El de Salvatierra es el primer narcocementerio detectado en Guanajuato, aunque se tenían noticias del sitio desde hace dos años. Ahora los indicios apuntan a Acámbaro, Jerécuaro, Yuriria y las inmediaciones de Celaya. Todas las ciudades del sur de Guanajuato donde poco a poco se conocen estas historias de terror.
León, Guanajuato, 31 de octubre (ZonaFranca).- Salvatierra tiene apenas alrededor de 100 mil habitantes, se promueve como Pueblo Mágico, pero desde hace mucho tiempo ha visto el contraste en la violencia e inseguridad, que ya tuvo muestra palpable con el hallazgo de al menos 52 fosas clandestinas, con las que apenas se comienza a dimensionar la cantidad de personas desaparecidas.
En cuanto a los asesinatos, desde el 2015 este municipio ha padecido una tendencia en el incremento de los homicidios. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, desde ese año hasta el corte de septiembre se han registrado, por lo menos, 340 víctimas asesinadas. Una cifra nunca antes vivida en esa localidad.
En 2015 se registraron 34 asesinatos, para los siguientes dos años el registro fue 37 en ambos. En 2018 vivieron su etapa más cruenta al consignar 102 homicidios dolosos. Para 2019 la cifra se ubicó en 68 víctimas y de enero a septiembre van por lo menos otras 61 personas ultimadas.
Fue durante ese periodo, que Salvatierra comenzó a acrecentar el número de personas desaparecidas.
El analista y asesor especializado en seguridad pública, David Saucedo, expuso que el hallazgo de las 52 fosas clandestinas en plena zona urbana de Salvatierra, demuestra que en el estado de Guanajuato se pasó de los entierros clandestinos individuales a los narco cementerios, es decir, entierros clandestinos sumarios.
“Las autoridades están rebasadas y estamos en manos de los barones de la droga. Desde hace varios meses, los propios pobladores de distintas poblaciones como Salvatierra, Jerécuaro y Coroneo han estado reportando la existencia de terrenos baldíos, cerros, barrancas, en donde normalmente los grupos delictivos están depositando los cadáveres e integrantes de su propia organización y bandas rivales”, expuso.
Indicó que se podría pensar que normalmente este tipo de cementerios clandestinos están en lugares alejados y apartados, pero no es así, en la periferia de zonas de Guanajuato hay puntos donde los narcotraficantes entierran a una serie de víctimas. Lo hacen en centros urbanos porque tienen el control de las policías municipales y corporaciones de seguridad.
Explicó que enterrar los cadáveres de las víctimas en centros urbanos, termina siendo más cómodo para ellos.
“Pueden estar monitoreando sus narcocementerios y pueden acceder a ellos, y les da la cobertura para no ser detenidos ni detectados, evidentemente. Los pobladores se han dado cuenta desde hace tiempo que hay estos terrenos y zonas de muerte. Por temor no hacen las denuncias correspondientes, sólo los familiares de personas desaparecidas”.
Advirtió que desafortunadamente las fosas clandestinas de Salvatierra, no son el primero ni el último hallazgo. Ante eso recalcó que el problema es que las autoridades de la zona están rebasadas, “lo que hace falta es que la Fiscalía y el Gobierno del Estado dote de los recursos públicos materiales, para tener personal y financiamiento para poder hacer los trabajos”.
Sin duda alguna, el de Salvatierra es el primer narcocementerio detectado en Guanajuato, aunque se tenían noticias del sitio desde hace dos años. Ahora los indicios apuntan a Acámbaro, Jerécuaro, Yuriria y las inmediaciones de Celaya. Todas las ciudades del sur de Guanajuato donde poco a poco se conocen estas historias de terror.
HABRÁ MÁS FOSAS
Ayer, la representante del colectivo “Una Luz en mi Camino”, Patricia Barrón, detalló que aún existen 25 puntos en los que podría haber fosas clandestinas, de acuerdo a la información que han recabado las mismas familiares de personas desaparecidas, quienes la entregaron a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Los puntos identificados se encuentran en Guanajuato capital, Irapuato, Celaya, Juventino Rosas, Villagrán, Jerécuaro y Jaral del Progreso.
Lo anterior, luego del hallazgo de 52 fosas clandestinas en el municipio de Salvatierra, donde al momento se han identificado 61 cuerpos. La representante del colectivo indicó que el trabajo para encontrar a las personas desaparecidas continúa.
“Tenemos varios puntos que entre familiares y colectivos, estamos indagando dónde se dieron estos actos, estamos de alguna manera trabajando de manera discreta haciendo alguna investigación para pasar el dato (…) la Comisión tiene bastante trabajo pero poco vamos a ir por ellos. Sabemos que pueden ser puntos positivos o negativos, sin embargo, la Comisión tiene el deber de ir”, resaltó.
Para el colectivo “Una Luz en mi Camino” , los hallazgos de Salvatierra son el resultado de las investigaciones de la misma sociedad, que pidió a las autoridades les dieran acompañamiento ante la sospecha de que había cuerpos sepultados en el predio de Rancho Nuevo.
“Todavía tenemos la angustia de saber si alguna de las personas que están ahí, es de alguno de nuestros familiares, como ya están en estado de descomposición pues debemos esperar los resultados de ADN, ahora esperemos que las confrontas se hagan en el menor tiempo posible”, dijo.