“La mejor barda son inversiones, actividad económica y oportunidades de empleo en México”, dijo Carlos Slim sobre el deseo del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de levanta un muro en su frontera sur.
Durante su participación en el Día del Inversor de la compañía FCC, Carlos Slim dijo que la deuda corporativa del grupo se situará en diciembre de este año en mil 386 millones de euros, frente a los 4 mil 983.2 de septiembre de 2014.
Madrid/Ciudad de México, 31 julio, (SinEmbargo/EFE).- El empresario mexicano Carlos Slim aseguró hoy que el muro más efectivo para evitar la migración entre México y Estados Unidos es la inversión y mejores oportunidades de empleo.
Durante una conferencia de prensa realizada en Madrid, España, el magnate mexicano dijo que “la mejor barda son inversiones, actividad económica y oportunidades de empleo en México; ésa es la mejor barda”, reseña la agencia Reuters.
Slim añadió que “la gente se va porque no encuentra oportunidades [en sus países de origen], no se va a turistear”.
Por lo que conminó a los Estados Unidos y a los países de Centroamérica a realizar acuerdos de inversión, y no sólo de comercio, para evitar que las personas migren.
El pasado lunes 30 de julio, el mandatario estadounidense, Donald Trump, declaró que no tendría “ningún problema” en cerrar el Gobierno sin el Congreso no destina dinero para la seguridad en la frontera y la construcción del muro entre su país y México.
FCC APUNTA A “GRANDES OBRAS”: SLIM
El magnate mexicano dijo que la compañía española de servicios e infraestructuras FCC está preparada para iniciar una gran etapa de crecimiento y de desarrollo tras haber logrado su completa transformación, sobre todo desde el punto de vista financiero.
Slim es el accionista mayoritario del grupo, ya que controla directa e indirectamente el 81 por ciento a través de Inversiones Carso.
Durante su intervención en el Día del Inversor celebrado hoy por FCC, aseguró que su idea es quedarse en la empresa lo que le queda de vida y que su participación sea “permanente”.
Cuando hace tres años y medio entró en el capital de la compañía, explicó, ésta presentaba un coste financiero “muy alto”, que creaba “graves problemas de operación”.
Sin embargo, tras su reestructuración, FCC es ahora una empresa con capacidad y flexibilidad “para participar en grandes obras de infraestructura, continuar haciendo sus inversiones y reanudar el desarrollo que por muchos años tuvo”, aseguró Slim.
Informó de que la deuda corporativa del grupo se situará en diciembre de este año (en cifras proforma) en mil 386 millones de euros, frente a los 4 mil 983.2 de septiembre de 2014.
La reestructuración financiera permitió además reducir los gastos financieros desde los 388.5 a 65 millones de euros, y que el gasto por intereses -que calificó como “sangría”- pase de 478.5 a 90.3 millones, con una tasa anual que bajó del 5.8 al 2.25 por ciento.
La situación financiera, ligada a gastos de administración y gastos fijos, presionaba a entrar en negocios “que no eran claramente rentables”, según Slim.
Cuando entró en FCC, según apuntó, se “frenaron las nuevas inversiones y dejaron en suspenso la venta de activos que se estaban vendiendo muy por debajo de su valor”, como la inmobiliaria Realia.
Indicó que FCC (incluidos suelos de Realia, de la que controla el 36 por ciento) cuenta con una reserva inmobiliaria que suma 4.4 millones de metros cuadrados, de los que 1.59 ya están en desarrollo.
Entre los principios aplicados para transformar el grupo, Slim subrayó el de “no vender por debajo de costes”, o lo que es lo mismo, “no coger cualquier proyecto si no tiene sentido racional la oferta que estamos haciendo”.
Además, apostó por simplificar estructuras para reducir al mínimo los niveles jerárquicos, estar siempre activos en lo que respecta a la modernización de la compañía y no limitarla nunca a sus propietarios ni administradores.
La presidenta de FCC, Esther Koplowitz, agradeció a Slim que se interesara por la empresa cuando ésta atravesaba por circunstancias muy difíciles que llegaron a amenazar su supervivencia.
