Mal empieza la lucha contra la violencia

11/10/2016 - 12:00 am
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Corral nombró jefe de escoltas a un ex policía controvertido, por lo menos, y luego repitió la dosis con el jefe de la policía estatal. Foto: Cuartoscuro.

La semana pasada decía que los gobernantes deben disminuir la violencia en Ciudad Juárez por lo menos a la mitad, y para lograr lo anterior deben estar de acuerdo el Gobernador y el Presidente Municipal, consensuar el nombramiento de los jefes policiacos y pactar un  acuerdo con las fuerzas federales que actúan en la zona fronteriza.

Si no se hace esto, lo más probable es que la violencia aumente, no se debe ser genio para entenderlo; sin embargo los gobernantes elegidos para lograr un estado y ciudad más seguros, empezaron al revés.

Corral nombró jefe de escoltas a un ex policía controvertido, por lo menos, y luego repitió la dosis con el jefe de la policía estatal; nos preocupó saber que los elementos de apoyo en el círculo de confianza del Gobernador para el trabajo más importante en el estado fueran tan reducidos.

Apenas imaginábamos un cambio con mayor sensibilidad cuando el nuevo Presidente Municipal nombra jefe de la Policía de la ciudad a la persona menos esperada, el ex Fiscal General del Gobierno de Duarte.

Es obvio que ambos nombramientos despiertan zozobra entre los fronterizos y aumenta la desconfianza hacia las instituciones policiales.

Y como si estuvieran esperando la oportunidad de competir para cometer el error más grande, el Gobierno estatal se lanza abiertamente en contra del Presidente Municipal de Juárez por el polémico nombramiento del nuevo Secretario de Seguridad Pública, y más nos alarmamos cuando el Presidente Municipal informa que no tuvo comunicación con Corral previa a la designación del funcionario.

Venimos de una guerra que duró cinco años y terminó con la vida del 1 por ciento de la población y lo que menos queremos es que se vuelvan a soltar los demonios. Para dar una perspectiva a los capitalinos, esto significa 200 mil asesinatos en la metrópoli.

Realmente asusta que los dos gobernantes más importantes del estado de Chihuahua se confronten en las páginas de los periódicos en lugar de tomar el teléfono y llegar a un acuerdo; además, ambos salieron de la oposición apoyados por una ciudadanía harta de la corrupción y la violencia.

Todo mundo pensaba que estaban comunicados y eran capaces de alcanzar consensos en los temas vitales. Vemos que no.

Como van las cosas en los últimos tres meses y el acelerón de la violencia en los pocos días del Gobierno de Corral, diríamos que los únicos que están ganando en esta inexplicable confrontación son los delincuentes, y el PRI.

Tres sucesos continuados han erizado la piel de los fronterizos: siete ejecuciones en el Valle de Juárez y dos asesinatos públicos en restaurantes, para un total de 20 homicidios en 9 días.

Las esperanzas que se encendieron con el gran discurso de Corral al inaugurar su Gobierno empiezan a congelarse, porque se puede saber cuándo empieza la guerra pero es difícil saber cuándo terminará y las dos instituciones fundamentales de combate a la delincuencia empiezan debilitadas y confrontadas.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.
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