobre aranceles como primer punto", dijo a CNBC el miércoles Wilbur Ross, banquero de inversiones y nominado de Trump para ser secretario de Comercio. "Los aranceles son parte de la negociación".
También podrían ser riesgosos. Los aranceles podrían crear una guerra de comercio si, tal como se espera, China y México toman represalias al imponer aranceles u otras sanciones contra Estados Unidos.
Analistas dicen que Trump podría volver a considerar su retórica comercial una vez que sopese los costos, y no todos serían económicos. Una guerra comercial probablemente tendrá consecuencias diplomáticas. Por ejemplo, podría hacer más difícil que Estados Unidos cuente con la ayuda China para apaciguar la amenaza derivada de las ambiciones nucleares de Corea del Norte.
"Solo resultará en daños colaterales en ambos lados", dijo la economista Song Lifang, de la Universidad Renmin en Beijing.