Los homicidios dolosos siguen concentrándose en seis entidades federativas: Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora -en ese orden-, donde han ocurrido cuatro mil 850 asesinatos de enero a abril de 2022.
Tijuana, 31 de mayo (Zeta).- A pesar que durante la presente administración federal ya se rebasó la cifra de 120 mil homicidios dolosos, los discursos triunfalistas continúan, al señalar la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, que los asesinatos van a la baja en el país; en tanto, sólo durante el año en curso se han registrado por lo menos 86 multihomicidios en los que fueron asesinadas tres personas o más en un sólo evento criminal.
Durante la conferencia de prensa matutina del lunes 23 de mayo en Palacio Nacional, la funcionaria federal informó que los homicidios dolosos siguen concentrándose en seis entidades federativas, a saber, Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora -en ese orden-, donde han ocurrido cuatro mil 850 asesinatos de enero a abril de 2022. Curiosamente, en esos mismos estados, con excepción del Estado de México y Sonora, se ha registrado el mayor número de masacres en este año.
De acuerdo con un recuento periodístico realizado por el equipo de Investigaciones ZETA, del 1 de enero al 23 de mayo del año actual, se han registrado 86 asesinatos múltiples, con saldo de 404 personas muertas y 53 lesionadas en esos hechos. En 32 de los casos contabilizados perdieron la vida 50 mujeres y 15 menores de edad, entre niñas, niños y adolescentes, incluyendo un bebé de nueve meses de nacido.
Aunque el Presidente Andrés Manuel López Obrador se resiste a utilizar la palabra “masacre”, son muchas las registradas durante el sexenio. El 28 de marzo último, el mandatario no tuvo más remedio que reconocer que la muerte a balazos de 20 personas en un centro de apuestas encubierto para peleas de gallos “fue una masacre de un grupo contra otro en un palenque clandestino donde estaban, llegaron y ahí balacearon a los asistentes, que hubo, desgraciadamente, muchos muertos”.
En la mayoría de estos ataques, se trata de células de facciones de la delincuencia organizada que se disputan territorios por la producción o trasiego de droga, sustracción de hidrocarburos, secuestros o trata de personas. En otros casos, como móvil se presume la invasión de plazas, traición o deudas entre narcomenudistas en barrios y colonias. Salvo algunas excepciones, en la generalidad de los asuntos, los criminales no son arrestados.
Partes de novedades y notas periodísticas dan cuenta de las 86 masacres, entendidas estas por organismos de la sociedad civil a nivel internacional y la Universidad de Guadalajara (UdeG) como “privación de la vida dolosamente de tres personas o más en un solo hecho”. Baja California lidera el rubro con 12 multihomicidios, seguida por Chihuahua, Guanajuato y Michoacán, con ocho eventos cada estado. Jalisco, con siete; Zacatecas, seis; Guerrero, cinco; Estado de México y Veracruz, cuatro cada uno. Otras once entidades registran el resto.
La mayor parte de las matanzas ha ocurrido en vía pública, es decir, calles, avenidas, privadas o puentes, en 31 ocasiones. Otro número importante de crímenes pasó al interior de domicilios, ya sea casas o departamentos, veinte veces. En caminos como carreteras o brechas hubo 12 eventos. Los demás asuntos requirieron de la presencia de la autoridad en seis ocasiones en predios diversos; seis en negocios como restaurantes, fondas o despachos jurídicos; tres en palenques o carriles de carreras de caballos; tres en bares; tres en otros lugares; y dos en centros penitenciarios.
En 41 ocasiones, Ministerio Público y Servicios Periciales se dieron cita en eventos donde hubo tres personas asesinadas; 23 veces homicidios cuádruples; en cuatro ocasiones cubrieron cinco fallecidos de un solo asunto; otras cuatro de seis muertos; cuatro de siete víctimas mortales; una vez de ocho cadáveres; tres casos de nueve ejecutados; dos hechos con diez occisos; dos de once muertos; uno de 17 fusilados y uno de 20 acribillados, en la mayor matanza del año y del sexenio.
BAJA CALIFORNIA
Baja California no es el territorio donde han ocurrido las matanzas más numerosas en cuanto a cadáveres en un solo evento, sin embargo, con homicidios triples y cuádruples, se posicionó como el primer lugar nacional donde son reiterativos este tipo de actos violentos. En esta entidad ocurrieron 12 de los 86 asesinatos masivos, siete de ellos en Tijuana, dos en Mexicali, uno en Playas de Rosarito, otro en Ensenada y uno más en Tecate.
A las 21:30 horas del 1 de enero de 2022, en el Valle de Mexicali ocurrió la primera ejecución múltiple en una casa de la calle Ignacio Zaragoza, en el Ejido Durango, cuando sujetos armados dispararon contra tres hombres y dos mujeres por presuntos líos de narcomenudeo. En el sitio fueron localizados tres cadáveres, mientras dos personas heridas, un hombre y una mujer, murieron rato después en centros de salud. Al parecer, el domicilio operaba como “picadero”.
En Playas de Rosarito, el 12 de enero, a las 06:30 horas se registró un enfrentamiento armado entre sicarios con saldo de tres personas muertas a balazos. En una vivienda del cruce de las calles Álvaro Obregón y calle Bajar Mar del fraccionamiento Vista al Mar, quedaron tendidos los cuerpos de dos hombres y de la menor Itza Hysae Ganelon Balbuena, de 17 años, que desapareció cinco días antes en la colonia Punta Banda II en Ensenada.
Enero cerró el día 30, a las 05:00 horas, con tres ejecutados en una vivienda de Privada Lisboa y Avenida Alejandro, en Paseos del Vergel. La Policía de Tijuana encontró sin vida a dos hombres y una mujer baleados.
Según las pesquisas iniciales, los fallecidos estaban vinculados a David López Jiménez “Cabo 20”, operador que trabaja para el Cártel Arellano Félix y Los Chapitos.
En febrero, el día 6 privaron de la existencia a tres hombres en una finca donde se vendía leña en la delegación San Antonio de las Minas, en Valle de Guadalupe, municipio de Ensenada. El 10, en un predio en construcción, a la entrada de la colonia Terrazas del Valle en Tijuana, fueron asesinados a tiros tres hombres; una mujer resultó herida. El 17, en la calle Estrella del Sur de la colonia Niño Artillero, también en Tijuana, se reportó el hallazgo de tres muertos con impactos de bala, en un cerro y en la vía pública.
Durante marzo, la tarde del día 11, desconocidos mataron con armas de fuego a dos hombres y una mujer dentro de una choza de lonas en un barranco al que se ingresa por la calle Francisco Villa de la colonia Granjas Familiares, en Tijuana. Al día siguiente, en el interior de una camioneta Chevrolet Blazer color azul, con placas del estado Guerrero, abandonada sobre la carretera de cuota Tecate-Tijuana, a la altura del Monumento al Borrego Cimarrón, fueron hallados los cadáveres de tres hombres con huellas de violencia.
En abril, a las 20:38 horas del día 3, autoridades conocieron del triple homicidio ocurrido en un departamento de la calle Parma en la colonia Roma de Tijuana. Tres hombres presentaban heridas de bala, pero se desconoce cómo se desarrollaron los hechos. El 23, en el cruce de las calles Presa Netzahualcóyotl y Cordillera Himalaya, Colonia Nuevo Milenio en Mexicali, se registró un ataque armado contra tres individuos. Dos cuerpos quedaron dentro de una vivienda y otro tendido en la calle.
Finalmente, en mayo, cuatro hombres murieron acribillados la noche del domingo 1 en un domicilio de Privada Bugambilias, Fraccionamiento La Hacienda en Tecate, cuando se embriagaban en la calle y presuntos sicarios de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) les disparó en más de cien ocasiones. La tarde del día 11, se verificó otro triple crimen sobre la calle Azteca, en las inmediaciones de la colonia Planicie en Tijuana. Tres hombres fueron agredidos a balazos por sujetos que huyeron en un pick-up color azul.
MAYORES MASACRES
Las disputas entre los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa en Zacatecas, el mismo CJNG contra lo que queda del autodenominado Cártel Santa Rosa de Lima, en Guanajuato y la guerra intestina entre huestes de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” y células disidentes en Michoacán y Jalisco, han alimentado las mayores masacres en lo que va del año, según versiones que se desprenden de las investigaciones de autoridades locales y del Gabinete de Seguridad federal.
Antes de que saliera el Sol, el 6 de enero, a unos pasos del Palacio de Gobierno de Zacatecas, un hecho horrorizó a México. Dentro de una camioneta Mazda gris plata estacionada en la Plaza de Armas, se localizaron diez cadáveres, ocho eran de hombres y dos de mujeres, con huellas de violencia. Horas más tarde, autoridades informaron que el hecho era atribuido al CJNG y que ya había personas detenidas; sin embargo, jamás se supo dónde quedaron los presuntos responsables y a disposición de cuál Juez.
También en Zacatecas, en la avenida principal de la comunidad Pardillo III, municipio de Fresnillo, fueron localizados otros diez cuerpos de personas asesinadas a balazos sobre la carpeta asfáltica. Algunas de las víctimas estaban atadas de las manos y envueltas en sábanas o plásticos. Según testigos, individuos que circulaban a bordo de camionetas y con armamento, fueron arrojando de manera espaciada los cuerpos a la calle.
Una de las más impresionantes matanzas ocurrió la tarde-noche del 27 de febrero en el poblado de San José de Gracia, municipio de Marcos Castellanos, en Michoacán, limítrofe con Mazamitla, Jalisco. Durante el velorio de la madre del presunto narcotraficante Alejandro “N” alias “El Pelón”, un comando armado encabezado por Abel “El Toro” o “El Viejón”, líder de la célula Los Pájaros Sierra, fusiló a 17 hombres sobre una banqueta. Ambos grupos son afines al CJNG.
El 27 de marzo, en un palenque clandestino de la calle Las Tinajas de la colonia Emiliano Zapata en Zinapécuaro, Michoacán, fueron ejecutadas 20 personas, entre ellas el dueño del negocio y su hijo, que junto con una tercera persona, tenían la nacionalidad estadounidense. Un comando armado llegó en un camión de una empresa de frituras para acribillar a los presentes. Cinco días después, la Fiscalía local detuvo a cinco presuntos involucrados, integrantes de una célula delictiva que opera en el Oriente de Michoacán y en el Estado de México.
En otro sitio de apuestas clandestinas, el 25 de abril ocurrió otra masacre, cuando al carril ubicado sobre la Carretera Federal 45, en la seccional de El Sauz en Chihuahua, se registró una balacera con saldo de 11 personas muertas a balazos y 10 más lesionadas. Autoridades informaron que en el sitio se realizaban carrera de caballos sin permiso y de repente hubo un enfrentamiento a tiros entre dos grupos armados. En el lugar, aseguraron cinco vehículos abandonados, una moto, un remolque con un caballo a bordo, un arma de fuego y casquillos percutidos por fusiles AK-47, AR-15 y arma corta.
El último de los impresionantes multihomicidios ocurrió la noche del reciente 23 de mayo en Celaya, Guanajuato, cuando un grupo de sujetos armados atacó simultáneamente a personas en el Hotel Gala y dos bares contiguos en la calle Azalea, colonia Lindavista. Tras asesinar a once personas, entre ellas ocho mujeres, los criminales prendieron fuego y lanzaron bombas molotov contra los establecimientos sin que los incendios pasaran a mayores. Se localizó una cartulina supuestamente firmada por el Cártel Santa Rosa de Lima (CSRL), con amenazas contra el CJNG.
Aunque con menos víctimas, hubo otros eventos en bares que tuvieron asesinatos múltiples, como el perpetrado el 8 de marzo en el lugar llamado Código 19 en la colonia Las Fuentes, también en Celaya, donde fueron ejecutados tres hombres y dos resultaron heridos.
El 4 de abril, otro atentado en el bar Fandango en Morelia, dejó saldo de tres muertos a balazos. Y el 1 de mayo, otra balacera en un bar de La Estacada en Mazamitla, Jalisco, tres personas fueron privadas de su libertad y posteriormente halladas sin vida, a unos kilómetros de distancia. Allí se dispararon más de mil proyectiles de armas de fuego y se culpó de los hechos a Los Pájaros Sierra, ahora escindidos del CJNG.