Miguel Ángel Mancera Espinosa ganó la Jefatura de Gobierno de la ciudad más poblada del país, el Distrito Federal con 66.56 por ciento de la votación total y con niveles de aceptación que superaban el 70 por ciento, según las encuestas de finales de 2012. Pero en año y medio de gobierno revirtió la idea que los ciudadanos tenían de él: la última encuesta de periódico Reforma, publicada esta semana, lo ubica con la mayor desaprobación a su trabajo. Durante los últimos tres meses pasó de 49 a 60 por ciento. De acuerdo con expertos y activistas, Mancera carece de una carrera política sólida y no sabe gobernar. Algunos, más temerarios, afirman que busca entregar el DF al PRI y otros opinan que sólo hace lo que aprendió hacer como policía: obedecer al poder, en este caso el Presidente de la República. Cualquiera que sea la causa, la caída libre del gobernante del bastión más importante para la izquierda, sigue. SinEmbargo solicitó una entrevista para que el propio mandatario explicara a los ciudadanos por qué la caída de su imagen. No puede, fue la respuesta. Está de vacaciones.
Ciudad de México, 31 de julio (SinEmbargo).– Apenas ganó la elección en el Distrito Federal y Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno capitalino, ofreció una de sus primeras entrevistas a la revista Quién de Grupo Expansión. Apareció en su portada como “El soltero de oro”. En aquella edición de septiembre, el político contó cómo le gustan las mujeres: “Me conquista con su forma de ser, con su simpatía. Es muy importante que las chicas estén de buen humor”. Otro requisito, dijo, “es que no sean celosas”. Confesó que cuando era chiquito su mamá le daba unas buenas “nalgadas y regaños” si se portaba mal.
De acuerdo con el mediakit de Quién, la publicación es “la pauta en México de quién es quién en la sociedad y estilo de vida a nivel local y global” y su audiencia general es “una mujer que gusta de marcar pautas y ser líder de opinión en su círculo social, una mujer que permite mayor apertura en los temas, que puedan o no estar de acuerdo pero estén conscientes de que es lo que sucede en el mundo. Una mujer centrada e intelectual pero glamurosa y que aspira siempre a más, en todos los sentidos”.
Entonces, Mancera se retrató para esa audiencia con un saco azul marino, una camisa blanca impecable y sin corbata, de brazos cruzados y sonriendo a la cámara. También en el gimnasio, con unos pantalones cortos negros y ajustados y una camiseta sin mangas que dejaban ver el trabajo físico de sus bíceps mientras golpeaba un costal de box.
El mandatario siempre busca las cámaras en los eventos a los que asiste. Le gustan las fotografías, al menos posar para ellas, erguirse y sacar el pecho. También le agrada contestar pausado cuando la prensa lo aborda en algún evento. Se muestra ecuánime ante las preguntas incómodas.
Así lo recordó María Victoria Barranco, madre de Alan Omar Atiencia, uno de los 12 jóvenes desaparecidos del bar Heaven en mayo del año pasado, cuando tuvo la primer entrevista que tuvieron con el Jefe de Gobierno.
“Íbamos con mucho dolor por nuestros hijos y yo sí pensé: ‘Va hacer algo, van a luchar porque son ciudadanos, son parte de aquí de la ciudad’. Con esa claridad con que nos habló, se sentó a la mesa y platicó con nosotros, créame, dije, sí va hacer algo. Pero no fue así. Se ve una persona con buenas intenciones. A lo mejor él no es el malo. A lo mejor los que lo rodean son los que hacen mal las cosas”, dijo en entrevista.
Aquella reunión con las mamás de los desaparecidos fue en julio, un mes antes, Mancera Espinosa dijo en una conferencia de prensa que la desaparición de los muchachos era un “hecho focalizado”, y que jurídicamente se definían como “personas ausentes”, definición que le acarreó fuertes críticas de las organizaciones de derechos humanos.
Mancera tuvo tres reuniones con las madres de los jóvenes desaparecidos que constituyeron uno de los casos más fuertes de inseguridad en lo que va su administración.
“Fueron como tres reuniones. La verdad no puedo decir que todo lo hizo mal, en una de las reuniones nos ofreció ayuda para comprar pañales y leche para los niños que se quedaron muy chiquitos, porque hay varios niños, pero nunca vimos que de verdad el gobierno estuviera con nosotros en las investigaciones, todo lo hicimos las mamás, investigamos, y ellos no se esforzaron para que nosotras tuviéramos certeza de que eran nuestros hijos cuando los encontraron”, dijo María Victoria.
Los pañales y leche a los familiares de las víctimas del bar Heaven, fue lo único que les cumplió en aquellas citas donde llegó con aquella “claridad” de voz, indicó la madre de Alan.
Barranco reflexionó: “la seguridad es un problema serio en esta ciudad, le voy a decir algo: siguen desapareciendo, sigue sucediendo y las mamás estamos viendo cómo juntarnos para hacer algo. En eso estamos, porque queremos retomar la lucha para exigir seguridad para toda la población, para que pare todo esto”.
Su voz clara no sirvió de nada al final, para revertir la impresión que dejó en las madres de los 12 desaparecidos en el bar de la Zona Rosa. Así como tampoco sirvieron sus fotografías en short negro ajustado para la revista dirigida a mujeres “glamurosas” para conservar los niveles de aprobación con los que llegó al gobierno del DF.
Para los analistas y activistas, el mandatario abandonó a la izquierda que lo llevó al poder y su caída, es libre y está fuera de control.
EL CAMINO DE MANCERA
Cuando Mancera cumplió seis meses al frente de la Ciudad de México se comprometió a no cometer errores. “No voy a equivocarme en el rumbo, en el sentido de cambiar, de ser otro de lo que siempre he sido, cercano con la gente, en contacto permanente, informando y dando cuenta de todo lo que se requiere dar cuenta”, dijo Miguel Ángel Mancera Espinosa. “Donde haya una política pública acertada –agregó–, comentarla y darle mayor fuerza; donde no se esté avanzando con consistencia, sustituirla por otra mejor”.
Sin embargo, para ese entonces su caída en aceptación entre la población ya había comenzado.
Analistas políticos consultados por SinEmbargo plantearon que Mancera debía tomarse en serio la tarea de renovar su imagen, pues durante el primer semestre al frente de la administración no estaba claro su proyecto de gobierno.
Aún así, la fundación City Mayors lo nombró Alcalde del mes de junio y según la página de Internet de la organización, uno de los motivos que se tomaron en cuenta para su elección fue porque “cuando en diciembre de 2012 Miguel Ángel Mancera asumió como Alcalde de la Ciudad de México era inevitable que fuera comparado con sus dos predecesores inmediatos. Después de todo, tanto Manuel López Obrador (2000-2006) como Marcelo Ebrard Casaubón (2006-2012) implementaron cambios radicales en la ciudad”.
La organización dijo que Mancera supo “tomar lo hecho por Obrador y Ebrard como una base sólida para comenzar a construir una ciudad que pueda competir de manera exitosa con otras metrópolis como Nueva York, Sao Paulo, London y Tokyo”.
Y sí, los analistas coincidieron en que el Jefe de Gobierno proyectó ser el Alcalde que sólo retomó y aprovechó los frutos de la administración de Marcelo Ebrard Casaubón e incluso de Andrés Manuel López Obrador, pero sin brillo propio.
Durante sus primeros seis meses, el mandatario no había logrado imprimir su “sello personal”, temas como inseguridad, violencia y contaminación. “Se está construyendo una gubernatura sobre los éxitos de sus antecesores; creo que en estos seis meses hay pocos resultados concretos que se pueda decir: son fruto de su gobierno”, dijo en esa ocasión Luis Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey.
Los especialistas coincidieron que si durante los primeros 24 meses la población no veía resultados en cuanto a la violencia, los problemas de contaminación y las deficiencias policiacas, la imagen de Mancera se desgastaría.
Respecto a seguridad, Mancera había heredado de su antecesor Marcelo Ebrard, la imagen de una ciudad segura, una “isla” donde el crimen organizado parecía no penetrar. Pero la ineficiencia de la policía capitalina para enfrentar el caso de los 12 jóvenes desaparecidos y la del propioMancera y su equipo cercano –quien debería ser el primero en mostrar experiencia en el manejo del caso, pues estuvo al frente de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF)-, lo pusieron precisamente en desventaja ante la opinión pública.
José Antonio Sosa Plata, consultor en Comunicación Política y Coordinador del Diplomado en Redes Sociales 2.0 en la Universidad Iberoamericana (UIA), advirtió que Mancera poseía un perfil muy mediático; “concluye con una aprobación muy alta, con expectativas para postularse a la Presidencia de la República, trae una imagen completamente distinta sobre todo en la forma en la que está gobernando y el manejo de ciertos casos”, dijo.
CERCANO A LA DERECHA
Al finalizar su primer año de gobierno, en diciembre de 2013, los expertos tenían una idea más clara de cómo se estaba llevando la administración del mandatario. Pero no era para nada bueno.
Miguel Ángel Mancera, dijeron, llegaba a su primer año lejos de la izquierda que lo postuló y cercano a la centro-derecha, además con resultados “grises” en su gestión sobre temas fundamentales para la ciudad.
“Mancera viene del equipo jurídico de López Obrador, desde la academia, pero se ha cargado demasiado a la derecha de manera inexplicable. Lejos de asumir un papel de un gobernante líder opositor al gobierno de Peña Nieto, parece que está más cerca del Presidente”, dijo Héctor Quintanar, especialista de la Facultad Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para Quintanar, el Jefe de Gobierno ni siquiera mostró con claridad cuál es su apuesta: lo postuló la izquierda, no está afiliado a ningún partido político, pero tampoco comulga abiertamente con el Partido Acción Nacional (PAN), ni con el Revolucionario Institucional (PRI).
“En la política se deben de definir la afinidad de forma clara. Los arranques de gobierno también son muy importantes y el de Mancera es opaco, gris. Podría enderezar el camino, le quedan cinco años; pero pareciera que como su primer año, será el resto. Ojalá que rectifique, porque pese a los vicios del partido que han gobernado durante los últimos años el Distrito Federal, la ciudad es un espacio de mayores libertades políticas que el resto”, dijo.
Luis Miguel Pérez Juárez, seis meses después fue más tajante en su opinión respecto al mandatario: Mancera desilusionó en los electores y a los liderazgos que lo apoyaron.
“La izquierda está desilusionada; [Mancera] les confirma que no comulgaba directamente con sus principios. Si se traslada la brújula política, hay un acercamiento con la derecha y los apoyos de la izquierda haciaMancera van a ir disminuyendo como el precio que tiene que pagar por su buena relación con el gobierno federal. Andrés Manuel lucha por el registro de Morena y se tiene que afianzar en posiciones de izquierda, Mancera lo deslegitima”, detalló Pérez Juárez.
El analista no vio un retorno de Miguel Ángel Mancera a las posiciones de los liderazgos que lo impulsaron, sino que su posición centro-derecha será el común denominador de su gestión durante los próximos años.
“Ese será el tenor que se verá durante todo su gobierno. Todos los gobiernos sin tomar en cuenta si lo han hecho bien o mal tienen un desgaste natural. El PRD ya lleva varios años gobernando y ese desgaste se incrementa cuando su gobernante se aleja de las bases de izquierda. Eso lo van a aprovechar el PRI y el PAN para intentar recuperar a la ciudad”, indicó el experto.
EL “TALÓN DE AQUILES”
De acuerdo con activistas, el talón de Aquiles de la administración de Mancera es la seguridad y los derechos humanos.
Por ejemplo el informe más reciente de la organización Artículo 19 ubica a la Ciudad de México entre las tres entidades más violentas para ejercer el periodismo por el número de agresiones, comparado con Veracruz y Quintana Roo.
Pero las agresiones a comunicadores no son la excepción, en la ciudad se desató desde que tomó posesión como Jefe de Gobierno, una racha de intolerancia y criminalización de la protesta en las calles.
Jesús Robles Maloof, activista que ha seguido los casos de los jóvenes detenidos durante las protestas en las calles del Distrito Federal durante el último año y medio, dijo que el mandatario hizo a un lado los derechos humanos.
“No tomó a los derechos humanos como base de su actuar, estableció una política de cero diálogo social, de nula posibilidad de un diálogo y recurre sistemáticamente a la fuerza”, indicó.
Maloof recordó que Mancera nunca fue un militante de izquierda y que fueron los partidos políticos que lo postularon los que se equivocaron.
“Él siempre ha sido un policía, burócrata, no engañó a nadie, lo eligieron con el criterio de las encuestas y el principal problema de Mancera es su indefinición política y que nunca se vio obligado a rendir cuentas a las personas, siempre detrás de un escritorio, no tiendo porqué el PRD pensó en un personaje como él”, dijo.
El activista opinó que quizás Mancera no necesitó “venderse” a Peña Nieto, simplemente hace lo que sabe hacer: obedecer.
“Siempre fue un funcionario que obedecía ordenes, él considera que el orden de obedecer es correcto, y lo que hace es eso, al hacerlo socava la base de la independencia de esta ciudad”, agregó.
Para Francisco Cerezo Contreras, integrante del Comité Cerezo, el Jefe de Gobierno trabaja para el PRI.
“Nosotros creemos que el entra fundamentalmente para entregar el Distrito Federal para el PRI: tiene que jugar bajo las reglas del PRI y del Gobierno Federal, por eso está modificando leyes.
Nosotros como organización de derechos humanos no nos metemos tanto en estas cuestiones, nuestra labor es seguir presionando para que se cumplan los derechos humanos, pero cuando fue Mancera, no había un candidato de izquierda y no se le ven intenciones de mejorar”, dijo.
LA CAÍDA LIBRE
Unos días después de su primer aniversario, Mancera incrementó de tres a cinco pesos el boleto del Sistema de Transporte Colectivo Metro, lo que provocó un malestar generalizado en la sociedad y movilizaciones como #PosMeSalto.
El Jefe de Gobierno contestó en abril al descontento que generó el aumento a la tarifa con una propuesta de reforma a la Ley de Cultura Cívica en el Distrito Federal, para castigar a quienes no pagan el transporte público y se saltaban las barras del Metro en protesta.
Después del golpe del boleto del Metro, el mandatario asestó uno mas a su historial: relanzó el programa Hoy No Circula y limitó la circulación de los fines de semana, sólo para autos nuevos.
Según la encuesta de Reforma, que coincide con el año y medio de la administración de Mancera, la medida fue uno de los factores más significativos para el resultado que arrojó su encuesta sobre la aceptación del Jefe de Gobierno.
Pero el ejercicio también incluyó otros temas, como comercio ambulante, empleo, seguridad pública y corrupción (este último rubro con 74 por ciento de desaprobación) donde Mancera fue reprobado por los habitantes de la Ciudad de México.
La caída de Miguel Ángel Mancera en año y medio de gobierno, se explica a su poca experiencia en la política.
“Él no sabe hacer política, es un policía, tiene mentalidad de policía, actúa como policía, su equipo está en ese tenor. Está ayuno de experiencia política y el llegó por un golpe de suerte, porque estaba en el momento y lugar preciso. Mancera viene del PRI y no ha dejado de ser priista. Ebrard lo puso para que no hiciera sombra, que le guardara el negocio y lo hiciera funcional, para su pre campaña para 2018, así lo han hecho muchos, Luis Echeverría puso a López Portillo”, dijo Telésforo Nava Vázquez, profesor y experto en el sistema político mexicano de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Antes de ser Jefe de Gobierno del DF, Mancera nunca contendió por un puesto de elección popular, pues de su puesto como funcionario público a cargo de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal con el ex mandatario Marcelo Ebrard, se postuló como candidato a la jefatura.
Nava Vázquez indicó que se trató de un golpe de suerte, donde las distintas “tribus” del PRD y Marcelo Ebrard, lo consideraron como el sucesor adecuado, aunque no era un militante de izquierda.
“Luego le sucedió lo que pasa con todos los políticos, hasta el más tonto: llega a la silla y descubre que tiene el poder y no habían visto a Mancera en acción, descubre que tiene fuerza propia y que quiere ser candidato a la Presidencia de la República, para eso le estorba Ebrard, y tiene que actuar en consecuencia, trabajar para anularlo, la forma en que se ha conducido el problema de la línea 12 va en ese sentido, evidenciar Ebrard, que es un viejo zorro de la política”, explicó.
De acuerdo con el analista, el Jefe de Gobierno es burdo para actuar, por eso tropieza con sus antipopulares decisiones, como el Hoy no Circula o el aumento del precio de la tarifa.
Al interior del PRD, perredistas como Carlos Navarrete Ruiz, quien se perfila para sustituir a Jesús Zambrano Grijalva en la dirigencia nacional del partido, tienen claro que hay decisiones que se tomaron antes de tiempo, o sin un programa de compensación a la población en la administración de Mancera.
“El verdadero reto del PRD es corregir lo que no se está haciendo bien en el gobierno de la ciudad y en las delegaciones y mandar mensajes de revinculación con la población, tiene que asumir que es un partido gobernante, que gobernamos 8.5 millones de habitantes, tenemos mayoría en la asamblea. Hay medidas dolorosas como el incremento del precio del metro, el ajuste al Hoy No Circula, pero las dos medidas tienen razones técnicas, que se tienen que explicar bien”, dijo Navarrete hace unas semanas en entrevista.
Telésforo Nava, como otros analistas, coinciden en que Mancera Espinosa y Peña Nieto aparentan ser cercanos, no sólo por el hecho de que Manuel Jiménez Guzmán, ex dirigente del PRI en el DF y precandidato a Jefe de Gobierno por el tricolor en 1997, es su Director Ejecutivo de Mensaje Gubernamental, sino por las medidas del Jefe de Gobierno capitalino, las cuales o son para entregarle la ciudad al PRI, o porque simplemente, su inexperiencia lo limita.
“Actúa para desprestigiar al PRD, entonces o tiene acuerdos con Peña Nieto, porque lo apapacha de manera impresionante y eso no es gratuito, o quienes no hay quien le diga la verdad entre sus asesores. Parece que Mancera le pregunta a su espejito y le dice que es el más bonito y el que tiene la figura más presidencial”, dijo.
El investigador aseguró que la caída del mandatario no hay quien la detenga y que su carrera política hasta ahí llegó, al menos que “el acuerdo que tiene con Peña Nieto es que el PRI lo rescate, visto así, donde está, va muy bien y está haciendo bien su trabajo y podríamos ver a Mancera en el próximo gabinete si gana el PRI”.