Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo).– “El ideal de la justicia plena es muy claro: que el delincuente reciba el castigo que merece y que no haya, al mismo tiempo, una persona inocente en la cárcel”. Con esa frase abrió ayer el Presidente Enrique Peña Nieto su discurso durante la 29 Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, en la que llamó a la profunda reestructuración de las procuradurías generales de justicia federal y locales.
Peña Nieto habló en el Hotel Hilton, frente a la Alameda Central de la capital del país, el mismo sitio que padeció los embates violentos del primero de diciembre, durante su toma de protesta. Ayer, el sitio fue resguardado con un fuerte y amplio dispositivo de seguridad a cargo del Estado Mayor Presidencial.
Sin mencionar los niveles que ha alcanzado la violencia en el país ni el número de desaparecidos, el Presidente expuso que es objetivo de su gobierno conformar un Estado de Derecho en el que la ley se cumpla sin excepciones, ni preferencias ni demoras.
“Contar con una justicia pronta expedita, parcial y efectiva es una demanda y un derecho de los ciudadanos. Asegurar que así sea es una obligación de todos nosotros. Hago votos para que este espacio de diálogo se traduzca en acciones conjuntas y coordinadas para dar plena vigencia al Estado de Derecho que todos anhelamos y queremos”, expresó el primer mandatario del país.
REESTRUCTURAR LAS PROCURADURÍAS
Para lograr ese grado de seguridad, Peña Nieto puso énfasis en que las procuradurías deben actuar con más profesionalismo y mayores elementos investigativos, que aseguren que todo aquel que cometa un delito sea sometido a la justicia.
Aquí justificó un llamado a reestructurar a fondo las procuradurías de justicia para contar con los elementos de capital humano y las herramientas tecnológicas.
También destacó la necesidad de contar con investigadores con renovadas capacidades científicas y técnicas, así como con servidores públicos más comprometidos.
Al evento asistieron procuradores estatales; el Jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera; el Presidente de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), Mario López Valdez (Gobernador de Sinaloa); el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam; el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, y el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra.
Ante ellos, Peña Nieto recordó que esta semana su línea discursiva ha sido “elevar la productividad” para que las familias tengan mejores ingresos. Entonces puso énfasis en que un tema es fundamental: mayor seguridad y menos impunidad.
GOBIERNO CAPITALINO, ALINEADO
Sin aludir a la desaparición de un grupo de jóvenes tepiteños de un bar de la Zona Rosa –el evento más reciente que concierne a la seguridad pública en el Distrito Federal–, el Jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, afirmó que en materia de delincuencia, reconoce el apoyo de las instancias federales. “No hay un solo héroe, no hay una sola línea de triunfo”, exclamó Mancera.
Según Mancera, esta conferencia “debe ser muestra inequívoca de que todos estamos trabajando en el mismo sentido, que estamos desarrollando la misma plataforma esencial, que hay coordinación entre las autoridades locales de todo el país y la federación”.
Se comprometió a que la ciudad de México continúe “en esta línea de cooperación”. A los procuradores ahí reunidos les dijo: “Estamos muy pendientes desde las esferas de la conducción de gobierno de apoyar su tarea, de contribuir con esto que se ha trazado: en la línea del gobierno federal…”
MURILLO KARAM ABOGA POR LA ESPERANZA
Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República, inició la serie de discursos. Y se dirigió a quienes ocupaban el estrado: “Compañeros de trabajo, de aspiración y de esperanza”.
Habló sobre la responsabilidad del Estado de otorgar seguridad y paz a la ciudadanía.
Expuso que esta conferencia, que logró reunir a los procuradores del país, tuvo “el propósito de aportar la experiencia de los ámbitos local y federal”.
Volvió a usar el concepto de “la esperanza”. Dijo que las normas del ámbito federal y estatal “tienen diferente asignación de autoridad, pero sin duda el mismo espacio geográfico, las mismas condiciones sociopolíticas y tienen que ver con el mismo grupo humano, con las mismas esperanzas comunes y por desgracia también, las mismas desesperanzas”.