Velázquez, quien relaciona las amenazas con el activismo de su familia en contra de las extorsiones, pidió que el mecanismo de protección incluya a su familiares y que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México dé seguimiento al caso.
Ciudad de México, 31 mayo (EFE).- El sacerdote y activista mexicano Filiberto Velázquez presentó este lunes ante la Fiscalía una denuncia por delincuencia organizada y extorsión luego de que su familia tuviera que abandonar su hogar por las amenazas de un sindicato que extorsiona en las afueras de la capital.
“Lo dejaron todo. Tomaron solamente lo mínimo para poder salir. Tienen miedo a regresar, lo menos que piensan es regresar a la casa”, contó a los medios de comunicación delante de una de las sedes del Ministerio Público en la Ciudad de México.
Según su relato, el 19 de mayo, agentes ministeriales del Estado de México, colindante con la capital, arrestaron a su sobrino Édgar en San Marcos Huixtoco, lo torturaron durante cuatro horas y lo presentaron ante la Fiscalía por un delito fabricado, pues lo acusaron por un robo sucedido después de su detención.
El pasado viernes, cuatro hombres armados se presentaron en el domicilio familiar, contaron que ellos habían logrado la detención del sobrino y exigieron un soborno de 1.5 millones de pesos (75 mil 200 dólares), tras lo cual la familia abandonó el hogar.
Filiberto Velázquez relacionó este suceso con el Sindicato Libertad, un “grupo criminal que tiene cara de sindicato” y que controla mediante extorsiones buena parte del comercio del oriente del Estado de México.
Esta organización obligaba desde hacía un año a su sobrino a pagar una cuota para que su negocio de camiones cisterna de gas pudiera operar en la zona, aseguró.
“Mi familia ha estado denunciando esta situación que ocurre desde 2015”, contó Velázquez, sacerdote en el violento estado de Guerrero y adscrito al mecanismo gubernamental de protección de los defensores de derechos humanos.
Velázquez, quien relaciona las amenazas con el activismo de su familia en contra de las extorsiones, pidió que el mecanismo de protección incluya a su familiares y que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México dé seguimiento al caso.
En total son cinco familiares los que han tenido que huir de su hogar, incluidos los padres de Filiberto, además del sobrino que permanece en la cárcel de Chalco.
Ellos salieron este lunes por primera vez de su escondite para presentar la demanda con el apoyo legal del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero.
La abogada Gloria Méndez contó a la prensa que el Sindicato Libertad extorsiona a muchas familias y comunidades de la región, pero hasta ahora no ha sido denunciado por el “miedo” que tienen las víctimas.
“Confiamos que el ejercicio va a servir para empoderar a más familias a que se rompa el silencio y más personas empiecen a sumarse para exigir justicia y verdad”, expresó.