El consumo en exceso de productos con azúcares añadidos, como los refrescos, se relaciona con enfermedades crónicas como la diabetes, por lo que personas expertas en salud llaman a dejarlos fuera de la dieta diaria.
Ciudad de México, 31 de octubre (SinEmbargo).– Las bebidas azucaradas como refrescos, jugos, yogures y leches de sabores son la fuente principal de azúcares de las y los mexicanos. Esto preocupa tanto a expertos en salud pública como a organizaciones porque su consumo en exceso está relacionado con enfermedades cardiovasculares, sobrepeso, obesidad y diabetes, causantes de miles de muertes al año.
Los refrescos y otras bebidas ultraprocesadas son tan populares en el país que representan 70 por ciento del consumo de azúcares en la dieta diaria, de acuerdo con datos difundidos por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
“Como consumidores a veces hacemos culpables a ciertos alimentos [del exceso de azúcares], por ejemplo, al azúcar que nosotros agregamos al café, al agua que preparamos, etcétera, pero lo que más contribuye a la cantidad de azúcares en nuestra dieta son las bebidas azucaradas. Si comparamos las cantidades de azúcar que nosotros añadimos a los alimentos, son mucho menores a las que agregan los fabricantes a productos industrializados”, destacó Carlos Alfredo Cruz, investigador del INSP, durante el programa En Defensa del Consumidor, transmitido por el canal de YouTube Estudio B.
Los refrescos son las bebidas azucaradas que más consumen las y los mexicanos: 163 litros por persona al año en promedio, señalan datos de la Universidad de Yale.
Y no sólo eso. Un estudio publicado este mes en la revista científica Nature mostró que entre los 25 países más habitados a nivel global, México se ubica como el que más consume bebidas azucaradas, con un promedio de 8.9 porciones a la semana, seguido de Etiopía, con 7.1.
Cuando en el día a día se sustituye el agua por bebidas azucaradas, explicó Carlos Alfredo Cruz, las personas consumen gramos adicionales de azúcar que no necesitan, además de aumentar la ingesta de calorías.
“Los azúcares añadidos son los que representan un mayor riesgo para la salud cuando se consumen de forma excesiva, en primer lugar porque son ingredientes que solamente están aportando calorías adicionales a la dieta, que se almacenan en el cuerpo en forma de tejido adiposo, ello contribuye el sobrepeso y la obesidad. También representan un riesgo a la salud, por ejemplo, la ingesta directa de este tipo de de azúcares incrementa los niveles de azúcar en sangre y desencadena una serie de reacciones metabólicas en nuestro organismo, como una mayor demanda de insulina y esto a su vez, cuando se hace de manera sostenida a lo largo del tiempo, puede desencadenar en otros problemas como la diabetes. Otro problema derivado de la ingesta de este tipo de de productos son las caries, responsables de la pérdida de piezas dentales”.
La obesidad y otras enfermedades crónicas representan un problema de salud pública.
Organizaciones como El Poder del Consumidor han alertado, de acuerdo con estimaciones realizadas con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre mortalidad, que cada hora mueren al menos 27 personas mexicanos por daños derivados a la obesidad y el sobrepeso.
Mientras que desde 2010 la Asociación Americana de Diabetes alertó que consumir una o dos porciones al día de estas bebidas aumenta hasta 26 por ciento el riesgo de tener diabetes.
¿Y LOS SUSTITUTOS DE AZÚCAR?
A la par de las bebidas, dulces y otros productos ultraprocesados, empresas promueven el uso de sustitutos de azúcar como una opción más saludable, sin embargo, en mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que los edulcorantes no son efectivos para controlar el peso a largo plazo y, si consumen por tiempo prolongado, pueden tener efectos como el aumento del riesgo de diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Carlos Alfredo Cruz, quien labora en Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP, recordó que hasta el momento no hay evidencia consistente para recomendar el uso de edulcorantes como una opción saludable, por lo que recomendó optar por el consumo de productos que aportan azúcar de manera natural, como las frutas.
“Hay un punto particular donde la evidencia es muy consistente, en donde el uso de edulcorantes, especialmente en edades muy tempranas, como en el caso de las niñas y niños, genera una habituación al sabor dulce, y esta habituación los hace más propensos a consumir alimentos que tengan cantidades excesivas de azúcar en edades más avanzadas. En realidad nuestro paladar no debería estar expuesto a estos sabores tan intensos”.
📢 La Organización Mundial de la Salud ha publicado una nueva directriz sobre los edulcorantes no azucarados, en la que desaconseja su uso para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles.
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— OPS/OMS (@opsoms) May 17, 2023
En ese sentido, El Poder del Consumidor recomendó a la población dejar fuera de la dieta diaria comestibles ultraprocesados con exceso de azúcares –lo que se puede identificar gracias a sellos de advertencia–. “La mejor forma de acabar con los antojos dulces es reeducar el paladar. Cuando se te antoje algo que daña la salud, cámbialo poco a poco por alimentos y bebidas saludables”, expuso.