La adolescente portaba un cartel que decía en sueco “Paro escolar en favor del clima”, el mismo que llevaba en el yate de carreras transatlántico que atracó con una tripulación que la trajo desde Plymouth, Inglaterra.
Por Verena Dobnik
Nueva York, 31 de agosto (AP).— La activista ambiental sueca Greta Thunberg atrajo a multitudes el viernes tras cruzar el Atlántico por mar durante dos semanas y encabezó una marcha de protesta frente a las Naciones Unidas.
Cientos de activistas, muchos de ellos adolescentes, se reunieron alrededor de la joven de 16 años afuera de la sede de la ONU, coreando: “Los cabilderos de los combustibles fósiles tienen que irse” y “¡hace mucho calor!”, en referencia al calentamiento global. Y también corearon “¡Los mares están creciendo, también nosotros!”
La protesta fue la versión neoyorquina de su paralización semanal de actividades escolares llamada Viernes Por el Futuro que ella ha inspirado en unas 100 ciudades en el mundo.
Thurnberg se convirtió en una celebridad el año pasado faltando a la escuela para alentar a los políticos suecos a que presten atención a lo que ella llama “una guerra contra la naturaleza”.
El mes entrante, la adolescente hablará ante la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático. Se sumará a líderes del mundo que presentarán planes para reducir las emisiones de efecto invernadero.
Los manifestantes juveniles, entre los que también había algunos adultos, se reunieron el viernes en la mañana frente a la ONU bajo un obelisco a la paz en el parque Ralph Bunche.
A su llegada, Thunberg se escurrió atrás de sus seguidores, lo que permitió que la prensa resaltara a los demás participantes.
La adolescente portaba un cartel que decía en sueco “Paro escolar en favor del clima”, el mismo que llevaba en el yate de carreras transatlántico que atracó con una tripulación que la trajo desde Plymouth, Inglaterra.
Thunberg rehusó a viajar en avión para evitar las emisiones de carbono. Los dispositivos electrónicos a bordo de la embarcación funcionan con paneles solares y turbinas submarinas.
Los manifestantes marcharon media docena de manzanas hasta el parque Dag Hammarskjold, donde se sentaron en el pavimento para un momento de silencio, algunos de ellos frente a una cerca llena de vegetación, con las manos en lo alto y haciendo el signo de la paz.
