Lima, 31 oct (dpa) – La realización en Lima de la Conferencia Global de Mujeres Indígenas, en la que representantes de siete regiones del mundo intercambiaron experiencias durante tres días, fue destacada hoy por una de sus realizadoras, la peruana Tarcila Rivera.
“Gracias a espacios como éste, las mujeres indígenas de diferentes lugares podemos ponernos de acuerdo y reflexionar sobre las dimensiones de nuestros derechos. Ojalá algún día todas podamos articularnos y tener una sola misión, que es defender derechos”, dijo Rivera, presidenta del Centro de Culturas Indígenas de Perú (Chirapaq), a dpa.
La Conferencia Global de Mujeres Indígenas se inició el lunes y culminó el miércoles con la participación de más de 200 representantes de de Asia, África, el Ártico, Latinoamérica, Norteamérica, el Pacífico y Rusia, quienes compartieron historias similares de exclusión, violencia y discriminación.
El evento contó con una ceremonia espiritual y un foro cinematográfico que mostró películas sobre la realidad y la lucha indígena alrededor del mundo.
Asimismo, las participantes se dividieron en grupos de trabajo con el fin de elaborar una declaración política que será presentada en la Asamblea General de la ONU. Cada grupo discutió temas claves, como la violencia sexual que sufren las mujeres indígenas en diversas partes del mundo, la participación en la toma de decisiones y el derecho a los territorios ancestrales.
En ese sentido, Rivera destacó que Perú ha avanzado en cuanto a la defensa de los derechos indígenas, pero que aun falta un largo camino para lograr una verdadera inclusión en la agenda política y social del país.
“El país es uno de los países de la región que más ha avanzado en la parte organizativa. Por ejemplo, Chirapaq tiene talleres en los que las mujeres indígenas pudieran juntarse y conocer sus derechos. Se ha avanzado también en la discusión sobre el racismo y la discriminación, porque nosotras hemos puesto el tema en la mesa”, manifestó Rivera.
De acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), América Latina es la región que más ha avanzado en el acceso a la educación y salud de las mujeres indígenas. Los datos recientes informan que más del 90 por ciento de los niños y niñas indígenas de la región están recibiendo algún tipo de educación, mientras que en África la cifra no llega al 30 por ciento.
Pese a esto, el informe de la CEPAL concluye que las mujeres indígenas siguen siendo invisibles para la sociedad, incluso en América Latina, pues pese al acceso a nuevas oportunidades y beneficios, continúan siendo excluidas de la participación en la toma de decisiones, lo que ensancha la brecha de desigualdad social, política y cultural.