En lo que va del año se han registrado 128 defunciones por dengue, mientras que en el 2023 se contabilizaron 13 pérdidas por la misma causa durante el mismo periodo. ¿Qué hay detrás de este repunte?
Ciudad de México, 31 de agosto (SinEmbargo).- La incidencia del dengue ha aumentado considerablemente en todo el territorio nacional, a diferencia de hace 15 años, donde la mayoría de los casos estaban relacionados con climas tropicales.
De acuerdo con el informe del Panorama Epidemiológico de Dengue de la Secretaría de Salud (SSa), al 26 de agosto, se registraron 41 mil 923 casos confirmados de dengue en el país, es decir, 28 mil 898 más de los contabilizados durante el mismo periodo en 2023.
Hasta la semana epidemiológica 34 del 2024, el 42 por ciento de casos se registraron en los estados de Guerrero con 4 mil 645; Morelos con 3 mil 774; Jalisco con 3 mil 222; Michoacán con 3 mil 076; y Tabasco con 3 mil 036. La SSa también dio a conocer que, en lo que va del año, se han registrado 128 defunciones por dengue; mientras que en el 2023 se contabilizaron 13 pérdidas por la misma causa durante el mismo periodo.
En entrevista para SinEmbargo, el doctor Luis Mora Guevara, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expuso que la incidencia de contagios está relacionada con la ola de calor que se vivió durante el primer semestre del 2024 y la actual temporada de lluvias.
“Hubo un domo de calor en el país, este domo de calor facilitó la reproducción de todos los insectos y luego empezó una temporada de lluvia bastante intensa que es la que estamos ahorita entre disfrutando y sufriendo, disfrutando porque se nos están llenando las presas, pero sufriendo por todos los problemas que hay, y hay que recordar que el agua si está estancada es factible que pueda reproducirse el mosquito de forma muy rápida”, planteó el doctor Mora Guevara.
“Entre el domo que sufrimos hasta junio y las temporadas tan intensas de lluvias, esos dos factores climáticos han influido en un disparo en la generación de insectos en general”, agregó.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó en su Informe de Situación epidemiológica del dengue en las Américas que hasta el pasado 22 de agosto se registraron un total de 11 millones 321 mil 338 casos sospechosos de dengue en la región de las Américas, de los cuáles 6 millones 010 mil 361 casos, lo que representa un 53 por ciento, fueron confirmados por laboratorio y 15 mil 461, es decir el 0.1 por ciento, fueron clasificados como dengue grave.
Asimismo se reportaron un total de 6 mil 303 muertes por dengue, lo que indica una letalidad del 0.056 por ciento.
Además, la OPS informó que durante la semana epidemiológica 31 se registraron 59 mil 834 nuevos casos sospechosos de dengue en el continente americano, siendo Brasil (26 mil 573), Honduras (8 mil 303), México (6 mil 636), Colombia (6 mil 346) y Guatemala (4 mil 271) los países con más contagios reportados.
En México, las entidades con más casos confirmados son Guerrero (4 mil 645), Morelos (3 mil 774), Jalisco (3 mil 222), Michoacán (3 mil 076), Tabasco (3 mil 036), Oaxaca (2 mil 867), Veracruz (2 mil 736), Chiapas (2 mil 714), Colima (2 mil 308), Nayarit (2 mil 236), Puebla (mil 864), Nuevo León (mil 595), EdoMex (mil 327) y San Luis Potosí (mil 098) según el informe del Panorama Epidemiológico de Dengue con información al 26 de agosto.
Hasta el corte del 26 de agosto, sólo cuatro entidades no han registrado contagios de dengue: Baja California, Chihuahua, Ciudad de México y Tlaxcala.
El académico de la UNAM comentó que existen diferentes serotipos circulantes, es decir, distintas variantes de un mismo virus que comparten características comunes y presentan pequeñas diferencias en su estructura genética, que pueden llegar a influir en la gravedad de la enfermedad y en la respuesta inmunológica del organismo.
Actualmente existen cuatro serotipos del dengue: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4. En México circulan el DEN-3 por cantidad y el DEN-2 por frecuencia, según datos del Panorama Epidemiológico de Dengue.
“Si se mezcla un serotipo de un virus con otro, lo que va a ocurrir es como lo que nos pasó en la pandemia del Covid, que se vuelve muy agresivo, va cambiando con el tiempo el virus y entonces podemos tener infecciones primarias, leves o moderadas, pero al mezclarse estos serotipos con otros, nos puede llevar a una infección secundaria grave, que a su vez nos puede llevar a un dengue hemorrágico o a un shock por dengue”.
A través de una diapositiva, el Dr. Mora Guevara explicó a este medio que el dengue es una enfermedad infecciosa causada por un virus de la familia Flaviviridae, que es transmitido a las personas por la picadura de mosquitos del género Aedes infectados, principalmente el Aedes aegypti y el Aedes albopictus.
Los mosquitos con el virus de la familia Flaviviridae, a la que también pertenecen los virus del virus del Zika, Chikunguña, Nilo Occidental y la fiebre amarilla, proliferan en zonas tropicales y subtropicales, donde las condiciones climáticas cálidas y húmedas favorecen su reproducción.
Además, el Dr. Mora Guevara apuntó que el nombre de esta enfermedad, a la que también se le conoce como quebrantahuesos, se debe a un baile africano que se asemeja los movimientos de un paciente cuando sufre escalofríos.
“El mosquito macho no es el que pica al humano, el mosquito hembra requiere una alimentación muy fuerte precisamente por el proceso de depositación, entonces el mosquito hembra es el que pica y es el que transmite la enfermedad”, destacó.
Los síntomas del dengue pueden llegar a variar dependiendo si se trata de una infección leve o una enfermedad grave, y estos suelen aparecer entre cuatro y diez días después de la picadura de un mosquito infectado.
Entre los síntomas que se pueden llegar a presentar se encuentran fiebre alta de hasta 40º con inicio súbito acompañada de escalofríos; dolor de cabeza intenso reflejado en la parte posterior de los ojos; dolor muscular y articular incapacitante, erupción cutánea; que suele aparecer entre tres y siete días después del inicio de la fiebre.
Según destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la mayoría de los casos se mejora en una o dos semanas, sin embargo hay quienes pueden llegar a desarrollar dengue grave y necesitar atención hospitalaria.
En este sentido, se apunta que entre los síntomas de gravedad están dolor abdominal intenso, fatiga, vómito persistente o con sangre, somnolencia, sangrado de encías y nariz, en orina o excremento.
“Hay algunos pocos casos que son a los que hay que tenerle mucho cuidado que es el dengue hemorrágico, o dengue grave, y este tiene una complicación porque puede provocar hemorragias en encías, en nariz, en ojo, en oído y luego prácticamente licúa los los órganos internos, todas las vísceras y muere la persona prácticamente por un choque séptico, que es la invasión del virus en todo el cuerpo y esto puede provocar un shock, una caída brusca de presión arterial por la pérdida de sangre, la pérdida de líquidos y puede morir por choque hipovolémico, por pérdida de sangre, o sea, el paciente ya no tiene sangre para poder sobrevivir”, destacó el académico de la UNAM.
Al ser cuestionado sobre si una persona puede llegar a correr mayor riesgo ante un posible segundo o tercer contagio, el Dr. aseguró que el cuerpo no guarda memoria del virus causante del dengue.
“Puede tener una persona dengue este año, estar dos años sin problema, pero lo pica de nuevo dentro de tres años y le vuelve a dar dengue, al revés, casi siempre es un dengue más tenue porque ya hay defensas, ya hay recuerdo de las defensas, aunque no siempre se da y la probabilidad de que le toque un serotipo que vaya hacia dengue hemorrágico, aunque haya tenido dengue ligero en el pasado puede tener un dengue hemorrágico, o al revés, haber sobrevivido un dengue hemorrágico y tener un dengue ligero ahorita”.
Actualmente no existe una vacuna que ayude a combatir el dengue, los contagios de dicha enfermedad suelen tratarse con tratamientos paliativos para aliviar la fiebre, la deshidratación y el malestar en general, por lo que el Dr. Luis Mora exhortó a la población a tomar medidas para prevenir el dengue.
“No hay cura porque no hay vacuna, no hay antivirales encontrados actualmente, pero sí los paliativos y el tratamiento hospitalario con suero, reposo, antipiréticos para la fiebre, analgésicos para el dolor, antiinflamatorios para quitar los dolores de inflamación de articulaciones y músculo”, expuso.
En este tenor, compartió cuatro medidas preventivas que van desde utilizar repelentes de insectos, usar ropa clara que cubra la mayor parte del cuerpo, instalar mosquiteros en puertas y ventanas, y eliminar los criaderos de mosquitos como neumáticos viejos, latas, macetas sin drenaje y otros objetos donde se pueda acumular agua.