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Gustavo De la Rosa

31/08/2024 - 12:04 am

El Poder Judicial no es contrapeso, debe hacer justicia

“Esta confusión de roles ha socavado la confianza en el Poder Judicial y ha limitado su capacidad para actuar como árbitro imparcial en los conflictos sociales. El poder judicial se metió en la política”.

“Este sistema de nombramiento tiene sus raíces en la historia constitucional mexicana y ha evolucionado a lo largo del tiempo”. Foto: Suprema Corte de Justicia de la Nación vía Cuartoscuro.

La percepción común de que el Poder Judicial es un ‘contrapeso’ frente al Ejecutivo y Legislativo es una simplificación excesiva y, en muchos casos, errónea. Esta visión, promovida principalmente por aquellos que han perdido poder político, ignora la naturaleza y función del Poder Judicial.

En México, el Poder Judicial ha sido históricamente un espacio donde se han enquistado grupos de poder que, al no estar sujetos a elecciones directas, han desarrollado una visión elitista y se consideran por encima de la voluntad ciudadana. Esta percepción de superioridad los ha llevado a confrontarse con los otros poderes, especialmente cuando sus intereses se ven amenazados.

Precisamente, su percepción de poder y la creencia arraigada de ser el contrapeso del Ejecutivo los ha llevado a considerar que pueden permanecer en sus cargos, inmune a la opinión pública. Asumen que su posición es un derecho adquirido, más que un servicio a la ciudadanía. Sin embargo, es fundamental analizar cómo llegaron a ocupar estos puestos de poder dentro de una estructura republicana.

El sistema de elección de los funcionarios del Poder Judicial en México es marcadamente indirecto. El Presidente de la República, elegido democráticamente, cuenta con la facultad de nombrar y supervisar a los ministros de la Suprema Corte. Esta concentración de poder en el Ejecutivo ha generado debates sobre la independencia judicial y la posibilidad de que los nombramientos estén influenciados por intereses políticos. Sin embargo, este sistema se sustenta en la idea de que el Presidente, al ser elegido por la ciudadanía, cuenta con la legitimidad necesaria para tomar decisiones trascendentales como la composición de la Corte.

Este sistema de nombramiento tiene sus raíces en la historia constitucional mexicana y ha evolucionado a lo largo del tiempo. Si bien ha permitido garantizar cierta continuidad en la interpretación de la Constitución, también ha sido objeto de críticas por favorecer la concentración del poder y limitar la participación ciudadana en la selección de los jueces.

En los últimos años, se han propuesto diversas reformas para modificar este sistema y buscar una mayor transparencia y participación ciudadana en el proceso de nombramiento.

La confusión entre la función jurisdiccional y la política ha sido una constante en la historia del Poder Judicial mexicano. Algunos jueces y magistrados han tendido a asumir un papel más activo en la definición de políticas públicas, lo que ha generado tensiones con los otros poderes del Estado. Esta tendencia se ha visto exacerbada en momentos de crisis política o de profundos cambios sociales. Un ejemplo claro de esta situación es la intervención de la Corte impidiendo la Reforma Energética, la suspensión de obras iniciadas por el Ejecutivo, frenar la distribución de los libros de texto, esas son acciones políticas en favor de los partidos del pasado,

Esta confusión de roles ha socavado la confianza en el Poder Judicial y ha limitado su capacidad para actuar como árbitro imparcial en los conflictos sociales. El poder judicial se metió en la política.

Por eso al meterse en la política ahora tienen que enfrentar los riesgos y los trabajos de hacer política en este país y con esta ciudadanía, quienes tenemos 50 años en esto haciendo política para buscar el cambio de régimen y transformar las reglas sociales que benefician al poderoso y someten al débil sabemos lo que eso significa y durante mucho tiempo no nos explicamos Por qué los mexicanos votaron por personajes tan evidentemente nefastos como Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, y para sacarlos del poder, tuvimos que trabajar mucho ganándose la confianza de la ciudadanía, Andrés Manuel hizo una campaña de más de 18 años para ser Presidente de la República, algunos hicimos la campaña más larga todavía y apenas llegamos a diputados locales

Se metieron en política olvidando que su trabajo era meramente técnico y valioso para la sociedad, ahora tienen que pagar lo que significa hacer política, luchar en la política y ahí la ciudadanía escogerá a los mejores jueces, ministros y magistrados según estos hayan trabajado y estén cercanos a la gente porque ya no valen sus redes de intereses, ya los ciudadanos mexicanos votan y al parecer los van a votar pero …. botar.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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