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"Trump no eres bienvenido", protestan por la visita del Presidente a la sinagoga en Pittsburgh

31/10/2018 - 8:51 am

A su llegada a la ciudad de Pittsburgh, el Presidente y su esposa ingresaron al vestíbulo de la sinagoga, donde encendieron velas para cada víctima y posteriormente salieron del inmueble. En la cercanía del sitio donde el agresor comenzó a disparar el sábado, se escuchaban gritos de: “¡Las palabras importan!” y “¡Trump vete a casa!”.

Por Zeke Miller y Jonathan Lemire

Pittsburgh, 31 de octubre (AP).— Una piedra y un botón de rosa para cada víctima.

El Presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump rindieron tributo a cada una de las 11 personas que murieron en el peor incidente de violencia antisemita en la historia de Estados Unidos. Mientras la pareja presidencial presentaba sus respetos, afuera de la sinagoga Árbol de la Vida, unos manifestantes que se encontraban cerca gritaban que el mandatario no era bienvenido.

La escena emocional y discorde reflejó las profundas divisiones de la nación que Trump dirige, la cual se sumió en una semana de violencia política y odio de cara a las controversiales elecciones de mitad de periodo que podrían alterar el camino de la presidencia.

A su llegada a la ciudad de Pittsburgh, el Presidente y su esposa ingresaron al vestíbulo de la sinagoga, donde encendieron velas para cada víctima y posteriormente salieron del inmueble. En la cercanía del sitio donde el agresor comenzó a disparar el sábado, se escuchaban gritos de: “¡Las palabras importan!” y “¡Trump vete a casa!”.

El rabino Jeffrey Myers, quien oficiaba un servicio cuando comenzó el tiroteo, hizo un ademán ante la estrella de David colocada para cada víctima. En cada una, el presidente puso una piedra _una tradición funeraria judía_ y la primera dama agregó una flor. Ambos estaban acompañados por la hija del presidente, Ivanka Trump, y su esposo, Jared Kushner, quienes son judíos.

Cerca de la sinagoga había flores, velas y dibujos de tiza y hasta una pequeña roca pintada con el número “6.000.011”, el cual sumaba a las víctimas de esta semana al estimado de judíos que fallecieron durante el Holocausto.

Más tarde, la pareja presidencial pasó más de una hora en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, donde se recuperan algunas de las víctimas. La caravana de la pareja pasó por donde se encontraban varios cientos de manifestantes y en uno de los letreros se leía el mensaje: “Es tu culpa”.

Dentro del centro médico, Trump visitó a los elementos de la policía y feligreses que resultaron heridos, pero no pareció reunirse con los familiares de los fallecidos.

Sintiéndose más cómodo librando conflictos partidistas que aliviando el dolor de los estadounidenses, Trump ha evitado de muestras públicas de unidad luego de otras tragedias que han ocurrido durante su mandato.

Se han planteado preguntas sobre la credibilidad del Presidente como personaje unificador. Desde su campaña presidencial en 2016, Trump a veces ha tardado en denunciar a los nacionalistas blancos, a los neonazis y a otros individuos o grupos con discursos de odio que encontraron una causa común en su retórica política nacionalista.

Trump viajó al vecindario histórico de la comunidad judía de Squirrel Hill mientras se llevaban a cabo los primeros funerales para las víctimas, cuyas edades iban de los 54 a los 97 años. Entre los fallecidos están unos hermanos, un matrimonio, profesores, dentistas y un médico.

Cientos de manifestantes se reunieron para mostrar su disgusto con la presencia de Trump. El residente de Squirrel Hill, Paul Carberry, dijo que el Presidente no debió de haber visitado la ciudad hasta que los muertos fueran enterrados.

“Él no jaló el gatillo, pero su verborrea y acciones no ayudan”, aseveró Carberry.

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