Suramérica antepondrá las personas a la represión en su política sobre drogas

31/08/2015 - 9:07 pm

Montevideo, 31 ago (EFE).- La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) aprobó hoy en Montevideo un documento en el que plantea un nuevo enfoque en el abordaje de la problemática de las drogas que se aleja del meramente punitivo y que se centrará en el ser humano, su bienestar y su salud y lo planteará ante la ONU en abril de 2016.

“Tiene mucho de histórico (el encuentro) porque Suramérica ha sido una de las más afectadas por la lucha contra el narcotráfico. Lo digo con experiencia en mi propio país”, dijo a la prensa Ernesto Samper, secretario general de la Unasur y expresidente de Colombia (1994-1998).

El texto consensuado este lunes entre los 12 países que componen la Unasur consta de 25 puntos y será trasladado a la Sesión Especial de la Asamblea de Naciones Unidas sobre Drogas (Ungass) que tendrá lugar en abril de 2016 en la sede de la ONU en Nueva York.

“Pasamos de un enfoque exclusivamente punitivo que se ha venido manejando en América Latina y en el mundo a un enfoque mucho más integral (…), queremos poner en el centro de la política de drogas al ser humano, su bienestar y su salud por encima de todos los demás criterios de intervención”, dijo a Efe el director de Política de Drogas del Ministerio de Justicia de Colombia, Javier Flores.

Por su parte, Samper señaló que “a pesar de todos los esfuerzos de la política prohibicionista actual, hoy en día hay más de 300 millones de consumidores de drogas que aún las siguen consumiendo”.

En esta línea, valoró el “evidente fracaso” de la guerra contra las drogas e hizo hincapié en la “autoridad” que tiene Suramérica para proponer un cambio hacia una mirada humana sobre el tema debido a la “cantidad de personas y de recursos económicos e institucionales” que se han sacrificado para ello en la región.

Flores, que integra la delegación colombiana en esta reunión de Unasur en Montevideo, señaló que en la región es donde se “produce casi el 100 por ciento” de la cocaína mundial y donde se encuentran los mayores índices de violencia asociados al problema de las drogas.

“Por lo tanto, tenemos toda la legitimidad y posibilidad de llevar un mensaje muy fuerte a Ungass 2016 y al mundo entero diciéndoles que Latinoamérica puede aportar mucho en un abordaje distinto al fenómeno de las drogas”, remarcó Flores.

Esta asamblea de la ONU es vista como una “oportunidad muy importante” para que la región plantee nuevos enfoques “que deben contemplarse como otra forma de enfrentar el problema de las drogas y no como una guerra como ha sido hasta ahora”, indicó Elena Lagomarsino, miembro de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay.

Uno de los objetivos que se plantean de cara la cita de abril de 2016 es la adopción de unas posiciones comunes en las que se incluyan las diversas realidades y problemáticas de los países de la región para poder tener más peso a la hora de plantear este nuevo paradigma.

Una muestra de la heterogeneidad de la región fue la expuesta por Samper, que mencionó algunas posiciones alternativas a las soluciones prohibicionistas, como la del consumo de la hoja de coca en Bolivia, la iniciativa chilena para despenalizar el cultivo doméstico y el uso medicinal del cannabis o el indulto a los “microtraficantes” en Ecuador.

Además, mencionó la normativa uruguaya, que en 2013 aprobó la ley que regula la producción y la comercialización de la marihuana bajo el control del Estado, impulsada por el ex Presidente José Mujica (2010-2015), como una estrategia para enfrentar el narcotráfico, lo que convirtió al país en un pionero en este tipo de abordaje.

Para Samper, no se trata de querer “exportar el modelo uruguayo” porque “nadie tiene la receta para todos”, sino de trabajar en una política alternativa que surja de las distintas experiencias suramericanas.

Por su parte, el representante de la delegación argentina en esta reunión en la capital uruguaya, Gabriel Lerner, señaló que no cree que se vayan a producir cambios de forma inmediata, pero valoró que el “proceso de debate y de cambios a niveles locales y regionales es indetenible”.

“Vemos Ungass como un momento, no como la finalización de un proceso de (…) democratización y redefinición de los problemas en torno a las drogas en el mundo entero”, señaló Lerner acerca de las expectativas con las que se afronta la presentación ante la ONU del documento aprobado por los países miembros de Unasur este lunes.

Los doce países que integran la Unasur son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

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