Blanca Suárez, Ana Polvorosa y Ana Fernández hacen balance de Las chicas del cable, la ficción de Netflix que les ha dado proyección mundial y que ahora escribe sus últimas páginas de guión: “El final va a dar justicia no sólo a los personajes, sino a toda la serie”.
Madrid, 31 de mayo (ElDiario).– Este jueves se hizo pública la fecha en la que se estrenarán los capítulos finales de Las chicas del cable. La segunda parte de la quinta y última temporada verá la luz el 3 de julio y servirá de despedida a la que fuera la primera producción española de Netflix.
Las “chicas” han estado vinculadas a este proyecto durante algo más de tres años y hacen un balance muy positivo de lo que ha supuesto para sus carreras profesionales y para ellas a nivel personal. “Algunas de nosotras hemos pasado de la veintena a la treintena en estos años. Hemos crecido”, comenta satisfecha Ana Fernández en un encuentro con medios de comunicación al que ha asistido ElDiario.es y en el que también participaron Blanca Suárez y Ana Polvorosa.
En todo este tiempo, además de ellas, también ha crecido la serie. “La trama y los personajes han dado un cambio importante. Ellas han evolucionado en las dos últimas temporadas, son más mujeres, están más hechas. Y las tramas son mucho más interesantes; la primera y la segunda temporada eran mucho más ñoñas”, continúa la actriz que interpreta a Carlota Rodríguez.
El final de esta historia también lleva tu nombre. Episodios finales el 3 de julio. #LasChicasDelCable pic.twitter.com/rrl4LelNrT
— Las Chicas del Cable (@ChicasDelCable) May 28, 2020
Es así como han llegado hasta el momento de la despedida. El final es “perfecto, impactante y necesario”, promete Ana Polvorosa. “Fuertote” para Suárez, y “apoteósico” para Fernández, que da más pistas sobre la esencia de lo que está por llegar: “Es un final justo para lo que han representado las chicas en estas seis temporadas donde, quizá al principio, se estaba tomando todo esto como algo tontorrón a nivel de espectador: ‘mira qué monas con sus vestiditos y zascandileando por los cables’. Pero en estas ultimas ha habido una evolución en la que se nos toma más en serio por lo que queremos transmitir referente al papel de la mujer de la época, de su lucha, y el final les va a dar justicia no sólo a los personajes sino a toda la serie para que no quede con ese ñoñerío o esa cosa banal del principio”.
LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA COMO TELÓN DE FONDO
Cuarenta y dos capítulos después, ¿era momento de poner punto final a Las chicas del cable? “No era necesaria estirarla más”, opina Polvorosa, que considera que un final a tiempo es “perfecto” y evita que las tramas y los personajes “giren en torno a lo mismo todo el rato”.
En la temporada 5 y en los capítulos que están por estrenar la Guerra Civil se convierte en “un personaje más”. O al menos así lo cree Blanca Suárez, pues es un “entorno nuevo que mueve de posición las cosas que eran importantes para los personajes”. Es lo que precisamente le ha ocurrido a Lidia, el personaje al que interpreta y la protagonista de la serie, que “ha pasado de que una de sus más importantes características sea el amor, a dejar de necesitar el amor y centrarse en otras cosas igualmente importantes”. “Ahora, cuando sale a la calle se encuentra con que su ciudad y su gente están muy destrozadas”, lamenta la actriz.
De todas formas, y a pesar de que se tocan determinados temas del debate social, Suárez no cree que”esta serie haya sido creada para concienciar a la gente”: “Está hecha para entretener y hacer disfrutar con las tramas”. Coincide con ella Ana Fernández, que sostiene que Las chicas del cable no pretende ir más allá de la trama de sus protagonistas aunque en las dos últimas temporadas haya adquirido mayor importancia el contexto histórico y político de la España de los años 30. “La mayoría de los personajes son ficticios y no nos vamos a meter en hacer una cosa muy histórica o de mojarnos mucho. Lo importante es cómo viven ellas la guerra y la posguerra”, comenta la actriz.
La guerra civil y el reencuentro de las jóvenes telefonistas, que van “de misión en misión y no tienen límites”, da cierta épica al desenlace de la serie creada por Ramón Campos y Gema R. Neira. Aunque todas ellas coinciden en que es un final justo que acabará siendo digerido y comprendido por los espectadores, no ocultan que provocará algunas lágrimas. “Hay gente que va a caer al pozo”, advierte Fernández, que compara esta recta final de la serie de Netflix con otras ficciones sanguinarias como Juego de Tronos o Peaky Blinders.
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Sin embargo, estos giros de guión son necesarios, dice Polvorosa: “Está guay que no te esperes la muerte de personajes que son tan necesarios e imprescindibles que el espectador cree que no puede vivir sin ellos. Pero sí, puede, y eso es lo bonito y lo que te hace mantener la expectación”.
“Estamos satisfechas con cerrar esta etapa, pero ¿qué pasará después?”
Blanca Suárez, Ana Fernández y Ana Polvorosa han tenido la oportunidad de protagonizar la primera serie de producción española que grabó Netflix, en la que han compartido pantalla con otros muchos intérpretes con los que ya trabajaron en televisión, entre ellos Maggie Civantos, Nadia de Santiago, Yon González y Martiño Rivas. Fue hace tres años cuando se lanzó su primer capítulo y, en este espacio de tiempo, las plataformas de streaming han revolucionado la forma de consumir ficción.
“Es una nueva era. Hay muchísimo trabajo y muchísima variedad, y eso es bueno para nuestra profesión”, afirma Polvorosa, que recuerda que hasta hace “dos días” los actores estaban “ilusionados por saber en qué día se iba a emitir su serie”, y ahora ha desaparecido esa incógnita porque, como dice Suárez, si el espectador quiere puede ver “una temporada entera a las tres de la mañana”.
Con Las chicas del cable han llegado a casi todos los países del mundo. “Fui en verano a Costa Rica y, nada más bajarme del avión, empecé a ver comportamientos muy raros de la gente. Resulta que Las chicas del cable había sido un fenómeno allí”, relata Blanca Suárez.
Aun así, pese al hecho de que su trabajo esté expuesto ante muchos más creadores de ficción, su día a día “ha sido el mismo”. “La proyección de un proyecto como este, que de una sola tacada llega a casi 200 países, significa que pueden saber quién eres en muchos lugares y cabe incluso la posibilidad de que empieces a formar parte de diferentes industrias. Pero nosotros seguimos grabando la serie en España y nuestro día a día profesional y nuestros proyectos también están más relacionados con esta industria. Ahora se hacen producciones entre muchos países, está habiendo muchos mix de actores y productoras. Todos nos estamos uniendo casi en una sola industria”, comenta después la actriz.
Y es que ni a ella ni a Ana Polvorosa les gustaría salir de España por tiempo indefinido: “Estuve una temporada en Los Ángeles y creo que me costaría. Soy de mi casa, de mi gente”, reconoce la actriz que durante tantos años interpretó a Lorena en Aída. “Me gusta vivir en la ciudad en la que vivo y tengo una vida con la que estoy muy satisfecha”, añade Suárez. “Para coger las maletas sin fecha de vuelta tienes que estar muy seguro de querer sacrificar el 80 por ciento de tu vida”.