El trabajo que realizó la delegación mexicana fue destacado, sobre todo si se toma en cuenta la dificultad de los ejercicios: Eduardo Mendoza Torres, doctor en astronomía y delegado mexicano.
Puebla, 13 de octubre (Agencia Informativa Conacyt).- Dos medallas de plata, una de bronce y dos menciones honoríficas fue el resultado de los logros obtenidos por la delegación mexicana que participó en la décima Olimpiada Latinoamericana de Astronomía y Astronáutica (OLAA 2016), que se llevó a cabo del 2 al 9 de octubre en la ciudad de Córdoba, Argentina.
La poblana Geraldine Lomelí Ponce y Valeria García Hernández, de Culiacán, Sinaloa, fueron las ganadoras de la presea de plata; mientras que el bronce lo obtuvo Bryan Alexis Ramírez Camacho. Por su parte, Ronaldo Navarro Ambriz, de San Luis Potosí, y Diana Ávila Padilla, de Yucatán, recibieron menciones honoríficas.
El desempeño de la delegación mexicana fue reconocido por los jurados después de que se enfrentara a 36 estudiantes de países como Paraguay, Chile, Perú, Uruguay, Bolivia, Argentina, Ecuador (como observador), Colombia y Brasil, estos últimos ganadores del oro.
Al respecto, Eduardo Mendoza Torres, doctor en astronomía, delegado y organizador en México de esta olimpiada, declaró en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que el trabajo realizado por los estudiantes fue destacado, sobre todo si se toma en cuenta la dificultad de los ejercicios que realizaron.
“Son evaluaciones de tipo teórico y práctico. Tienen que resolver ejercicios complicados que ponen a prueba sus conocimientos en astronomía, matemáticas, física, identificación de constelaciones, estrellas y otros objetos celestes, además de mostrar habilidades en el manejo de telescopios”.
Indicó que los estudiantes que participaron han mostrado un conocimiento avanzado en la identificación de cuerpos celestes, ayudados por las herramientas tecnológicas, como los simuladores por computadora, que les permitieron practicar en la identificación de mapas celestes.
Delegaciones de la OLAA 2016 1Destacó que la delegación mexicana tenía una desventaja por el desfase en los tiempos de preparación, pues en nuestro país el ciclo escolar inicia en septiembre y acaba en junio o julio; mientras que en los países competidores su calendario escolar es de enero a diciembre, lo que les permitió más tiempo de preparación. No obstante, dijo, los resultados son satisfactorios.
“Estoy muy contento con ellos porque fueron muy disciplinados y tuvieron iniciativa para prepararse de manera adicional a las asesorías que casi diariamente tomaban. Ocuparon parte de su tiempo destinado a otras actividades para complementar su preparación y esa fue una actitud destacada”.
El doctor Mendoza Torres, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), reconoció también a los 15 asesores que participaron en la capacitación de la delegación mexicana, además de directores y personal administrativo de los planetarios de Puebla, Culiacán, Sinaloa, y San Luis Potosí, que brindaron facilidades para que los estudiantes pudieran realizar algunas de sus prácticas.
“Quiero agradecer a las autoridades del Planetario de Puebla por permitir realizar sesiones de reconocimiento de constelaciones para el entrenamiento de Geraldine Lomelí, en especial al director Luis Alfredo Arenas Pérez y al técnico Heriberto Martínez Prieto, así como a Laura Téllez Leyva, directora del Planetario del Centro de Ciencias de Sinaloa (CCS), por el apoyo que brindaron para la preparación de los estudiantes”.
EL CIELO NO ES EL LÍMITE, ES LA META
Para Geraldine Lomelí Ponce, obtener la plata no se compara con la experiencia que ha vivido desde que decidió participar en la OLAA. Conocer a otros estudiantes con intereses mutuos, además de profesores como el doctor Eduardo Mendoza Torres, quien la impulsó siempre, será lo que realmente conservará para ella.
“Creo que fue una experiencia muy enriquecedora y, más que la medalla, lo más importante fue conocer y convivir con muchas personas de diferentes países que están interesadas en las ciencias y la astronomía. Fue una experiencia inolvidable, muy enriquecedora cultural y académicamente”, declaró para la Agencia Informativa Conacyt.
La joven poblana, de 16 años de edad, superó exitosamente pruebas individuales y colectivas, como el lanzamiento de cohete, en la que se evalúa el diseño aerodinámico que permita llegar al objeto lo más lejos posible. En esta categoría, Geraldine junto con sus compañeros de equipo de Paraguay y Bolivia obtuvieron la ventaja.
Finalmente, todos los exámenes fueron elaborados por astrónomos del Observatorio de Córdoba, Argentina, mientras que los exámenes fueron calificados en conjunto con los delegados de cada país.