Previo a la cita que sostendrán el Presidente Enrique Peña Nieto y Donald Trump en Los Pinos, el pleno de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México declaró al magnate como persona non grata en México y calificó la invitación del Presidente al republicano como “un desatino”. Independientemente del resultado de la reunión, el solo encuentro y su carácter privado despertaron hoy la indignación generalizada de los mexicanos, que lo consideran a todas luces injustificable.
Ciudad de México, 31 de agosto (SinEmbargo).- Unas horas antes de la reunión que sostendrán esta tarde Enrique Peña Nieto y Donald Trump en Los Pinos, el pleno de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México declaró al magnate como persona non grata en México y calificó la invitación del Presidente al republicano como “un desatino”.
“Es un desatino del Presidente de la República haber recibido al que ha venido insultando de manera recurrente y permanente a los mexicanos, además de amenazar y desacreditar el trabajo de nuestros compatriotas en Estados Unidos; principalmente porque es alguien que tiene una política exterior bélica y ha confirmado que construirá un muro entre México y Estados Unidos como en los peores tiempos de la Guerra Fría del muro de Berlín”, dijo el Diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Mauricio Toledo.
Donald Trump, quien es un invitado del Poder Ejecutivo federal, estará en Los Pinos este tarde. Independientemente del resultado de la reunión, el solo encuentro y su carácter privado despertaron hoy la indignación generalizada de los mexicanos, que lo consideran a todas luces injustificable.
Al margen de la ola de críticas, burlas y bromas que inundaron en las últimas horas las redes sociales contra Peña Nieto y Trump, la vehemencia con la que se han expresado intelectuales, académicos y analistas habitualmente moderados hace difícil imaginar un final feliz a este episodio.
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La Asamblea Legislativa conminó al candidato de Estados Unidos a replantear su discurso y ofrecer una disculpa pública a los mexicanos.
“Solicitarle a Donald Trump que ante el pueblo mexicano realicé disculpas públicas y que se comprometa a no tener una relación fascista y sobre todo racista, no sólo contra de los connacionales, porque no es sólo un tema de México, es un tema de racismo contra los latinos y varios sectores de la población, lo que lo define como una persona no apta para gobernar”, señaló el legislador Toledo.
A la propuesta de Toledo, en el pleno de la Asamblea, se sumaron al punto de acuerdo los grupos parlamentarios de Morena, el Partido Acción Nacional (PAN) Y Encuentro Social, y se planteó declarar a Trump moralmente una persona non grata en México.
De acuerdo con fuentes de la Presidencia de la República, la cita está prevista a realizarse entre las 14:00 y 16:00 horas de este miércoles en la Residencia Oficial de Los Pinos.
La prensa nacional informa que el candidato republicano arribó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) alrededor de las 13:00 horas.
El avión del estadounidense se trasladó al Hangar Presidencial donde fue recibido por personal de la Presidencia de la República para su traslado por helicóptero a Los Pinos.
Trump arribó procedente de Los Ángeles en un avión en Boeing 737 de su propiedad con matrícula N43PR.
Políticos, intelectuales y ciudadanos reprobaron la visita del republicano a México, desatando en redes sociales y por diversos medios de comunicación una serie de críticas y reclamos dirigidos al Ejecutivo federal por su invitación a un personaje que ha calificado a los mexicanos de “violadores” y “criminales”, además de haber prometido erigir un muro entre ambos países.
Apoyándose en la frase “es un día muy importante este 31 de agosto”, el historiador Enrique Krauze opinó en la cadena Televisa que, al invitar a Trump, Peña Nieto “puede haber cometido un error histórico”.
“No me parece valiente la posición de reunirse en privado con un hombre que ha insultado a ese grado, con esta historia nuestra y con esta vecindad, y con lo que el pueblo mexicano ha sufrido a lo largo de los años con respecto a esa vecindad”, denunció.
Además, dijo no ver “cómo esta visita pueda apuntalar la posición mexicana”, pero en cambio sí “cómo puede apuntalar la posición ambigua, demagógica, populista y fascista de Trump, el tirano, en Estados Unidos”.
“A un tirano no se le apacigua, se le enfrenta”, espetó, tras comparar a Trump con Hitler, algo que ya habían hecho meses atrás los ex Presidentes Vicente Fox Quesada (2000-2006) y Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).
En declaraciones a Efe, el analista político Federico Berrueto consideró que “con la información que se tiene disponible” resulta difícil hallar “una razón que justifique o explique por qué el Gobierno de México accedió a este encuentro”.
Según trascendió el martes, Peña Nieto envió el viernes pasado invitaciones para visitarle en México a Trump y a su rival demócrata, Hillary Clinton.
Berrueto explicó que “es la primera ocasión que en medio del proceso electoral (en Estados Unidos) hay un encuentro de esta naturaleza”.
“Sus consejeros [de Peña Nieto] le deben haber dicho que el costo de mantenerse distante era mas elevado que estar entrevistando a los dos candidatos presidenciales”, especuló sobre el silencio que mantuvo el Gobierno de México durante meses mientras la dialéctica de Trump subía de tono.
Trump ha llamado “criminales” y “delincuentes” a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, ha anunciado que pretende deportar a los 11 millones que se estima que hay en el país y ha advertido que obligaría al Gobierno de México a pagar la construcción de un muro en la frontera común.
Berrueto argumentó que con las invitaciones a los candidatos, “México se acredita como un actor relevante en el proceso político estadounidense, donde le ha ido muy mal”.
Menos benevolente fue la oposición política mexicana, que acusó a Peña Nieto de “dejarse utilizar y servir a los intereses electorales” de su interlocutor, pese a que ha “encabezado una campaña de odio” en contra del país y sus ciudadanos.
Así lo expresó el grupo parlamentario del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, que “repudia” la visita de este “mentiroso antimexicano”, afirma que “no es grata” y demanda al gobernante de su país que “considere los sentimientos de la sociedad y la alta investidura de su cargo”.
El presidente del también opositor Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, recordó en un mensaje en Twitter que los mexicanos tienen “memoria y dignidad”.
“¿En qué cabeza cabe invitar a Donald Trump”, se cuestionó, mientras el expresidente Vicente Fox, que con el PAN rompió una hegemonía de 71 años del Partido Revolucionario Institucional (1929-2000) de Peña Nieto, advertía que el actual gobernante “podría llegar a ser considerado un traidor” porque los mexicanos no aceptan “ser ofendidos”.
El que fuera canciller de Fox, Jorge Castañeda, apuntilló que la visita de Trump a México es “un acto de desesperación innecesario” del mandatario.
Algunos rescataban este miércoles una reflexión del analista John Ackerman en la revista Proceso de marzo pasado en la que, ante el silencio “cómplice y criminal” que mantenía entonces el Gobierno mexicano frente a los ataques de Trump, acusó a Peña Nieto de “servilismo hacia el norte”.
Es más, reflexionaba, la ausencia de confrontación responde a que ambos “comparten una visión similar del mundo” porque “desprecian profundamente la cultura y la educación y viven en un mundo lleno de champaña, aduladores y guardaespaldas que los aísla totalmente de los sufrimientos y las esperanzas del pueblo humilde”.
–Con información de Efe